domingo, abril 29, 2018

Marx en el siglo XXI de Caracas


En ocasión de cumplirse 200 años del natalicio de Karl Marx, tendrá lugar en Caracas, el Primer Congreso Internacional: “Marx en el siglo XXI. Desafíos para la transformación del mundo actual y la revolución bolivariana”cuya programación se desarrollará en los espacios del Auditorio Gastón Parra Luzardo del Banco Central de Venezuela, entre los días 3 al 5 de mayo.
La actividad está concebida en jornadas de reflexión teórica y de debate, en las que participarán destacados investigadores nacionales e internacionales; cuyas ponencias se han organizado en 5 ejes temáticos, que comprenden aspectos filosóficos, ideológicos y económicos en su relación intrínseca con la política, comprendida ésta como la forma más compleja de la existencia humana, dada las múltiples determinaciones que la misma produce en la vida social.
La metodología propuesta debe permitir alcanzar una proximidad que explique desde una concepción crítica, los desafíos planteados en la presente etapa del desarrollo histórico de la humanidad, en una contexto de agudización de la lucha de clases y crisis estructural del capitalismo a nivel mundial, e identificar los retos que en dicho contexto oriente la acción revolucionaria de los sujetos sociales llamados a materializar la magna obra social concebida por Karl Marx.
La clausura está prevista para el sábado 5 de mayo, con la intervención del destacado intelectual marxista Álvaro García Linera, Vicepresidente de la República de Bolivia.
Invitan al Programa de Conmemorativo Bicentenario de Karl Marx, el Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno, el Centro Nacional de la Historia (coordinador general del Programa), así como el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, la Alcaldía del Municipio Bolivariano Libertador, el Instituto de Altos Estudios del Pensamiento del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, el Instituto de Altos Estudios «Bolívar-Marx», la Red de Intelectuales, artistas y movimientos sociales en defensa de la Humanidad, la Escuela Clasista de los Trabajadores Daniel de León, la Escuela de Formación Socialista 27F y el Banco Central de Venezuela a través del "Programa de Formación e Investigación, Análisis y Medición de la Economía Venezolana desde la Perspectiva Marxista”.
Inscripciones abiertas a través del correo electrónico: inscripcionescongresomarx@


viernes, abril 27, 2018

Rodolfo Porras presenta tres caras de la violencia venezolana

El director-autor y el elenco de Develario.
Rodolfo Porras (59 años), uno de los cuatro hijos de la actriz Isabel Hungría y Luis Porras, escribe, dirige y produce espectáculos teatrales que no exhibe frecuentemente en el circuito comercial caraqueño. Pero ahora, sin buscarlo u organizarlo, estrena y exhibe tres suyas durante el Séptimo Festival Internacional de Teatro de Caracas 2018: Develario, El depósito y Uroboros. Pero eso no lo hace cambiar de opinión, ya que para este comprometido artista el teatro en Venezuela es una disciplina artística muy joven, pese a que comenzó a finales del siglo XVII. “Creo que la verdadera y trascendente historia escénica criolla se inicia a mediados del siglo XX, con autores como César Rengifo y con la presencia de maestros de la talla del mexicano José Gómez Obregón, la argentina Juana Sujo y el chileno Horacio Peterson, entre otros. Hay que proseguir trabajando día a día, noche a noche, para que el teatro sea el otro pan o la otra arepa del consumo venezolano, cultural en este caso. En otros paises eso es así y aquí también hay posibilidades, se puede. Yo, por ahora, no me lo creo, pero es una realidad que te atropella: tres de mis obras, las cuales yo escribí, y que además he dirigido estarán para la contemplación y disfrute de los caraqueños y hasta es posible que algunas sigan en temporada”, comenta, tras suspender un ensayo.
¿Qué significa estar presente en con tres obras suyas en este evento festivalero?
Es una competencia maravillosa y creo que los compromisos de fechas pueden afectar los primeros resultados artísticos, los cuales después se pueden mejorar o depurar. Es un evento maravilloso para mostrar el mundo que vemos y que sufrimos además. Donde participa una nueva generación de actores al lado de gente ya conocida. 
¿Qué es Uroboros?
Es un espectáculo de teatro de calle, que se presenta en una plazoleta al lado del Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas, en la avenida Mexico, al lado de la salida sur del Metro, y de ahí se desplazara hasta la plaza de los Museos, durante las tardes del 30 de abril y el 1 de mayo, hacia las 5PM, por ahora. Uroboros, mitológicamente es la serpiente que se muerde la cola, pero teatralmente Uroboros es una página amarga de la historia venezolana de los años 50. Es la historia de la comunidad, durante los años finales de la dictadura del general Perez Jiménez, que enseña como la comunidad de Turiamo fue desplazada para convertirla en un playa turística, sacando sin mayores contemplaciones a sus habitantes, quienes se instalaron en Maracay a pasar dificultades. La escribí hace 14 años y es una creación actoral del Reinaldo Mijares, director además del grupo Mudanzas, donde están presentes el teatro, la danza y los ritos. Es, básicamente, un monólogo, que no supera los 15 minutos: yo lo leí en la Universidad de Salamanca y mereció aplausos. Veremos qué pasa ahora en esta Caracas festivalera.
¿En qué consiste El depósito?
El depósito es otro monólogo, actuado por Horacio Méndez, otro comediante surgido del teatro de la calle y quien ahora se ha transformado en un actor de gran factura. Esta pieza mía está basada en hechos de la vida real y retrata a la Venezuela de los años 80 al plasmar a un personaje, que acompañado de un músico especial como es Simozas, materializan una metáfora sobre un momento del pais, en aquellos años 70 y 80, cuando el boom petrolero desequilibró a la sociedad venezolana. Es un personaje que termina siendo víctima de sus propios fantasmas. Es la historia de Mario en un espacio donde él reconstruye parte de su vida. La escribí el año pasado Se presenta el 30 de abril el 1 de mayo en la Sala de Conciertos de Unearte, a las 5PM.Es otra pieza sobre la violencia venezolana, algo no se puede silenciar.
¿Y Develario?
Es la joya de la corona, por así decirlo, es la segunda pieza de la programación 2018 de la Compañía Nacional de Teatro para este año. .Es otra pieza que terminé este año y que ahora exhibo en el histórico teatro Alberto de Paz y Mateos los días 5 y 6 de mayo, a las 4PM. Es otro teatro sobre la violencia venezolana, esa que le costó la vida a más de un centenar de venezolanos el año pasado, en ese nefasto episodio de las guarimbas. Este, mi, Develario es una comedia dramática escrita al estilo de la novela negra, o el cine negro. Utilizo los ingredientes emblemáticos de este género. Pero yo diría, a la hora de buscar influencias, que la pieza se acerca más a Bertolt Brecht que a Raymond Chandler. Es decir, es una obra política que trata de alejarse del panfleto, del mensaje directo. En ese sentido, sin embargo, es como cualquier pieza teatral, porque todas responden a una ideología, a una postura filosófica y política. Con Develario pretendo que el público se encuentre con un texto y una puesta que le permita un goce estético, se divierta y pueda entrar en contacto con la posibilidad de leer la realidad más allá de lo aparente. El elenco tiene un nivel actoral excelente, así que si logro engranar con tino los otros componentes que implican la puesta en escena, vamos a dar un buen espectáculo. Y si Dios y los designios de la indomable naturaleza, no lo impiden, la estará mostrando acompañado, por supuesto, con los comediantes Arnaldo Mendoza, Adriana Bustamante, Ludwig Pineda, Maria Alejandra Tellis, Celeste Gil, Darío Soto y Ronny Mújica. Develario seguirá en temporada en la misma sala después del festival


jueves, abril 26, 2018

"Par de viejos" o el teatro que nos representa


No menos de 22 festivales internacionales de teatro se han escenificado en Caracas durante los últimos 45 años, los cuales fueron financiados todos por el Estado venezolano y organizados los 15 primeros por el Ateneo de Caracas y la Fundación Rajatabla que dirigió Carlos Giménez, y los otros siete por Fundarte, el brazo cultural de la Alcaldía del Municipio Libertador. Eso ha sido un acierto de los gobernantes y los artistas, más allá de las valoraciones de los eventos en particular. ¡Un gran placer para el público, como debe ser!
Reiteramos esto porque del 27 de abril al 6 de mayo de este electoral año, se realizará la séptima entrega del Festival Internacional de Teatro de Caracas (FITCcs2018), con la escenificación de no menos de 200 espectáculos, algunos provenientes de Cuba, Colombia, Uruguay, Chile, Argentina, México, Ecuador, Perú y España, y, por supuesto los criollos, donde la Compañía Nacional de Teatro mostrará tres montajes recientes: Baño de damas, Troyanas y Develario.
Los ganadores de esa “hemorragia teatral” han sido los millones de espectadores que acudieron y por ende los artistas, quienes siempre se han quejado de la ausencia de público cuando pasa los susodichos festivales. Y es por eso que el teatrero José Jesús González ya alista una temporada con el montaje de su pieza Par de viejos en la sala Viga del Centro Cultural Chacao, para celebrar así sus 25 años en la disciplina teatral.
 Par de viejos, cuyo estreno está programado dentro del FITCcs2018, cuenta con los primeros comediantes José Francisco Silva y Magalys Álvarez. Es una comedia dramática con la historia de una singular pareja de artistas de avanzada edad, Gabriel, viejo actor retirado especialista en Shakespeare y Antigua, una titiritera-marionetera. Ambos cómplices en el arte y en la vida, se congregan en un generoso espacio, con sus discapacidades, sus pesares y aciertos; con sus amores y miedos, con sus recuerdos y desencuentros; se reúnen para rememorar glorias pasadas y así evadir su cruda realidad.
González ha reiterado que su espectáculo es un homenaje al adulto mayor; a esos seres olvidados “especiales y queridos que nos dieron tantos en sus años de productividad; es una revisión al pasado, un homenaje a Shakespeare y a la hermandad.  En agosto regresaremos a la sala Viga con la versión larga de La feria de la alegría, un éxito en micro teatro, además en Miami y Maracay montarán mis textos Las dos Fridas y Primero las damas, y a finales de año remontaremos uno de mis montajes más queridos: Tequila o Ron, de Gennys Pérez, con un gran elenco”.
UN CUARTO DE SIGLO
Cuenta González que desde hace 25 años está en el teatro. Se inició en la Escuela de Arte Dramático de Maracay con maestros como Roció Rovira, Alejando Bastidas y Mariozzy Carmona, entre otros. Decidió venirse a Caracas y aquí inició su formación en la Escuela de Artes de la UCV, con maestros como Isaac Chocrón, Xiomara Moreno, Ugo Ulive, Leonardo Azpárren, Orlando Rodríguez. Simultáneamente egresó de la Escuela Juana Sujo; allí encontró el apoyo de  maestros como Gilberto Pinto , José Gabriel Núñez,  Esteban Herrera, Orlando Rodríguez entre otros y esa etapa finalizó su formación en el Séptimo Taller de Formación Artística del grupo THEJA de la mano de José Simón Escalona, Rosalio Hinojosa, Javier Vidal y Angélica Escalona, “todas grandes experiencias que marcaron mi formación para llegar  a lo que hoy en día es mi mayor logro: consolidar mi agrupación Teatro del Encuentro,  que este año celebrará sus 25 años en la escena nacional”.
Está muy satisfecho por lo hecho en su primer cuarto de siglo teatral.Son largas dos décadas con grandes logros, montajes que me han dado muchas  satisfacciones, a la par de dirigir  textos de grandes dramaturgos universales como Shakespeare, Lorca Strindberg, Camus, Ibsen  y dramaturgos nacionales como Núñez , Chalbaud, Orsini y Gennys Perez  entre otros; además he podido mostrar mis textos dramatúrgicos. El Teatro del Encuentro ha tenido  gran apoyo de grandes creadores y  me siento muy agradecido de los elencos maravillosos que hemos conformado a los largo de estas dos décadas,  en maravillosas temporadas   en  las más importantes salas del país y en más de  20 festivales nacionales e internacionales: en fin,  ha valido la pena todos estos años de crecimiento, porque la escena es un proceso de crecimiento espiritual, me involucré con el teatro y la dramaturgia porque me dieron la posibilidad de reinventarme, de proponer nuevos lenguajes, nuevas formar de ver la vida , de comunicación;  si no la existencia sería muy aburrida, nunca me propuse ni fama  ni dinero;  aunque como me decía mi maestro Isaac Chocrón cuando veía mis primeros espectáculos eres un director y un dramaturgo joven con mucha suerte y talento, siempre llenas tu sala  y eso es un gran logro”. A Chocrón le encantaba ver el teatro lleno y soy un afortunado que en mis veinticinco años de trayectoria, tengo un público cautivo que me sigue y eso es mi verdadera satisfacción”.   
Desde los 17 años me ha cautivado tanto la dirección como la dramaturgia y me siento muy a gusto en ambas posiciones. Me apasiona crear, soy muy inquieto, mi amor eterno es el teatro, aunque me nutro siempre del cine, la música y las artes plásticas. Un director y un dramaturgo deberían ser unos apasionados del conocimiento. A actualmente realizo estudios de Educación para seguir transmitiendo mis conocimientos, por medio de los talleres a las nuevas generaciones”. 
SATISFECHO Y AGRADECIDO
Como artista venezolano que es, el artista González considera que “el teatro no escapa de la realidad de mi país; vivimos en una cuerda tensa y así habitamos en las artes escénicas, muchas veces desprotegidos, sin políticas culturales. Hace muchos años no disfrutamos de unos verdaderos subsidios de cooperación cultural, el Estado no los arrebató y espero que reflexionen porque el precio de las producciones es incalculable y ninguna agrupación actualmente tiene para costear dignamente su realización”.
 Puntualiza que el arte teatral siempre ha sido el relegado de todos los gobiernos, “pero seguimos luchando, creando; los que aún apostamos a un mejor país; aquí hay mucho talento, muchos creadores con ganas de mostrar. La dignificación depende de nosotros, de unirnos como gremio y hacer respetar nuestros derechos como creadores  y hacedores de sueños,   deberían de  darle espacio a agrupaciones que honren la creación y la investigación, no solo el teatro ligero, tenemos que ser serios a la hora de asumir nuestra profesión, el teatro es un hecho social, que de uno u otra forma debería transformar al espectador al salir de cada función  y actualmente  en nuestro país es  uno de los pocos medios para decir verdades”.

miércoles, abril 25, 2018

Levy Rossell Daal hizo mutis

En los años 60 del siglo XX era “la gran esperanza blanca” del teatro venezolano. Había llegado de Nueva York y tras exhibir su espectáculo musicoteatral Vimazoluleka, en el Aula Magna y el Ateneo de Caracas, se le abrieron todos los caminos para convertirse en el gran director o en el gran pontífice de la escena criolla. Pero no fue así.
Aquel joven no era fácil de manipular o de comprar, tenía ideas propias y además era cultor de lo criollo, tampoco era de roscas ni cofradías. Tenía, conceptos personales que no negoció, algo raro en esta compra y venta en que se ha convertido no sólo la cultura venezolana.
Más de 20 piezas escritas y montadas, ocho mil actores y actrices a quienes capacitó y centenares de representaciones teatrales desde 1961, dentro y fuera de Venezuela, son parte de la cédula artística que ahora, en esta incierta centuria XXI, ostenta con orgullo el teatrero Levy Rossell Daal (Coro, 23 de abril de 1945/Caracas 25 de abril de 2018).
Debutó con su Vimazoluleka - hibrido de teatro y música, escrito a los 16 años- en el viejo Ateneo, a mediados de 1966. Y desde entonces no ha dejado de trabajar profesionalmente con lo que aprendió de maestros como César Rengifo, Nicolás Curiel, Alberto Castillo Arráez, Eduardo Fernández Salomón y Joe Chaiquin.
Explicó que su Vimazoluleka, híbrido de teatro y música, escrita cuando tenía 16 años, intentaba ser una caja de trucos donde hay oculta una idea total y universalista. Llena de innumerables pequeños momentos que transcurren vertiginosamente y son los que le dan su propia personalidad. Debe ser entendida como marco de referencias que permite una rica interpretación. Los personajes líderes de la acción son máscaras grotescas que esconden el dolor de ser ellos en una existencia alienada y solitaria, tratando de interceptar a los otros en su incomunicación. Son uno y mil al mismo tiempo, sumergidos en un aburrimiento agobiante que los obliga a hacer contacto y divertirse, burlándose de quienes viven tal situación, con mentiras fabulosas para crear una gran caricatura que escapa de la realidad para evitar así la confrontación
Levy no se quejaba, pero cuando podía exclamaba: “He pasado unos años difíciles, porque se hacen festivales y nunca me invitan, hay proyectos enormes y con buenos prepuestos y nunca me llaman. Lo que he podido hacer ha sido con el apoyo de la gente que siempre ha creído en mí y en mis iniciativas. Pero no ha sido fácil, desde que fui presidente de Fundarte hasta estos momentos. Arte de Venezuela, mi institución cultural, todavía existe, pero no tiene subsidio ni ningún tipo de apoyo oficial, aunque eso viene desde hace mucho tiempo. Yo ni siquiera he podido recibir la pensión del IVSS”.
A raíz de esa entrevista  alguien lo llamó y fue incluido en la lista de pensionados del IVSS para saldar esa deuda con un creador que no se hizo rico ni robó.
Él admitía que su camino artístico había sido largo y con trampas que incluso lo arrinconaron y hasta lo maltrataron. Aguantó con dignidad y no le debe nada a nadie y está en paz con su conciencia. Él todavía era una gran carta para el desarrollo del teatro criollo, si le daban los apoyos necesarios, porque ganas de trabajar si tenía, pero sin trigo o sin maíz no se pueden hacer ni panes ni arepas.
Al parecer, las semillas que como autor, actor, director y docente ha sembrado en todos los confines de Venezuela durante las últimas cuatro décadas comenzaron a dar frutos o al menos reconocimientos que aunque no llenan el estómago si alimentan, y bastante, al espíritu. Y por eso que, en la sala de conciertos de Unearte, la agrupación Sentimiento Escénico remontó su pieza Caracas...¡Urgente!, un espectáculo que no superó los 75 minutos, sobre un grupo de jóvenes, entre quienes no ha habido más relación que una presentación y un hola, se encuentran en el vacío de una matriz, donde al despertar comenzaran a desenvolverse con mucha ingenuidad, una exteriorización de sentimientos y motivaciones profundas hacia una realidad implacable y coincidente con cualquier tiempo y lugar.
Caracas... ¡Urgente! fue estrenada en 1972 con jóvenes como Guillermo y Marielena Dávila, Arístides Aguiar, Perla Vonasek, Carlos Mata y hasta el mismo Levy. Era un obra premonitoria sobre los cambios que sufriría la sociedad venezolana, los cuales ahora son correctamente subrayados por los interpretes Eliécer Mantilla, Andreina Suárez, Saymond Jonat, Alfonzo Lamus, Julio César Marcado, Yesenia Quintero, Rusbeth Ordóñez y Yilmar Barrera, contando además con la égida musical de Jomar Daboin Ruiz y Carlos Cacique, bajo la dirección general de Idelson Sojo. ¡Un homenaje al maestro con mucho cariño!
Levy   inventó el fonema "Vimazoluleka”, utilizando las dos primeras palabras de los nombres de sus íntimos compañeros de estudio del Liceo Aplicación. Quería exaltar esa amistad y bautizar su ópera prima, compuesta de dos actos o 16 escenas, nueve canciones y tres situaciones de puesta en escena. Esos amigos desaparecieron cuando hizo 39 funciones en el Ateneo de Caracas (1966), pasó al auditorio de Ingeniería y finalmente alcanzó seis semanas en la Aula Magna de la UCV. ¿Por qué? Nunca recibió respuesta. Viajó a Nueva York y allá también la escenificó durante cinco meses. En 1968 regresó para escribir y montar y además educar con las artes escénicas a miles de compatriotas, tarea que lo hizo feliz, imbatible e indomable.
No hay que olvidar que a pesar de muchos contratiempos pudo regentar una sala en el sótano 1 de Parque Central, construida bajo sus indicaciones por el Centro Simón Bolívar; pero durante el gobierno del presidente Jaime Lusinchi la entregó porque no pudo cancelar el condominio. ¡Regresaría de otra manera!
Se refugió en La Guaira para trabajar con las comunidades más pobres, pero el deslave de 1999 lo sacó y lo aventó hacia Caracas y otras poblaciones para ganarse al diario yantar. Siete años después, otra generación de actores y productores, en un acto paradójico que sólo se da en el mundo de las artes, lo homenajeó y colocó su nombre a ese mismo espacio donde trabajó intensamente en épocas pretéritas. Aceptó hacer un intenso taller de lectura dramatizada con sus 17 obras. Fue su segundo debut, porque todos, hasta sus eternos rivales, le volvieron a mirar y desde entonces es novedad hasta para los medios de comunicación. ¡La vida te da sorpresas!
Nunca se propuso ser un niño mimado de Caracas, como lo llamó Rubén Monasterios, ni tampoco un niño genio, ya que a los 21 años entró en guerra frontal contra esa gente que suponía que su ascenso era programado. Sí hubo un momento en que se puso a revisar para qué servía todo lo que había hecho en los años 60 y 70, porque en los 80 fue empleado público y lo hizo como para detener su carrera, que arrancó a los 13 años como alfabetizador. Jamás persiguió el éxito y su única cuenta o deuda es con Dios. ¡Alabado sea!
Larga y compleja ha sido la historia de la producción, su complejo rodaje y la accidentada posproducción de la película Vimazoluleka, la ópera prima cinematográfica de Levy Rossell Daal, cuyo estreno se planificaba para dentro de un mes en varias salas venezolanas. Y, por si fuera poco, iniciaba otro proyecto fílmico donde también participará su hermana Belkys Rossell Daal, la diseñadora.
Su vida no fue estéril. Deja obras y una historia de luchas


martes, abril 24, 2018

Vuelve el rey Miguel para su lucha reivindicativa

La Cantata del Rey Miguel (2008) es una coproducción entre el Teatro Negro de Barlovento y la Compañía Nacional de Teatro, que casi 10 años después de su exitoso estreno, en Guanare, regresa a la escena venezolana los días 28 y 29 de abril a las 6:00 pm, en los espacios de la Concha Acústica del Parque Los Caobos (parte posterior del Centro Nacional de Acción Social por la Música). Dichas presentaciones se darán en el marco del 7mo Festival Internacional de Teatro de Caracas 2018, que comienza el próximo viernes 27 de abril.
 Visibilizando la historia del Rey Miguel
 Esta pieza, del dramaturgo Tomás Jurado Zabala, bajo la dirección de Carlos Arroyo, actual director de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), es el resultado de más de cinco años de investigación sobre la historia jamás contada de Venezuela. En esta obra, ambos creadores a través de parlamentos rítmicos, canciones, bailes, ritos y otras manifestaciones culturales, emergidas de un maravilloso sincretismo artístico, fusionaron diversas manifestaciones de los cantos, la música, la danza y la creencias religiosas afroamericanas para contar así la historia del Rey Miguel, el primer negro esclavo que conformó una rebelión en contra del yugo de la corona española, en el año 1553.
 Arroyo puntualiza que “la historia oficial de Venezuela ha dado poca importancia, por no decir ninguna, a una serie acontecimientos que contribuyeron a darnos forma de nación, tal es el caso del negro Miguel, considerado el primer revolucionario de América, pues su idea de independencia quedó sembrada en el espíritu del venezolano a partir de su llegada a Venezuela en 1552, y su alzamiento antiesclavista inmediatamente después; hecho que significó un accidente importantísimo en la vida de los conquistadores, pues durante tres meses ese ex esclavo, con unos 50 más, entre negros e indios jiraharas, puso en jaque al imperio español, para morir en 1553”.
 El director Arroyo también afirma que a la saga de Miguel, como la de muchos otros héroes nacionales, se les ha ridiculizado hasta desaparecerlos de la historia “Quienes han divulgado la historia de Miguel se han limitado a presentar los hechos como una aventurilla graciosa, cuestión que ha llegado a mostrarlo como un personaje caricaturesco sin ninguna importancia y por ende prácticamente desaparecido en las penumbras del olvido donde van a parar los personajes sin historia... De este personaje excepcional se hace necesario resaltar su poder de convencimiento, su inteligencia, su valentía y su capacidad militar. Funda el reino libre de Curduvaré, a principios de 1553, Se erige rey, nombra un sacerdote y lo que sería una especie de ministro de guerra. Se declara hombre libre en territorio libre. Ordena la construcción de viviendas para los que siguen incorporándose y declara la libertad de todos los que están en su reino”.
 Esta coproducción de la Compañía Nacional de Teatro y el Teatro Negro de Barlovento es una vitrina para exaltar las raíces afroamericanas del pueblo venezolano; y a su vez una reivindicación a la diversidad cultural de los negros e indígenas de nuestro continente que sufrieron, y aún sufren tantas vejaciones.

lunes, abril 23, 2018

La estética de los códigos QR se enseña en Dallas


La geometría de los códigos digitales y la interacción con el espectador mediante la decodificación de los mismos, son el fundamento de la propuesta creativa del artista venezolano Pedro Morales, y de su próxima exposición individual que bajo el título Signs & Symbols, Mobile Tagging Art se exhibirá del 27 de abril al 22 de julio de 2018 en el Museum of Geometric and MADI Art Dallas, en los Estados Unidos.
 Partiendo del impacto de los códigos 2D en la sociedad como portadores de contenidos y significados en todas las combinaciones posibles, Pedro Morales presenta en esta muestra una instalación, donde utiliza la estética de los fractales y la abstracción geométrica para investigar la ubicuidad de la tecnología móvil en la vida de hoy, según él mismo explica.
 En base al término “Mobile Tagging Art” acuñado por él en 2010 para definir la expresión artística que utiliza el escaneo, la decodificación y la lectura de formas geométricas sin sacrificar el compromiso estético, la exposición propone la reinterpretación de códigos numéricos mediante el uso de la cámara de un dispositivo móvil, dándole un giro artístico a los símbolos geométricos que llevan etiquetas e inducen la comunicación con un teléfono celular.
 Para la curadora e investigadora de arte, Susana Benko, la obra de Pedro Morales es una analogía con la geometría fractal y su objetivo principal es develar la belleza en la geometría de los códigos utilizados en la tecnología digital para comunicar toda clase de mensajes, escogidos en este caso por el mismo artista utilizando enlaces del internet.
 A su juicio, un conjunto de veladuras, mallas o encajes instalados en un espacio expositivo, es suficiente para contemplar y asimilar la belleza de las piezas en la exposición Signs & Symbols, Mobile Tagging Art.
 “Desplegadas a modo de tapices, destacan por su ‘dibujo’ como si fuesen un tejido de filamentos, conformados por pequeños recuadros cuyas formas invariables se repiten siguiendo las pautas de una determinada geometría. Algunas de estas ‘mallas’ varían según el tipo de tramado, cambios de color, o bien por el contraste de blancos y negros. Cada una, vista en conjunto, presenta a su vez una composición geométrica particular”.
Cada una de estas piezas son códigos creados gráficamente en 2D (dos dimensiones) e impresos en 3D con una impresora ensamblada por el artista, conocidos según su tipo y uso como códigos QR, códigos azteca (aztec codes), los ultracódigos a color (Ultracodes) y los PDF417, los cuales se escanean y decodifican por medio del teléfono celular utilizando una aplicación particular para ello. La reunión de cada recuadro impreso conforma una “malla” y el conjunto de ellas se aprecia como una instalación en la sala expositiva creándose así una ambientación, según explica Susana Benklo en el texto que acompaña la muestra.

Nacido en Maracaibo y residenciado entre Versailles, Francia y Houston (EEUU), Pedro Morales ha desarrollado una importante trayectoria artística a lo largo de tres décadas, durante las cuales ha exhibido su obra en Venezuela, Estados Unidos, China, Perú, Colombia, Francia y España, entre otros países. Pionero del arte digital en Venezuela, ha recibido diversos reconocimientos, entre ellos el Premio de Investigación en las Artes del Salón Arturo Michelena en 1991, el Fondo de Aportes Mixtos a las Artes (FAMA) de Fundación Polar / Fundayacucho en 1994 y el Gran Premio 20 Aniversario del Salón Aragua en 1995.La innovadora propuesta artística de Pedro Morales podrá ser apreciada en la exposición “Signs & Symbols, Mobile Tagging Art”, que se estará exhibiendo del 27 de abril al 22 de julio de 2018 en el Museum of Geometric and MADI Art, ubicado en 3109 Carlisle Street, Dallas, Texas, EEUU.



jueves, abril 19, 2018

Los hombros de América

En blanco y negro pero son los actores de este siglo XXI.

Desde la temporada teatral de 1991 se disfruta en Caracas de Los hombros de América, una deliciosa comedia dramática que escribió Fausto Verdial, la cual ahora se exhibe de nuevo, a sala llena, en el teatro Trasnocho Cultural, bajo la dirección de Hector Manrique, quien la versionó oportunamente y dirigió perfectamente y además actúa al lado de Juan Carlos Ogando, Marcela Girón, Martha Estrada, Pedro Borgo y Stefane Frade. Todo un elenco de profesionales que conmueve por el verismo y la calidad de sus trabajos destinados a materializar una propuesta existencial sobre la vida urbana posible en la Venezuela de los últimos 50 años.
Fausto Verdial (Madrid, 11 de enero de 1933/19 de octubre de 1996) fue un importante creador de las artes escénicas venezolanas a quien conocimos inicialmente en los mágicos meandros del teatro caraqueño donde hemos tenido los mejores encuentros culturales y sentimentales de las últimas décadas. Lo tratamos, con varias tazas de café con leche, de por medio, o con unas cuantas copas en vino tinto en el Centro Comercial Chacaíto o en algún restaurante de esos meandros de la Sabana Grande que ya se hizo recuerdo, pulverizada por la piqueta del progreso, y logramos así consolidar una amistad que ha sobrevivido al frío vendaval de los olvidos y es por eso que todavía continuamos disfrutando de su histrionismo y de su proverbial escritura teatral, precisamente cuando los tiempos revueltos pretenden quitarnos el aire de los pulmones o la capacidad para identificar el olor de las maduras guayabas.
 Sin ningún pacto con Lucifer “el madrileño de oro” habría cumplido 85 el pasado 14 de enero, pero ese especialista en enredos del corazón social, ese que nos ayudó a exorcizar sórdidas penumbras existenciales durante largas décadas, se marchó sin aviso y sin mayores explicaciones, pero para que no lo olvidaran jamás  dejó una sólida herencia de afectos verdaderos y un legado de consejos destinados a exaltar la utilidad del amor en el fiero combate cotidiano contra la soledad  como lo enseña por intermedio de sus piezas que todavía se muestran en escena como son Todos los hombres son mortales, ¡Y...las mujeres también!, Los hombros de América y  el unipersonal ¡Qué me llamen loca! dedicado a su amiga y cómplice primera actriz Tania Sarabia.
A pesar de ser mortal, Verdial aún no sale de escena porque los venezolanos piden una y otra vez sus obras y las aplauden donde las exhiban, como está sucediendo con esa reflexión en voz alta sobre el desarraigo del inmigrante que pasa años anhelando el país de su nostalgia y la desilusión que sufre al regresar, como es Los hombros de América.
La pieza teatral muestra los dos rostros del exilio a través de dos parejas que inmigraron a Venezuela al finalizar la guerra civil de España y acentuarse la amarga y dolorosa post guerra de una dictadura y lo que pasa con sus hijos cuando se enamoran y deben luchar para amar como único objetivo de vida.
Gracias a la magia del teatro es posible ver lo que pasó en los apartamentos de  esos dos españoles aventados en Caracas por el dictador Francisco Franco, precisamente el día 20 de noviembre de 1975 cuando murió, y todo lo que les sucede hasta que recobran la estabilidad emocional y presencian la crianza de sus nietos venezolanos. Un argumento elemental pero preñado de esas cosas mínimas y cotidianas que es la vida misma.
Verdial tituló su comedia Los hombros de América sobre las vicisitudes de sendos hogares de españoles en homenaje al poeta hispano Rafael Alberti y su poema Costas de Venezuela, donde el vate afirma que las montañas de Venezuela son los hombros de America “Para mí, coincidiendo con Alberti, también lo han sido: los hombros que me sostuvieron y donde me realicé como artista y como ser humano”, dijo en una oportunidad su autor.
Es, pues, un grato momento de reencuentro  con el teatro de actores, que supera los 100 minutos, donde se disfruta de una pista musical de los años 70 y 80 y de ese atmosfera nostálgica por las décadas pasadas, que se unen a los recuerdos del espectador  que en ocasiones también ha sido migrante.
Vale la pena resaltar el trabajo de Girón que encarna a la venezolana que se arrejunta con el español Manuel (Manrique) y le da un hijo, Juanín (Borgo) que se enamora de Begonia (Frade), la hija del otro refugiado español (Ogando) y Encarna (otra española), bien resuelta por Marta Estrada. Todos humanos y cotidianos personajes de carne y hueso, que es lo mejor del acto teatral en sí, donde es clave el trabajo de la productora Carolina Rincón.
El colofón del espectáculo es un “regalo” de Manrique (hijo de un criollo y una española) dedicado al entusiasta público: un videotape, en blanco y negro, con imágenes sobre los migrantes venezolanos que ahora salen por Maiquetía o por las fronteras con Colombia y Brasil, como para que los criollos recuerden que todos estamos de paso en esta Tierra de Gracia y que mientras se pueda y se quiera hay que buscar el mejor destino o lo que puede ser la felicidad más allá de nuestras narices. Una invitación al público para  reflexionar después de haber reído con los personajes teatrales y emprender el regreso a nuestras Itacas familiares.




miércoles, abril 11, 2018

Poetizar la vida es la meta del teatro

Esta es la grafica de un montaje del venezolano  Moisés Kaufman en Nueva York
¿Cuál es la estética de Rajatabla?
 Y Carlos Giménez (Argentina, 1946/Venezuela, 1993) respondió a la prensa de Bogotá (1991): “mi principio básico es que el teatro debe intentar interpretar y poetizar la vida, no copiarla”.
Citamos a este artista, fundador de la agrupación Rajatabla, en 1971, porque ese, su más importante proyecto social y cultural, ya lleva 47 años de labores continuas, unas muy bien acertadas y otras innombrables, como han sido sus más recientes montajes: Terror y miseria del Tercer Reich (2017) y Frida, pasión y canto (2018); y además consideramos conveniente y oportuno recordar algunas de las  enseñanzas teóricas del ausente "capo" sobre lo que fue, o era,  su arte teatral, el cual intentó enseñar, porque ahora son tiempos de gran confusión estética los que se viven en esta Tierra de Gracia, ya que se quiere innovar sin experimentar, se quiere comer pescado sin mojarse la cola, como diría un filósofo popular.
Para el fundador de Rajatabla, como él mismo lo explica en nuestro libro Carlos Giménez, Tiempo y espacio (1993), “poetizar la vida desde el escenario quiere decir extractar los temas que son importantes para el Hombre y hacerlos ver desde una perspectiva del arte. Es como cuando un extraordinario fotógrafo puede descubrir a través de la luz de un atardecer la presencia de Dios, mientras otro registra el momento a través de una foto instantánea, que no recoge ni siquiera el instante, que es solamente una foto fija sin tiempo y ni nada. Nosotros intentamos interpretar la vida y sobre todo trabajar con ciertos signos que determinen la permanente traslación de la geografía teatral sobre el escenario. La geografía teatral es el espacio, lo que el público ve; es la sensación de que no hay un decorado fijo, de que   aquello que el público ve, es tan natural como la vida misma. De tal forma que basta con mover cuatro paredes y encender un reflector para que la gente pueda imaginar la luna en el desierto. Sentimos también una necesidad imperiosa de relacionar, de manera cruel si se quiere, el tiempo y el espacio, porque el espacio es para nosotros una geografía definida: el pais, la familia, la ciudad que habitamos. En cambio, el tiempo es una mentira, una ficción; éste momento que vivimos, que ya pasó, nosotros somos el pasado de lo nacerá mañana. Lo que sucede es que hemos hecho del tiempo una rutina porque le tenemos miedo, terror, es como un mal que nos persigue de una manera inmisericorde”.  
¿Qué hace que un espectáculo sea bueno?
Puede haber espectáculos buenos y malos, lo terrible es que no tengan su propio discurso estético. Tiene que haber una lectura, lo que no pueden permitirse los artistas es ser trabajadores free lance, esa especie de gente que está en la profesión de visita, que hoy dirigen una cosa y mañana otra. El paso de un hombre por el arte debe ser su paso por la vida. Una vez declaré que el teatro es la crisis, porque el arte es la crisis. El arte nace de la crisis. Es un estado de compulsión interior. Es un acto de felicidad, pero lo que es un clima de angustia. Cuando se culmina bien llega el vacío. No hay nada más sorprendente como el estado de vacío que llega después de un estreno. Ya la historia no es enteramente de uno, ya es de todos, ya tiene su propia vida, los personaje existen por si solos. Por eso, sí pudiera desaparecer el día del estreno, después de la función, lo haría. Para mí el día del estreno es un día de ruptura profunda, porque es como una familia a la que de pronto se le casa los hijos y esa noche se van de luna de miel y dejan la casa paterna. De cualquier manera, creo que los artistas se crecen en las crisis, estas son como un desafío a la voluntad, a los valores más profundos de la condición humana.
¿Cree usted que el arte debe tener un compromiso político?
 Creo que estoy más cerca de lo que dice César Vallejo: El arte verdadero es el que modifica químicamente al hombre y por eso es revolucionario. El arte es revolucionario porque modifica las esencias fundamentales de la condición humana y no porque está al servicio de una ideología determinada porque deja de ser arte. 
¿Y de la crisis del teatro que puede decirnos?
Se habla de crisis en el teatro, pero ha sido siempre una crisis permanente; es una expresión verdaderamente creativa que no está sujeta a ninguna ley; es imprevisible. En Venezuela hay crisis de creatividad, aunque se han dado logros gremiales que indican madurez, como la recuperación de los festivales nacionales; en los últimos tiempos hay un marcado descenso cualitativo, como una especie de modorra en el teatro venezolano. Hay como una falta de audacia en los planteamientos teatrales. Yo creo que aquí hay que promover la investigación creadora, que el Estado invierta en eso, que exija con su inversión una vaina tan buena que esa inversión se justifique.
¿La causa de esa modorra?
La lucha contra la rutina es fundamental para el creador. La televisión consume su propio esfuerzo, hace que el televidente se olvide pronto de lo que hizo ayer, y la publicidad insiste en lo que va a presentar mañana. El creador teatral en televisión está condenado a muchas horas de trabajo continuo y enajenante. La televisión es suicida para un dramaturgo.
¿Qué saldrá de los festivales internacionales de teatro para el teatro venezolano?
 Una revolución química entre los creadores y el público. No habrá frutos inmediatos, pero, como decía García Lorca, el teatro es un barómetro. Yo creo que hace falta una violencia creadora. El teatro no debe ser pensado en función comercial porque es lo deficitario del mundo, su ganancia es el beneficio que obtiene el hombre mismo
¿Hacia dónde va Rajatabla?
Ahora no sabemos hacia dónde vamos; montamos un espectáculo muy grande, creo que el más importante desde todo punto de vista: Peer Gynt, de Ibsen; realizó una pretemporada en Caracas de ocho funciones, en 1991. Fue un profundo desafío por la relación con el público, el espectáculo duraba cuatro horas y media; estaba dividido en tres actos. En esencia, el personaje se enfrentaba a dos opciones: o ser el mismo o bastarse a sí mismo. El próximo montaje será La tempestad de Shakespeare, que estrenaremos en agosto, de 1991, en el Festival Latino de Nueva York, al aire libre en el Central Park. En dicha obra hay frase que dice, el protagonista: estamos hechos de la misma materia de los sueños. Eso es precisamente, lo que nosotros hacemos: unas veces un sueño, en otras ocasiones una pesadilla.

Yo,Nicolás Curiel cumplo 90

Llegó a los 90 y amenaza seguir viviendo para que no lo olviden jamás.

El teatro es transcripción de la vida,' espejo de la naturaleza' (Shakespeare), pero ese reflejo fiel se logra a través de medios específicos: no fabricando una realidad falsa sino haciendo haciéndola más real aun destacando su esencia gracias al prestigio del arte. Sobre la escena nada de superfluo, sólo lo estrictamente necesario al actor: el tablado por dónde camina, los trajes con que se viste, la silla o el banco en que se sienta, la mesa en que escribe, y la luz: el juego del día y de la noche”.
Así lo escribió, el director Nicolás Curiel en el programa de mano de su espectáculo Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, el cual a las nueve de la noche del martes 9 de abril de 1957 lanzó al Teatro Universitario de la Universidad Central de Venezuela, en el Aula Magna. ¡Historia pura! 
Ahí comenzó el TU su aporte para el desarrollo de las artes escénicas a lo largo de los siguientes años. Después fue absorbido por la burocracia y convertido en otro grupo estudiantil más, pero su aporte original nadie se la niega, tal como lo reitera su “fundador” Nicolás Curiel (Caracas, 1928).
De ese primer montaje se hicieron cinco funciones a sala llena, pero la primera representación fue un gran mitin, donde, entre los tres mil espectadores, estaban agazapados unos, maquillados otros, los más destacados líderes de la resistencia contra el régimen del general Marcos Pérez Jiménez. "Teníamos seis meses tratando de realizar este montaje, pero el coronel Damián, que era quien maneja la seguridad de la UCV, no me dejaba ante los problemas políticos que estaban desmoronando la dictadura. Nos pusieron miles de trabas para impedir que se mostrara. Hasta que al final se hizo y la oposición lo convirtió en un mitin extraordinario de rechazo a la tiranía. Era un montaje desprovisto de su religiosidad característica y se convirtió en una denuncia del abuso del poder, por lo cual el público coreaba ‘Ve-ne-zue-la’ cada vez que la heroína era estrujada por el odioso comendador”.
De ese primer espectáculo solamente se hicieron cinco funciones en Caracas y después fueron de gira al interior, tras lo cual Nicolás (el hijo mayor de Humberto y Carmen Acosta de Curiel) impuso el TU no sólo en la geografía nacional sino que cruzó las fronteras, dándole positivos titulares de prensa y reivindicando al teatro criollo. Salió de ahí, en 1968, a consecuencia del Mayo francés y sus efectos en la Venezuela de entonces. Hizo unos 40 montajes. Ahí se formaron actores, actrices y directores como José Ignacio Cabrujas, Herman Lejter, María Cristina Lozada y Gustavo Rodríguez entre otros más. Además capacitó a los espectadores, porque sin ellos no existe el teatro como tal.
No se ha jubilado,”porque los teatreros cuando nos retiramos es por algo definitivo”. Se gana la vida, entre otras cosas, como profesor en la Escuela de Artes de la UCV y hasta ha regresado al TU para ayudar a superar “una crisis interna” y poner en la mejor orbita estética a los estudiantes interesados en el viejo arte de Tespis. Es, por invitación del director de Cultura, Domingo García, una especie de asesor y al parecer sus consejos están dando “frutos”. ¿Cambiará otra vez el TU?¡El tiempo dará la respuesta!
Nicolás, de familia coriana, quien admite que él pertenece a “la generación del culito abrillantado, la cual se vino a la capital y no quiso saber más de su pueblo”, hace algunos fue   noticia porque el gobierno de Francia le concedió “una alta condecoración”: Officier de l’ordre des arts et des lettres, como se lo comunicó el ministro de Cultura y Comunicaciones de la República Francesa, Renaud Donnedieu de Vabres. ”Me la dieron por mis largos 60 años de actividad teatral, la cual comencé aquí, en el Liceo Fermín Toro, con Alberto de Paz y Mateos, trabajando en unos entremeses de Cervantes y con la pieza Donde está la marca de la cruz de Eugene O´Neill, en 1948, para después proseguir en Francia con Gordon Craig y Jean Luis Barrault, como lo historió mi alumna Erubí Cabrera”.
Brecht de nuevo
Nicolás, que no niega sus simpatías y militancia con el socialismo bolivariano, recibió un homenaje por parte de la Compañía Nacional de Teatro y para ello el director Eduardo Gil,de esa época, organizó una especie de lectura dramatizada del espectáculo Yo, Bertold Brecht, el cual posteriormente fue “teatralizado” debidamente para abrir la temporada 2008 de la CNT. ”Ese montaje lo hice yo durante la cuarta república, precisamente cuando la democracia de Betancourt se puso a matar estudiantes y guerrilleros sin contemplaciones. Era una especie de cóctel, el cual no duraba más de una hora y diez minutos. Ahí yo hacía una especie de biografía teatral de Brecht, usaba algunos de sus poemas y fragmentos de las canciones y los textos de su pieza La ópera de tres centavos. Yo estaba en escena y encarnaba a Brecht y leía sus textos, mientras que Freddy Galavís, Alberto Sánchez, Álvaro de Rosson, Elizabeth Albahaca y Lucía Guitlitz (mi compañera de vida y madre de mis dos hijos) contestaban con algunos fragmentos. El lema nuestro era que ‘la violencia se combate con la violencia' pero lo nuestro era el teatro y su metralla ideológica”.
Para el homenaje que le hace la UCV, un doctorado honoris causa, por sus 90 años de vida útil, está lúcido para recibir tal honor, el cual se se realizara este lunes 16 de abril en la Escuela de Artes., en las horas de la mañana.

domingo, abril 08, 2018

"Volcanes sobre el Mapocho" para no olvidar aquel venezolano abril de 2002

Alberto Ravara, Humberto Orsini y Angela Carrillo de Rengifo.

El espectáculo teatral Volcanes sobre el Mapocho, centrado en el sangriento Golpe de Estado del general Augusto Pinochet contra el presidente Salvador Allende, se presentará los próximos días viernes 13 y sábado 14, a las 5pm, en la sala Anna Julia Rojas de Unearte, para que así los caraqueños no olviden jamás lo que pasó con el comandante Hugo Chávez Frías durante aquellos sangrientos sucesos del 11,12 y 13 de abril de 2002 aquí en Caracas.
¿Por qué recordar aquello?, se preguntará algún espectador menor de 40 años o alguien que habiendo conocido aquella ordalía sureña (a la cual se sumaron las dictaduras argentinas, uruguayas y paraguayas, para esa época), se  preocupe ante la resurrección del fantasma del golpismo que ronda  en este continente de norte a sur.
Aquel martes11 de septiembre de 1973 es inolvidable en la nación chilena y en los corazones de quienes, allende las fronteras físicas, creemos y luchamos por la democracia, la libertad y los derechos humanos. Una sórdida guerra civil contra el Poder Ejecutivo desembocó en una rebelión militar y la instalación de una junta que gobernó a la nación chilena a lo largo de 18 años. Todavía los balances de tal locura genocida no están cerrados, pero es posible que algún día se sepa todo lo que pasó, cómo reiniciaron sus vidas los sobrevivientes y como las nuevas generaciones avanzan para que nunca más se repita otra felonía similar.
Al año siguiente de aquella masacre pinochetista, aquí en Caracas se conoció la pieza teatral Volcanes sobre el Mapocho, donde César Rengifo (Caracas, 1915-1980) propuso una esclarecedora reflexión sobre esa rebelión castrense y el gobierno surgido y acrecentado, durante 18 años, al servicio de las clases dominantes chilenas, las empresas transnacionales y el gobierno imperialista de Estados Unidos de América, como lo confesó Henry Kissinger, secretario de Estado para ese entoncesdurante el régimen de Richard Nixon.
Una vez más, Rengifo usó el teatro como cátedra para denunciar las masacres de obreros e intelectuales por razones económicas y para impedir el desarrollo cultural de las naciones americanas, porque a este continente lo quieren o lo necesitan únicamente por sus recursos naturales y sus yacimientos de materias primas y/o estratégicas, para sostener a otros sectores de un mundo supuestamente más civilizado.
Es pues Volcanes sobre el Mapocho un teatro político sin metáforas ambiguas, que deja contundentes enseñanzas sobre la historia americana para que los pueblos reflexionen sobre reveses y victorias del pasado y pueda andar en el presente y futuro cercano y hasta construir sueños. Rengifo plasma ahí el drama de dos maestras en una escuela de Santiago y como ellas se debaten entre salvar sus vidas y sus alumnos o combatir contra la poderosa rebelión militar.
Una vez más, Rengifo usa el teatro como catedra  para apoyar al desarrollo cultural de las naciones americanas, porque a este continente lo quieren o lo necesitan únicamente por sus recursos naturales y sus yacimientos de materias primas y/o estratégicas, para sostener a otros sectores de un mundo supuestamente más civilizado.Es teatro político sin metáforas ambiguas, que deja contundentes enseñanzas sobre la historia americana para que los pueblos reflexionen sobre reveses y victorias del pasado y pueda andar en el presente y futuro cercano y hasta construir sueños. Rengifo plasma ahí el drama de dos maestras en una escuela de Santiago y como ellas se debaten entre salvar sus vidas y sus alumnos o combatir contra la poderosa rebelión militar.
Y ahora, para exaltar al autor Rengifo, a 103 años de su natalicio, y para que los venezolanos repasen esa nefanda saga, la agrupación IIAVE Teatro de los Invisibles, liderada por Alberto Ravara, en coproducción con la Compañía Nacional de Teatro, presentan, de nuevo, una versión de Volcanes sobre el Mapocho, la cual ya habían estrenado el 14 de mayo de 2009 en el Celarg
El espectáculo para este 2018 sorprende gratamente por la presencia de una nueva y vigorosa generación de comediantes al lado de artistas como  Lilybell Trejo, Lidsay Castro, Jesús Colina, Rafael Callejas, Juan Rivas, Yordano Marquina, Irwin Coa, Francisco Fainete,   Hernán Canino, Luis Peroza, Tito Tadeo, Robert Cedeño y Jorge Dacar, entre otros.
Alberto Ravara, el versionista y director general de este Volcanes sobre el Mapocho, advierte que la pieza breve de César Rengifo tiene una gran fuerza dramática y épica, a la par que deja grandes enseñanzas sobre la historia reciente de Latinoamérica. "Pensamos que los pueblos debemos reflexionar sobre los reveses del pasado para poder caminar con paso firme en el presente. Para IIAVE-Teatro de los Invisibles esta lectura dramatizada a la cual le hemos hecho versión y bocetos de una ambiciosa puesta en escena es una experiencia conceptual y estética que nos permite seguir desarrollando nuestro proceso de crecimiento y formación integral. No hay que olvidar que IIAVE-Teatro de los Invisibles es un colectivo teatral que viene trabajando desde hace varios años en la búsqueda conceptual y estética al servicio de las mayorías nacionales. Trabaja con espectáculos y brinda talleres de formación en diversas comunidades y centros culturales de Venezuela. Desarrolla trabajos teatrales para niños, jóvenes y adultos. Creemos en lo que hacemos y por eso trabajamos para las comunidades”.
¡Esa herida en la vida americana sigue abierta!


Develario prosigue temporada de la CNT

El autor-director  y su equipo fiel y comprometido.
Con su obra Develario nutre la agenda de estrenos de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) para este movido año 2018. Nos referimos al teatrero Rodolfo Porras. Y si Dios, las autoridades, además de los designios de la indomable naturaleza, no lo impiden, la estará mostrando a principios del venidero mes de mayo, acompañado por los comediantes Arnaldo Mendoza, Adrián Bustamante,Ludwig Pineda, Maria Alejandra Tellis, Celeste Gil, Darío Soto y Ronny Mújica, por ahora.
Develario fue escrita al estilo de la novela negra, o el cine negro. Utiliza los ingredientes emblemáticos de este género. “Pero yo diría que a la hora de buscar influencias, la pieza se acerca más a Bertolt Brecht que a Raymond Chandler. Es decir, Develario es una pieza política, que trata de alejarse del panfleto, del mensaje directo. En ese sentido, sin embargo, es como cualquier pieza teatral, porque todas responden a una ideología, a una postura filosófica y política. No hay pieza que no tenga esas características. Desde el más puro teatro comercial, pasando por piezas pretendidamente asépticas o con intenciones meramente estéticas, terminando en los más rancios panfletos de derecha o izquierda. Con Develario pretendo que el público se encuentre con un texto y una puesta que le permita un goce estético, se divierta y pueda entrar en contacto con la posibilidad de leer la realidad más allá de lo aparente. El elenco tiene un nivel actoral excelente, así que si logro engranar con tino los otros componentes que implican la puesta en escena, vamos a dar un buen espectáculo”, dice Porras.
“Mi vínculo con el teatro se inició desde muy niño, porque siendo hijo de una teatrera, como Isabel Hungría, el oficio era parte de la cultura familiar. Cuando tenía como diez años me dio por escribir cuentos que, supongo, eran muy malos, o por lo menos muy cándidos. De uno de ellos salió mi primera pieza El héroe de Ratolandia que fue hecha para títeres. Entonces, desde niño ayudé en la escenografía, en el servicio de escena, vi ensayos, hice un ingenuo intento de dramaturgia y de hecho viví una temporada en un teatro. Soy hijo de Luis Porras y tengo tres hermanos. Y llevo algo así como 58 años en estos avatares. Llevo 18 obras… y ni idea de cuantas por venir”.
¿Satisfecho?
Soy un ser humano feliz, pero eso no quiere decir que esté satisfecho…la sensación y la certeza de completitud es enorme, cosa que me obliga a seguir haciendo, pensando, dudando, equivocándome… las satisfacciones que funcionan, a mi criterio, son las circunstanciales, las perecederas. De hecho tengo la sensación de que las satisfacciones permanentes son una especie de fracaso. A parte del aprendizaje que significa haber convivido y crecido vinculado a la actividad teatral, yo estudié formalmente en el IFAD, y recibí una enseñanza privilegiada, dada la pléyade de profesores que me tocaron en suerte. Luego me integré al Teatro Universitario de la UCV, bajo la tutela de Luis Márquez Páez, me hice escenógrafo profesional por las enseñanzas de Ramón Aguirre, con quien trabajé en teatro y el cine, hasta que me independicé en ese oficio. En la Escuela de Letras, no sólo fui alumno sino preparador de Eduardo Gil. Es decir, tengo un aprendizaje formal. Por supuesto, que también hay un aprendizaje informal que implica el roce en el oficio y la adquisición de unas herramientas de manera autodidacta, como creo que es el proceso de aprendizaje de todo el que se dedica a aprender una disciplina. En relación a esa otra parte de la pregunta referida a que si estoy dispuesto a impartirla, creo que no se puede hacer teatro sin compartir el conocimiento, el aprendizaje, la experiencia, los ignorares y los saberes. El teatro es una actividad colectiva, gregaria y de constante aprendizaje. 
Teatro comprometido con quién y por qué
Eso me pregunto yo ¿Con quién y por qué? Vuelvo a lo mismo: todo teatro es comprometido, hasta el muy malo. Hay un teatro comprometido con el dinero, otro que está comprometido con la religión, hay un teatro comprometido hasta los tuétanos con la vanidad, otro más con el arte en sí mismo, otro con posturas políticas… lo que es difícil, si no imposible es que exista un teatro no comprometido. He escrito y llevado a escena obras comprometidas con el ideario político revolucionario, otras con la libertad, otras con la diversión, alguna más con la literatura, todas con varias cosas a la vez. Cuando se habla de teatro comprometido se suele aludir al  político o al  militante… yo he escrito eso que llaman teatro de urgencia o panfletario, pero no es lo que más me gusta, de hecho no me interesa… Creo que el teatro, el arte en general tiene un compromiso con la vida, lo humano, la justicia, y también tiene un compromiso con altos contenidos estéticos y filosóficos. El arte, el teatro tiene la capacidad de colocar al artista y a su receptor en una atmósfera, en una sintonía especial que lo hace mirarse y mirar al otro con libertad, con amor por lo humano y sus capacidades creadoras. Ese es el compromiso intrínseco del arte, pero es el más fácil de eludir, casi siempre en nombre de esos otros compromisos.
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