jueves, septiembre 01, 2016

Alertas ante el endoracismo

Los artistas venezolanos se atrevieron a mostrar en la escena el endoracismo.
El endoracismo y la endohomofobia son taras socioculturales
presentes en todas las sociedades occidentales y por eso pululan los crímenes de odio, exacerbados, sin querer queriendo, por los odios íntimos o eso que algunos llaman complejos de culpa, según investigadores.
 Gracias al cine y al teatro es posible visualizar o palpar esos defectos sociales, algunos heredados o con profundas raíces culturales y hasta se les puede buscar correctivos, tras respectivas catarsis de las audiencias, y lograr o conseguir que los nefastos indicadores disminuyan, no mañana sino en los tiempos venideros.
Por eso, desde aquí, recomendamos a los lectores que traten de ver la película venezolana Desde allá de Lorenzo Vigas y Fabulación, el espectáculo que cierra el Segundo Festival de Teatro Estadounidense, en El dedal, mágico microespacio de la Caja de fósforos. ¡Porque vendrán tiempos mejores!
No vamos a detallar aquí al largometraje de Vigas –nunca ese León de Oro 2015, premio conquistado en Venecia, fue tan merecido- donde un atormentado gay voyerista (Armando) sacrifica el amor puro nacido de su romance de turno (Elder) y lo entrega a la autoridades para que pague por un crimen al cual fue incitado por él mismo personaje homoerótico. Muestra fehaciente de la endohomofobia, que ojala el público venezolano así lo vea y saque sus conclusiones.
Es posible que así comprendan más y mejor lo que estamos reiterando con esta reseña periodística sobre un importante hecho artístico cultural como es un evento con ocho textos teatrales importantes, que se mostraron en no más de 125 funciones para no menos de 1000 espectadores, aproximadamente, y donde Fabulación, según nuestra óptica, puede ser el montaje más importante o más corrosivo y el que más se acerca al contexto venezolano por aquello del patético e innegable endoracismo.
Pero sí  nos acentuamos en el melodrama teatral Fabulación, de Lynn Nottage, el cual bajo la aguda dirección de Alexander Malinowski y con las actuaciones de Antonieta Colon y Layla Vargas, entre otros, enseña como Undine, gran triunfadora afroamericana pierde su estatus social  y económico, al ser estafada por un marido (latinoamericano blanco), quien la  chulea  descaradamente, y como ella se recupera de ese derrumbe social que le permite tocar tierra, rescata a su familia (los había matado falsamente en un  incendio), vuelve a usar su  primer nombre y recomienza, desde muy abajo, pero ahora así acompañada por otro afroamericano, que verdaderamente la ama,  y con una criatura recién nacida de su anterior matrimonio. Va esa pareja en pos de un horizonte nebuloso, pero donde el amor y la sinceridad se deben imponer, según la metáfora posible que propone la pieza misma.
En Fabulación, porque así lo acentuó la autora Nottage, hay una fuerte presencia de la negritud y sus creencias (la santería, entre otras), son gente pobre en lo económico, pero con básicos niveles de instrucción, y además, lamentablemente, que no solo   se rechazan y ponen trampas a sus iguales en lo sociocultural. Una prueba fehaciente del endoracismo que provoca desgracias cotidianas, no solo en Estados Unidos sino en todos aquellos países donde la negritud se manifieste y trate de salir adelante. No solo no se aceptan sino que tampoco digieren al hermano étnico y le hacen la guerra abierta o soterrada. Y por si fuera poco está presente esa maldita espada de Damocles que es el uso y la compraventa de las drogas psicotrópicas, arma de desintegración social que algunos gobiernos no han logrado, o no han querido controlar, para utilizarla, por traspuesto, como presión sobre las clases sociales menos favorecidas.
Fabulación es, además, el cierre de una temporada teatral que permite conocer como el American Dream es una tramposa utopía que solo favorece a pocos y causa la desgracia de millones de seres humanos, no solo negros o afroamericanos, integrantes de una sociedad que no ha logrado superar sus contradicciones cuando lleva más de 200 años de luchas sociales de todo tipo y son potencia mundial que además imparte conductas y maneras de vida, gracias a Hollywood y otras fábricas.
El espectáculo que consume más de 120 minutos es meteórico y revela el talento en formación del habilidoso director joven, Malinowski, quien no se puede frustrar, y de un todo un aguerrido y hermoso conjunto humano integrado por  Gustavo Rengel, Melissa Inojosa, Angel Pájaro, Mérida Ascanio, José Luis León, Nair Borges, Raul Simao, además de Antonieta y Layla, histórica pareja de negras que son principio  y presente de una generación de actrices  “de color”; porque en nuestra amada Venezuela (país mestizo) no se escribe para negros ni hay muchas oportunidades para intérpretes de ese color,  hasta que hubo que buscar un elenco adecuado con esa negritud de Fabulación y lo encontraron. ¡Gracias Orlando Arocha y Diana Volpe!


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