viernes, enero 22, 2016

Cuatro cuentos nocturnos

Tres actrices de postín.:Claudia,Valentina  y Verónica.
 Verónica Arellano, Valentina Cabrera y Claudia Nieto son diestras actrices que asumieron la tarea nada fácil de plasmar a cuatro mujeres criollas que viven situaciones críticas, a las cuales superan y prosiguen hacia adelante, según como las concibieron los escritores Gladys Prince, José Gabriel Núñez, Rubén León y Rubén Darío Gil, hasta así crear el lúdico espectáculo Cuentos nocturnos, que hace temporada en el Teatro San Martín de Caracas, bajo la correcta égida de  Rubén León.
Cuentos nocturnos, producción del grupo  Afrodiartes, auspiciada por el proyecto Fondos Concursables del Ministerio del Poder Popular para la  Cultura, más allá de ser una auténtica visión de la feminidad venezolana, es una demostración fehaciente de como sus intérpretes sí tienen talento de sobra para encarnar a  sus personajes y dar además el apoyo necesario a los de las otras. Una verdadera cátedra que debe ser vista y analizada por las nuevas generaciones actorales.
No es un montaje feminista ni nada preñado de  contenidos ideologizántes  a favor o en contra de otros u otras. Es una deliciosa y sana nostalgia de aquellos mejores tiempos idos, como son las cálidas etapas de la adolescencia, los noviazgos, los hijos y los nunca deseados divorcios, además de los cambios de conductas que brotan gracias a las nuevas tecnologías de comunicación, según las propuestas de Gladys, Núñez,  Rubén León y Gil con sus respectivos textos: Matinée, Infidely Chat,  Diestras y siniestras, y  María Marín; todo esto sobre una incesante cortina musical, con canciones, ritmos  y bailes de los años 60,70 y 80, además de temas como Desesperanza, Bésame mucho y Pa´ todo el año, que interpretan a capela o en correctos coros.
Un torbellino del pasado con mujeres que amaron y nunca lo  olvidan. El espectáculo no alcanza los 60 minutos y deja el deseo de seguir escuchando los desenlaces de las damas plasmadas, porque sus historias son comunes en esta irredenta Venezuela.

Llamamos la atención a los actuales administradores del Teatro San Martín de Caracas porque no entregan los programas de mano respectivos de cada espectáculo ni tampoco hacen promoción de los eventos programados. No sabemos de quien es la culpa, pero eso sí perjudica al público que paga -éramos siete en la  función del  16 de enero- y afecta seriamente al TSMC mismo, porque sin audiencia no hay ingresos y el fantasma del cierre vuelve a rondar, precisamente ahora que se cumplen 23 años de actividades. Por ahí existe una ordenanza de espectáculos públicos que norma esos asuntos y además recomienda la puntualidad con los horarios de las respectivas funciones. Hace falta, pues, Gustavo Ott al frente de esa estratégica sala el suroeste caraqueño.

1 comentario:

Unknown dijo...

Excelente comentario, como siempre muy acertado!
Me sumo a las líneas finales, falta gerencia en la promoción y difusión de los espectáculos presentados en esa sala, cuando fui eramos unos 15 espectadores disfrutando de tan maravilloso montaje.
Saludos.