sábado, diciembre 31, 2016

La pelicula de Cabrujas es para enero

Cabrujas en el país del disimulo es el primer estreno del cine venezolano en 2017. Se trata de una película donde se plasma la historia del escritor, dramaturgo, guionista y novelista José Ignacio Cabrujas Lofiego (Caracas, 17 de julio de 1937/ Porlamar, 21 de octubre de 1995), uno de los personajes más importantes de la cultura criolla del siglo XX. Este filme, sui generis, codirigido por Antonio Llerandi y Belén Orsini se exhibirá desde el próximo 13 de enero.
Partiendo de su infancia y abarcando las múltiples facetas que caracterizaron su universo intelectual, los cineastas Antonio Llerandi y Belén Orsini cuentan a detalle las distintas aristas del referente más significativo de las artes literarias y sociales del país en las décadas de los años 60, 70 y 80, a través de una gama de testimonios y referencias de las personas que rodearon su entorno. Una huella imborrable de nuestra historia que merece ser vista en la gran pantalla.
Pionero de la telenovela cultural y del teatro, mediante la magia de su pluma y su verbo cautivó a generaciones con historias que son fiel espejo de la cotidianidad e idiosincrasia del venezolano, un legado trascendental que continúa vigente en la actualidad y que supo definir los matices que contrastan a diario nuestra sociedad.
Los actos que conforman la trama distinguen su rol como escritor, director de teatro, ópera, articulista y guionista, en el que materializó las historias de clásicos como El pez que fuma, El rebaño de los ángeles, El escándalo y Profundo; un total de 18 guiones que fueron filmados en la época del ‘boom’ del cine venezolano; y en las tablas con joyas como El día que me quieras y Acto cultural.
Román Chalbaud, Isaac Chocrón, Ibsen Martínez, Rodolfo Izaguirre, Leonardo Padrón, Boris Izaguirre y Margot Benacerraf son algunas de las personalidades que aportan sus vivencias con Cabrujas en el filme; sumado a las dramatizaciones de obras como La soberbia del generalísimo Pío Fernández, interpretada por la primera actriz Elba Escobar, además del actor Eduardo Gil y el emblemático Gustavo Rodríguez.  
Material de archivo con declaraciones de primera mano del mismo Cabrujas hilvanan su cuento, realizado luego de más de ocho años de investigación y recopilación de su obra, dividida por los realizadores en bloques de teatro, cine, televisión, política y prensa, una visión intimista y reveladora que no dejará a nadie indiferente.
HABLA LLERANDI
-¿Por qué Cabrujas y no Chalbaud, teniendo en cuenta que uno es más conocido que el otro como cineasta?
Pienso que Cabrujas tuvo una obra más amplia que Chalbaud.  Hay que tomar en cuenta que no solo escribió 23 obras de teatro, sino 18 guiones de largometrajes de películas filmadas, más de 30 telenovelas y miniseries, más de 400 artículos de prensa, sino que también fue actor, director de teatro, director de ópera, realizador de programas de radio, conferencista y desde mi punto de vista fue el escritor más importante de la segunda mitad del siglo XX en Venezuela.  Además murió muy joven (58 años) y Chalbaud, nacido en 1931, aún está vivo y de alguna manera es ver a Venezuela a través de la óptica crítica de nuestro personaje.
-¿Qué busca y qué logra con este documental?
No es un documental sino una película, con lo cual busco o pretendo rescatar algo de la memoria perdida de Venezuela. Es una manera de contarnos a partir de lo que Cabrujas hizo. No hay que olvidar que toda su obra está profundamente enraizada en la venezolanidad, en lo que somos como país como sociedad. Pienso que recuperándolo a él estamos adentrarnos en lo que hemos sido y lo que podemos ser.
¿Partió de un guión abierto?
La idea partió de una profunda investigación de todo su trabajo, yo estuve con él en algunos de sus trabajos, lo conocía bien y además tenía mucho material de él.  José Ignacio no se caracterizaba por guardar lo que hacía, e incluso cuando Leonardo Azpárren Giménez iba a editar las obras completas de su teatro, algunas obras que no aparecían, yo las tenía, incluso la que fue su primera obra, una de un acto, llamada Baile detrás del espejo que él escribió estando en el Teatro Universitario de la UCV y que prácticamente nadie conocía, ni siquiera su viuda Isabel Palacios.  A medida que fuimos avanzando en la realización de la película, la participación de los entrevistados (hay 48) entre los cercanos a él, fueron contándonos anécdotas que enriquecieron la película, pero la estructura ya estaba pensada desde el guión, quién narra la película, a partir de sus propios textos es José Ignacio.
¿Usa material fílmico de sus obras o de las telenovelas?
Durante el proceso de investigación se encontró material de archivo donde se recrean aspectos de sus obras, de sus películas de sus telenovelas, lo cual la valora enormemente como documento histórico.
¿La familia d autorizó la realización de este biopic?
Si, la película fue hecha con la autorización expresa y notariada de su viuda, Isabel Palacios y de su hijo Diego Cabrujas, quiénes ya la vieron y manifestaron que les gustó mucho. Ellos son participes de la película y nos suministraron materiales.
DIFUSIÓN O COMERCIALIZACIÓN   
“En principio se estrena el 13 de enero en tres salas de Caracas, después recorrerá el país .Una vez que cumpla su ciclo comercial, puede difundirse a través de la televisión o de copias legales, pensamos que podría ser una película de colección por lo que en ella se narra y por lo que contiene. Es una película mía pero esta codirigida por Belén Orsini y en la realización del guión también participó Leonardo Henríquez, el montador. Igualmente vale la pena señalar que dentro de la película hay más de 50 minutos de ficción, por eso hablamos de película y no documental, pues es una película muy sui generis, donde aparece una obra completa de Cabrujas: La soberbia del generalísimo Pío Fernández, actuada por Elba Escobar, Eduardo Gil y Gustavo Rodríguez.  Fueron las últimas actuaciones de Eduardo y de Gustavo en el cine nacional, pues ambos lamentablemente fallecieron”.    

jueves, diciembre 29, 2016

El terror tiene espectadores venezolanos

Daniel Rodríguez y Sócrates Serrano,grandes protagonistas de "Terror"
“El teatro es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la edificación de un país y el barómetro que marca su grandeza o su descenso. Un teatro sensible y bien orientado en todas sus ramas, desde la tragedia al vodevil, puede cambiar en pocos años la sensibilidad del pueblo; y un teatro destrozado, donde las pezuñas sustituyen a las alas, puede achabacanar y adormecer a una nación entera”.
Así lo pensó y así lo dijo Federico García Lorca, hacia 1934, después del estreno de su Yerma en España. Y lo recordamos para introducir el resumen de nuestro balance de la actividad teatral en Caracas durante este 2016, donde destacamos 19 montajes, y celebrar así al que consideramos el mejor espectáculo, el diamante de la temporada que ha culminado: Terror.
INTRODUCCION
Pero antes debemos recordar que entre los 19 espectaculos seleccionados, Yo, Federico  de Jan Thomas Mora Rujano, Los amantes inconstantes de Fernando Azpúrua, Donde caerme viva, de Elio Palencia, Proyecto Laramie de Moisés Kaufman y  El próximo otoño de Geoffrey Nauffts, denunciaron como las discriminaciones hacia algunas conductas sexuales de hombres y mujeres están muy presentes en la sociedad venezolana y le desgracian la vida  a muchos y muchas, además del sufrimiento de  sus familiares; mientras se espera que el TSJ, tras aceptar las adopciones parentales (gays), apruebe el matrimonio o uniones civiles, entre otras cosas para la comunidad LGTB. La homofobia está viva y campante, porque es un agudo problema cultural con no menos de 500 años de oscuridad, y por eso el buen teatro es un idóneo campo de batalla.
Llamamos la atención sobre el buen teatro relacionado con los problemas cotidianos de seres de otras latitudes, como lo materializaron El loco y la camisa, bien puesto por Diana Volpe; La escala humana, dirigido por Pedro Borgo; Rojo, comandado por Daniel Dannery. Mientras que variopintos personajes venezolanos desafiando a sus complejos destinos fueron aplaudidos en Peludas en el cielo de Gustavo Ott, con dirección   de Carlos Arroyo; Triangulo de Cabrujas-Chocrón-Chalbaud, resuelto por Federico Pacanins, y Alias el Papi de Luis Vicente González.  
Carlos Arroyo y su valiosa agrupación de Guanare escenificaron Robinson en la casa de Asterión, del dramaturgo Tomás Jurado Zavala, memorable texto sobre nuestro héroe civil Simón Rodriguez y lo llevaron con orgullo a Colombia, donde fueron aplaudidos.
Javier Vidal logró mostrar Escrito y sellado, donde desnudó a Isaac Chocrón y el hizo lo mismo con su Tal para Cual, estrujante espectáculo que ficciona su vida matrimonial y artística de más de 30 años con la excelente actriz Julie Restifo. Ejemplares son su sinceridad y su desenfado escénico.
Franz y Albert, gracias a la magia del dramaturgo argentino Mario Diament, plasmó un encuentro de ficción entre Albert Einstein y Franz Kafka, en la Praga de 1911. Memorable trabajo actoral de Antonio Delli y Luigi Sciamanna. Es el lanzamiento como productor del publicista Douglas Palumbo.
La crema y nata, escrita y dirigida por Elvis Chaveinte, demostró que la realidad de las cárceles venezolanas puede servir para un aleccionador y divertido show teatral. La granada, del argentino Rodolfo Walsh, versionada y traída al actual contexto criollo por Carlos Armas, lanzó a la nueva directora Angélica Arteaga.
SINIESTRO PERSONAJE
Edmundo Chirinos estuvo en escena por el unipersonal Sangre en el diván: el extraordinario caso del Dr. Chirinos, basado en el libro de Ibéyise Pacheco, dirigido y actuado magistralmente por Héctor Manrique. Ahí, el ex rector de la UCV, miembro de la Asamblea Constituyente, psiquiatra de tres expresidentes y hasta candidato presidencial del PCV, esta semidesnudo y reposando en un diván blanco en medio de un alba habitación que puede ser celda o consultorio. Se viste parsimoniosamente para revelar, muy convincentemente, lo que fue su vida profesional e íntima, haciendo énfasis en sus relaciones amatorias, causando hilaridad por el cinismo de sus cuentos o por la ingenuidad de sus juicios de valor sobre sus coterráneos. Llega a producir conmiseración porque estaba enloqueciendo y no se sabía ni tampoco la sociedad se enteró hasta que mató a una paciente. Una pieza que abofetea a las autoridades que nunca supieron lo que él verdaderamente hacía. Paz a sus restos, pero el teatro lo enseña como era o fue.
METAFORA
¿Cómo exponer sobre las tablas la sangrante y continua herida del terrorismo? El teatro ha sido espejo y caja de resonancia del sentimiento común y compartido por gran parte de la sociedad mundial: el temor, las dudas, la perplejidad, la inseguridad. El diamante de la temporada fue, pues, Terror, aleccionadora obra del escritor y abogado penalista alemán Ferdinand von Schirach. Es posible que regrese para el 2017.
Este espectáculo creó serios interrogantes entre los teatromaníacos recién se anunció que sería presentado en el Trasnocho Cultural. Nunca antes en la historia del teatro criollo se mostró un montaje con esas características, además de la temática y su precisa argumentación, exigía como colofón la puntual participación del público, al finalizar el único acto, de 100 minutos.
 Terror es, pues, un juicio a un militar, quien decide derribar un avión civil con 164 pasajeros, que vuela entre Berlín y Múnich. Este dilema ético de condenar o absolver al mayor Lars Koch es el planteamiento de Terror. Es un montaje que a partir de la difícil decisión de salvar unas vidas a costa de otras explora los rincones oscuros de la conflictiva personalidad humana. La aeronave es secuestrada por un terrorista y amenaza lanzarla contra el estadio de fútbol, donde esa noche juegan las selecciones nacionales de Alemania y el Reino Unido. Las autoridades germanas mandan a contactar visualmente  la aeronave con uno de sus  aviones cazas, tratando así de ganar tiempo para una negociación, pero el piloto  militar opta por destruir la aeronave civil, porque de lo contrario perecerían, por lo menos, 70 mil personas que presencian el encuentro futbolístico. ¿El mayor Lars Koch, piloto del avión caza está en la necesidad de responder? ¿Cuáles son sus órdenes? ¿En caso de qué, él debe derribar el avión de pasajeros cuando los terroristas no cedan? El reloj no se detiene, y Lars Koch toma una decisión. Unas semanas más tarde se debe justificar ante un tribunal del jurado.
Es una pieza que ha tenido notable éxito de crítica y de público en Europa y la cual se muestra en Venezuela gracias al Instituto Goethe, porque plantea, entre otras cosas, una serie de interrogantes sobre los roles del Estado y la sociedad civil. ¿Qué ocurre cuando un avión es secuestrado por terroristas y amenazan lanzarlo sobre un estadio de fútbol? ¿Qué sucede si el terror domina nuestra vida cotidiana? ¿Qué significados tienen lo legal, lo moral y lo filosófico en nuestra sociedad al ocurrir una situación tan excepcional?  ¿Se puede violar la dignidad humana si supuestamente hay más personas que se pueden salvar? ¿Está preparada Venezuela para una situación real como la propuesta en Terror?
El director Héctor Manrique y la productora Carolina Rincón sabían a lo que se exponían pero no titubearon y por eso con  los interpretes María Cristina Lozada (sustituida  en ocasiones por Julie Restifo), Sócrates Serrano, Martha Estrada, Daniel Rodríguez, Juan Vicente Pérez, María José Castro y Eduardo Pinto, además del mismo Manrique, estrenaron Terror, el 8 de julio y realizaron hasta el 11 de diciembre un total de 68 funciones en Caracas, Valencia y Barquisimeto, para contabilizar así 19.195 espectadores. Récord envidiable.
Lo interesante de este montaje, además de su complejo tema, es que el público, en funciones de jurado, participa en el juicio que se le hace al protagonista, votando y decidiendo sobre su futuro. Las autoridades alemanas le abren un juicio al piloto,   para que sea sentenciado: inocente o culpable, por un jurado popular. A partir de ese suceso de ficción se desarrolla un proceso el cual culmina con un veredicto por parte del público que recibe sendas tarjetas para votar: Inocente o Culpable, para liberar al piloto acusado o mandarlo a la cárcel. Se transforma así al “crítico de las mil cabezas” en un colectivo que perdona o condena a los personajes teatrales. Aquí en Caracas, más Valencia y Barquisimeto, las votaciones fueron: 8.017 Culpables y 11.178 Inocentes, tras un total de 68 funciones. ¿Por qué perdonaron al piloto? ¿Por qué querían condenarlo?
El público caraqueño descubrió lo que ocurría con este espectáculo y llegaba a la taquilla preguntando por la obra “donde podemos votar” y tras hacer sus cálculos aceptó someterse a tan singular ceremonia teatral.  ¿Cómo votar? ¿Qué pensó después 

lunes, diciembre 26, 2016

La historia de Cabrujas al cine

Antonio Llerandi reaparece con película sobre Cabrujas.
La historia de Cabrujas es el primer estreno del cine venezolano en 2017. Se trata de Cabrujas en el país del disimulo, donde se plasma la historia del escritor, dramaturgo, guionista y novelista José Ignacio Cabrujas Lofiego (Caracas, 17 de julio de 1937/ Porlamar, 21 de octubre de 1995), uno de los personajes más importantes de la cultura venezolana del siglo XX. Este filme, una película sui generis, codirigido por Antonio Llerandi y Belén Orsini se muestra en las salas del país desde el próximo 13 de enero.
Partiendo de su infancia y abarcando las múltiples facetas que caracterizaron su universo intelectual, los cineastas Antonio Llerandi y Belén Orsini cuentan a detalle las distintas aristas del referente más significativo de las artes literarias y sociales del país en las décadas de los años 60, 70 y 80, a través de una gama de testimonios y referencias de las personas que rodearon su entorno. Una huella imborrable de nuestra historia que merece ser vista en la gran pantalla.
Pionero de la telenovela cultural y del teatro, mediante la magia de su pluma y su verbo cautivó a generaciones con historias que son fiel espejo de la cotidianidad e idiosincrasia del venezolano, un legado trascendental que continúa vigente en la actualidad y que supo definir los matices que contrastan a diario nuestra sociedad.
Los actos que conforman la trama distinguen su rol como escritor, director de teatro, ópera, articulista y guionista, en el que materializó las historias de clásicos como El pez que fuma, El rebaño de los ángeles, El escándalo y Profundo; un total de 18 guiones que fueron filmados en la época del ‘boom’ del cine venezolano; y en las tablas con joyas como El día que me quieras y Acto cultural.
Román Chalbaud, Isaac Chocrón, Ibsen Martínez, Rodolfo Izaguirre, Leonardo Padrón, Boris Izaguirre y Margot Benacerraf son algunas de las personalidades que aportan sus vivencias con Cabrujas en el filme; sumado a las dramatizaciones de obras como La soberbia del generalísimo Pío Fernández, interpretada por la primera actriz Elba Escobar, además del actor Eduardo Gil y el emblemático Gustavo Rodríguez.  
Material de archivo con declaraciones de primera mano del mismo Cabrujas hilvanan su cuento, realizado luego de más de ocho años de investigación y recopilación de su obra, dividida por los realizadores en bloques de teatro, cine, televisión, política y prensa, una visión intimista y reveladora que no dejará a nadie indiferente.
HABLA LLERANDI
-¿Por qué José Ignacio Cabrujas y no Román Chalbaud, teniendo en cuenta que uno es más conocido que el otro como cineasta?
Pienso que Cabrujas tuvo una obra más amplia que Chalbaud.  Hay que tomar en cuenta que no sólo escribió 23 obras de teatro, sino 18 guiones de largometrajes de películas filmadas, más de 30 telenovelas y miniseries, más de 400 artículos de prensa, sino que también fue actor, director de teatro, director de ópera, realizador de programas de radio, conferencista y desde mi punto de vista fue el escritor más importante de la segunda mitad del siglo XX en Venezuela.  Además murió muy joven (58 años) y Chalbaud, nacido en 1931, aún está vivo y de alguna manera es ver a Venezuela a través de la óptica crítica de ese personaje.
-¿Qué busca y qué logra con este documental?
No es un documental sino una película, con lo cual busco o pretendo rescatar algo de la memoria perdida de Venezuela. Es una manera de contarnos a partir de lo que Cabrujas hizo. No hay que olvidar que toda su obra está profundamente enraizada en la venezolanidad, en lo que somos como país como sociedad. Pienso que recuperándolo a él estamos adentrarnos en lo que hemos sido y lo que podemos ser.
¿Partió de un guión abierto?
La idea partió de una profunda investigación de todo su trabajo, yo estuve con él en algunos de sus trabajos, lo conocía bien y además tenía mucho material de él.  José Ignacio no se caracterizaba por guardar lo que hacía, e incluso cuando Leonardo Azpárren Giménez iba a editar las obras completas de teatro, algunas obras que no aparecían, yo las tenía, incluso la que fue su primera obra teatral, una de un acto llamada "Baile detrás del espejo" que él escribió estando en el Teatro Universitario de la UCV y que prácticamente nadie conocía, ni siquiera su viuda Isabel Palacios.  A medida que fuimos avanzando en la realización de la película, la participación de los entrevistados (hay 48) entre los cercanos a él, fueron contándonos anécdotas que enriquecieron la película, pero la estructura ya estaba pensada desde el guión, quién narra la película, a partir de sus propios textos es José Ignacio.
¿Usa material fílmico de las obras teatrales o de las telenovelas?
Durante el proceso de investigación se encontró material de archivo donde se recrean aspectos de sus obras, de sus películas de sus telenovelas, lo cual la valora enormemente como documento histórico.
¿La familia de Cabrujas autorizó la realización de este biopic?
Si, la película fue hecha con la autorización expresa y notariada de su viuda, Isabel Palacios y de su hijo Diego Cabrujas, quiénes ya la vieron y manifestaron que les gustó mucho. Ellos son participes de la película y nos suministraron materiales.
¿Cómo será la difusión o comercialización del producto?
En principio se estrena el 13 de enero en tres salas de Caracas, después recorrerá el país .Una vez que cumpla su ciclo comercial, puede difundirse a través de la televisión o de copias legales, pensamos que podría ser una película de colección por lo que en ella se narra y por lo que contiene.
Es una película mía pero esta codirigida por Belén Orsini y en la realización del guión también participó Leonardo Henríquez, el montador. Igualmente vale la pena señalar que dentro de la película hay más de 50 minutos de ficción, por eso hablamos de película y no documental, pues es una película muy sui generis, donde aparece una obra completa de Cabrujas: La soberbia del generalísimo Pío Fernández, actuada por Elba Escobar, Eduardo Gil y Gustavo Rodríguez. Fueron las últimas actuaciones de Eduardo y de Gustavo en el cine nacional, pues ambos, lamentablemente, fallecieron.    .
Ficha técnica
Dirección y producción: Antonio Llerandi y Belén Orsini. Dirección de fotografía y cámara: Víctor Pérez. Dirección de arte: Diego Rísquez. Música original: Gonzalo Grau. Edición: Leonardo Henríquez. Guión: Antonio Llerandi, Belén Orsini, Leonardo Henríquez. Sonido de campo: Franklin Ostos. Mezcla de sonido: Darío Peñalosa. Supervisor de sonido: Mario Nazoa. Casting: Sheila Monterola.
Ficha artística
Gustavo Rodríguez (+), Elba Escobar, Eduardo Gil (+), Ibsen Martínez, Aroldo Betancourt, Luis Rivas, María Alejandra Martín, Rosmel Bustamante, Dan Dávila, Rolando Peña, Caridad Canelón, Tania Sarabia, Sheila Monterola, Jeysell Correia, Giselle Parra, Jaro José Vargas, Luis Betancourt, Douglas Higinio, Alexander Solórzano y José Luis Useche.



Cabrujas en el país del disimulo

La historia de Cabrujas es el primer estreno del cine venezolano en 2017.Este filme, un documental, codirigido por Antonio Llerandi y Belén Orsini se estrena en las salas del país el próximo 13 de enero. 
Se trata de Cabrujas en el país del disimulo, donde se plasma la historia del escritor, dramaturgo, guionista y novelista José Ignacio Cabrujas Lofiego (Caracas, 17 de julio de 1937/ Porlamar, 21 de octubre de 1995), uno de los personajes más importantes de la cultura venezolana en el siglo XX.
Partiendo de su infancia y abarcando las múltiples facetas que caracterizaron su universo intelectual, los cineastas Antonio Llerandi y Belén Orsini cuentan a detalle las distintas aristas del referente más significativo de las artes literarias y sociales del país en las décadas de los años 60, 70 y 80, a través de una gama de testimonios y referencias de las personas que rodearon su entorno. Una huella imborrable de nuestra historia que merece ser vista en la gran pantalla.
Pionero de la telenovela cultural y del teatro, mediante la magia de su pluma y su verbo cautivó a generaciones con historias que son fiel espejo de la cotidianidad e idiosincrasia del venezolano, un legado trascendental que continúa vigente en la actualidad y que supo definir los matices que contrastan a diario nuestra sociedad.
Los actos que conforman la trama distinguen su rol como escritor, director de teatro, ópera, articulista y guionista, en el que materializó las historias de clásicos como  El pez que fuma,  El rebaño de los ángeles, El escándalo  y  Profundo ; un total de 18 guiones que fueron filmados en la época del ‘boom’ del cine venezolano; y en las tablas con joyas como  El día que me quieras  y  Acto cultural.
Román Chalbaud, Isaac Chocrón, Ibsen Martínez, Rodolfo Izaguirre, Leonardo Padrón, Boris Izaguirre y Margot Benacerraf son algunas de las personalidades que aportan sus vivencias con Cabrujas en el filme; sumado a las dramatizaciones de obras como La soberbia del generalísimo Pío Fernández, interpretada por la primera actriz Elba Escobar y el emblemático Gustavo Rodríguez, quien aportó a este largometraje su última actuación en vida.
Material de archivo con declaraciones de primera mano del mismo Cabrujas hilvanan su cuento, realizado luego de más de ocho años de investigación y recopilación de su obra, dividida por los realizadores en bloques de teatro, cine, televisión, política y prensa, una visión intimista y reveladora que no dejará a nadie indiferente.
Ficha técnica
Dirección y producción: Antonio Llerandi y Belén Orsini. Dirección de fotografía y cámara: Víctor Pérez. Dirección de arte: Diego Rísquez. Música original: Gonzalo Grau. Edición: Leonardo Henríquez. Guión: Antonio Llerandi, Belén Orsini, Leonardo Henríquez. Sonido de campo: Franklin Ostos. Mezcla de sonido: Darío Peñalosa. Supervisor de sonido: Mario Nazoa. Casting: Sheila Monterola
Ficha artística
Gustavo Rodríguez (+), Elba Escobar, Eduardo Gil (+), Ibsen Martínez, Aroldo Betancourt, Luis Rivas, María Alejandra Martín, Rosmel Bustamante, Dan Dávila, Rolando Peña, Caridad Canelón, Tania Sarabia, Sheila Monterola, Jeysell Correia, Giselle Parra, Jaro José Vargas, Luis Betancourt, Douglas Higinio, Alexander Solórzano y José Luis Useche.

sábado, diciembre 24, 2016

Cineastas venezolanos buscan distribución mundial

Buscando mayor difusion en el mundo.
Desde el cineasta venezolano más aclamado en el Festival de Cannes hasta uno de los productores más prolíficos en épocas recientes, pasando por la película nacional más taquillera de todos los tiempos y el más exitoso aporte criollo al género del terror. Ahora, gracias a Spanglish Movies, estas cintas hechas en casa tendrán alcance mundial.
Spanglish Movies, la distribuidora internacional de películas latinoamericanas más grande del Caribe, aseguró la representación a nivel mundial de todos los títulos de los directores venezolanos Diego Rísquez y Carlos Daniel Malavé; así como las óperas primas de Alfredo Hueck, Luis Carlos Hueck, Alejandro Hidalgo, Héctor Puche, y los próximos estrenos de los debutantes Christian Márquez y Thomas Piedra.
La empresa, radicada en Puerto Rico, en solo dos años se ha convertido en un referente internacional, al especializarse en películas latinoamericanas y llevarlas  a mercados de Estados Unidos, Latinoamérica y Europa, cerrando negociaciones con canales de TV y streaming a ambos lados del continente.
El Malquerido, la más reciente realización de Diego Rísquez se convierte en una de las principales apuestas de Spanglish Movies para su presentación formal en Ventana Sur, mercado cinematográfico que se realiza en Buenos aires a fines de noviembre. Junto a ella, la distribuidora presentará películas sobre Manuela Sáenz, Francisco de Miranda y Reverón, del multipremiado director nacido en Juan Griego.
Por su parte, Solteras Indisponibles, la próxima comedia romántica del prolífico director y productor Carlos Daniel Malavé, será uno de los principales ofrecimientos de Spanglish Movies a principio de 2017, coincidiendo con su estreno en salas comerciales criollas. La empresa además ofrecerá a canales de TV de todo el mundo las anteriores producciones de este caraqueño, incluyendo cintas como El Último Cuerpo, Por Un Polvo, Las Caras Del Diablo y Azotes De Barrio.
Pero esos no son los únicos cineastas criollos que pasan a engrosar el catálogo de la única distribuidora especializada en cine latinoamericano. Paquete #3 de Alfredo Hueck, Todo Por La Taquilla de Héctor Puche y La Casa Del Fin De Los Tiempos de Alejandro Hidalgo se unen a Papita, Maní, Tostón, película que ya Spanglish Movies vendió el año pasado a canales de cable de todo el mundo como HBO Latino, Cinelatino y CaribbeanTV.
Además, Spanglish Movies asume el compromiso de acompañar a los productores criollos en sus comienzos, por lo que desde ya aseguró la distribución internacional de Caribean Drim de Christian Márquez y Los 8-6 de Thomas Piedra, cintas que verán la luz durante el 2017.
El objetivo, señala Gustavo Rodríguez-Aparicio, managing director de Spanglish Movies, es apoyar a los cineastas venezolanos a obtener nuevas rutas de distribución, garantizándoles el mayor retorno posible de la inversión, llevando el cine nacional a nuevas latitudes y creando nuevos públicos para nuestra filmografía. “Estamos interesados en conocer y apoyar nuevas propuestas e historias con nuestro sistema de distribución”, complementa.

Si desea contactar a Spanglish Movies, ingresa en www.spanglishmovies.com

viernes, diciembre 23, 2016

Los 19 mejores espectáculos del 2016

Antonio Delli  y Luigi Sciamanna en "Franz y Albert".
De la temporada teatral del 2016 que hemos reseñado, recordamos aqui sus 19 mejores espectáculos. Ellos fueron:
La escala humana de los argentinos Javier Daulte, Rafael Spregelburd y Alejandro Tantanian, y Los amantes inconstantes, versión escénica sobre el texto original de Pierre de Marivaux, dirigidos por Pedro Borgo y Fernando Azpúrua, respectivamente.
El loco y la camisa, del argentino Nelson Valente, muy bien dirigido por Diana Volpe.
Peludas en el cielo, de Gustavo Ott, ganadora del Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2015, dirección de Carlos Arroyo.
Triángulo, de José Ignacio Cabrujas, Isaac Chocrón y Román Chalbaud, dirigido por Federico Pacanins.
 Alias el Papi, de Luis Vicente González.  
Yo, Federico, de Jan Thomas Mora Rujano, creado por Dairo Piñeres y Angélica Escalona.
 Donde caerme viva, de Elio Palencia y dirección de Costa Palamides.
Proyecto Laramie, de Moisés Kaufman, dirección de Orlando Arocha.
El próximo otoño de Geoffrey Nauffts (2010), puesto en escena por Fernando Azpúrua.
Robinson en la casa de Asterión, de Tomás Jurado Zavala, dirección de Carlos Arroyo. con Aníbal Grunn y Wilfredo Peraza.
Terror de Ferdinand von Schirach, dirigida por Héctor Manrique.
Rojo, del estadounidense John Logan, con caracterización de Basilio Álvarez y la dirección de Daniel Dannery.
Franz y Albert, de Mario Diament, dirigida por Luigi Sciamanna, quien además actúo al lado de Antonio Delli. Escrito y sellado, de Isaac Chocrón, dirección de Javier Vidal, con Theylor Plaza y Gonzalo Velutini, entre otros.  
La crema y nata, escrita y dirigida  por Elvis Chaveinte.
Tal para Cual, un estrujante espectáculo del matrimonio Javier Vidal y Julie Restifo, escritura y dirección colectivas.
Sangre en el diván: el extraordinario caso del Dr. Chirinos, basado en el libro de Ibéyise Pacheco, dirigido y actuado por Héctor Manrique.
La granada, del argentino Rodolfo Walsh, versionada y traída al contexto venezolano por Carlos Armas y dirigida por Angélica Arteaga.
La temporada del 2017 comenzará con sendos montajes de las piezas de Román Chalbaud: El pez que fuma y Reina pepeada; además regresa a escena El día que me quieras de José Ignacio Cabrujas y reponen Escrito y sellado, de Isaac Chocrón, o sea que  la Santísima Trinidad sigue imperando en el teatro criollo, hasta ahora

jueves, diciembre 22, 2016

"El show de Willi" cierra temporada de cine criollo

Los venezolanos genéticamente son demócratas y por ende creen en el voto que elige o designa gobiernos .Por eso han luchado no menos de 200 años y aunque en ocasiones le fallan los elegidos, ellos (el pueblo) siguen creyendo que ese es el camino correcto y además el único, porque saben que la voz del pueblo, representada en votos, es un arma más poderosa y menos dañina que las bombas atómicas. Y eso es temible para los malos políticos.
Pero también a los venezolanos les gusta el séptimo arte y acuden en masa para disfrutar de las peliculas de los creadores foráneos y especialmente de los criollos porque les gusta verse representados en las pantallas cinematográficas. En síntesis, los venezolanos van al cine, y así lo están haciendo desde hace unos 120 años, aunque en este tormentosos 2016 se alejaron de las taquillas y para unos 25 peliculas nacionales estrenadas solamente votaron, perdón, compraron sus boletos unos 122.629 espectadores.
Los sociólogos del espectáculo aseveran que esa baja taquilla de la temporada 2016 es consecuencia de la crisis energética y de los elevados costos de los boletos que afectan los ingresos familiares, ya disminuidos por  los costos de  los alimentos, que merman así el dinero para el ocio y otros placeres. Consecuencias, pues, de la cacareada “guerra económica” del Gobierno nacional.
Y es ahora, cuando también los mismo sociólogos se rasgan la vestiduras porque el cine criollo no refleja la realidad nacional ni cosa parecida, que nos llega El show de Willi, de Fernando Venturini, con guión del mismo director, basado en una idea original del escritor Eloi Yagüe Jarque, donde se cuestiona, en lenguaje farsesco, la frivolidad que aparentemente impera en el mundo gerencial de la televisión venezolana y al mismo tiempo se le tiran unas cuantas piedras a la sacrosanta majestad del poder político en visible contubernio con el poder económico.
El protagonista, Sócrates Serrano, un psicólogo metido en los meandros del teatro y ahora del cine, explica que  El Show de Willi, es una sátira sobre la televisión, donde su personaje  enloquecido, aunque siempre tuvo unas ideas muy locas para la televisión, pero nunca se las permitieron ejecutar, un día decide lanzar por sus propios medios su  reality show e invita a una actriz reconocida, y va así descubriendo todos los secretos de la televisión, empieza a ganar muchos seguidores porque es muy interesante lo que pasa alrededor de Willi y los directivos de televisión. Willi es un transgresor, un personaje que siempre fue marginado, puesto a un lado y que busca su propia oportunidad para darle una patada a la mesa y cuestionar el statu quo. Y lo hace de una manera muy extrema, asegura Serrano, quien interpreta a ese carismático animador de televisión.
Vimos por supuesto una función de El show de Willi y tenemos que admitir que nos recordó a los ya legendarios espectáculo televisivos de Renny Ottolina, un venezolano fantástico que quiso incursionar en el mundo de la película y murió “misteriosamente”.
La película de Venturini corre fácil para el espectador, muy buen manejo con las cámaras, excelentes y convincentes locaciones y, especialmente, un magnífico trabajo actoral de Serrano, por supuesto, apuntalado en Verónica Rasquin, Daniela Alvarado, Amílcar Rivero,  Alexander da Silva, Laureano Olivarez, Sheila Monterola, Rafael Monsalve y otras figuras de la televisión, el cine y las tablas venezolanas.

El filme estará en 14 salas de cine de Cinex y Cines Unidos a nivel nacional desde este viernes 23 de diciembre. Y así se abre la temporada 2017.Se espera que los venezolanos acudan en masa para verse y digerir esa crítica sana, no exenta de muchas verdades, sobre la televisión criolla, entre otras cosas.

Balance teatral venezolano del 2016

"Peludas en el cielo" de Gustavo Ott ,produccion de la CNT,con la dirección de Carlos Arroyo.
Se fue la temporada teatral 2016 y debemos recordar los mejores espectáculos que reseñamos. No podemos informar sobre sus respectivas recaudaciones de taquilla ni menos la cantidad de espectadores que los aplaudió, porque los teatreros son “muy celosos” en esos datos, salvo el caso de un montaje, que a nuestro juicio fue el mejor como obra, dirección y actuación, y sobre el cual escribiremos posteriormente. ¿Por qué los teatristas tan dados a copiar o plagiar no imitan a los cineastas criollos que sí informan sobre todas esas minucias del arte? 
Aquí presentamos, pues, la relación de los teatros notables:
 La escala humana de los argentinos Javier Daulte, Rafael Spregelburd y Alejandro Tantanian, y Los amantes inconstantes, versión escénica sobre el texto original de Pierre de Marivaux, dirigidos por Pedro Borgo y Fernando Azpúrua, respectivamente.
El loco y la camisa, del argentino Nelson Valente, muy bien dirigido por Diana Volpe y con las felices actuaciones de Haydée Faverola, Rossana Hernández, Djamil Jassir, Elvis Chaveinte y Gabriel Agüero.
Peludas en el cielo, de Gustavo Ott, ganadora del Premio Apacuana de Dramaturgia Nacional 2015, dirección de Carlos Arroyo y con las actuaciones de Aura Rivas, Francis Rueda, Luis Domingo González y Vanessa Vázquez.     
A escasos 54 años del estreno de  ese crucial estreno, se remontó Triángulo, de José Ignacio Cabrujas, Isaac Chocrón y Román Chalbaud, dirigido por Federico Pacanins y con los comediantes María Antonieta Hidalgo, Aitor Aguirre, Aníbal Cova, Greisy Mena, Nattalie Cortez, Daniel Jiménez y César Bencid.
Alias el Papi, de Luis Vicente González con los actores Kevin Jorges y Josmary González.
Yo, Federico, de Jan Thomas Mora Rujano, teatro y danza, creado por Dairo Piñeres y Angélica Escalona, protagonizado por Theylor Plaza.
Donde caerme viva, con lo cual Elio Palencia (autor) y Costa Palamides (director) rompieron lanzas con una sobrecogedora historia de amor entre la criolla Maigualida (Marisol Matheus) y la colombiana Raquel (Juliana Cuervos).
Moisés Kaufman pudo hacer conocer su archipremiada pieza Proyecto Laramie, puesta en escena por Orlando Arocha.
Geoffrey Nauffts escribió estrujante y convincente melodrama gay gringo El próximo otoño (2010), puesto en escena por Fernando Azpúrua.
La agrupación Compañía Regional de Teatro de Portuguesa, después de estrenarla en Guanare y mostrarla en Caracas, llevó a Colombia (Manizales y Bogotá) su espectáculo Robinson en la casa de Asterión, texto del dramaturgo Tomás Jurado Zavala, dirección de Carlos Arroyo y memorables actuaciones de Aníbal Grunn y Wilfredo Peraza.
El diamante de la temporada fue Terror, aleccionadora obra, la primera para teatro, del celebrado escritor y abogado penalista alemán Ferdinand von Schirach, dirigida por Hector Manrique y con un elenco de grandes actores. Es posible que regrese en temporada.
Rojo, del estadounidense John Logan, con la magistral caracterización de Basilio Alvarez y la dirección de Daniel Dannery.
Nunca se supo si Albert Einstein (Ulm, 13.03.1879) y Franz Kafka (Praga, 03.07.1883) volvieron a encontrarse o si fue verdad que se conocieron, lo único cierto es que ahora con Franz y Albert, gracias a la magia del dramaturgo argentino Mario Diament, esos caballeros históricos, transformados en personajes teatrales, volvieron a verse, durante una tarde  primaveral del año 1911, para dialogar sobre sus existencias, convocados por el director Luigi Sciamanna, quien además actuó junto a Antonio Delli. Seguirá en temporada durante el venidero año y recomiendo al público que se documente sobre los mencionados personajes para su mayor disfrute.
Javier Vidal logró mostrar Escrito y sellado, de Isaac Chocrón, con los intérpretes Gonzalo Velutini, Juan Carlos Ogando, Theylor Plaza, Gladys Seco y Diana Díaz.
En una cárcel imaginaria se desarrolla la obra La crema y nata, escrita y dirigida  por Elvis Chaveinte, con ejemplares actuaciones de Gabriel Agüero Mariño, Abel García, Ángel Pájaro, Theylor Plaza, Aitor Aguirre, Homero Chávez, Julio César Marcano y Anthony Castillo, acompañados por Rossana Hernández y Lismar Ramírez.
Vimos Tal para Cual, un estrujante espectáculo del matrimonio Javier Vidal y Julie Restifo, centrado en una ficción sobre sus largos 30 años como esposos y actores.
Ahora Edmundo Chirinos estuvo nuevamente en escena porque el Grupo Actoral 80 siguió escenificando el unipersonal Sangre en el diván: el extraordinario caso del Dr. Chirinos, basado en el libro de Ibéyise Pacheco, dirigido y actuado magistralmente por Héctor Manrique. Ahí, el otrora famoso ex rector de la UCV, miembro de la Asamblea Constituyente, psiquiatra de tres expresidentes y hasta candidato presidencial del PCV, revive semidesnudo y reposando en un diván blanco en medio de un alba habitación que puede ser una celda o un consultorio. Se viste parsimoniosamente para contar, muy convincentemente, lo que ha sido su vida profesional e íntima, haciendo énfasis en sus relaciones amatorias, causando hilaridad por el cinismo de sus cuentos o por la ingenuidad de sus juicios de valor sobre sus coterráneos. Incluso llega a producir conmiseración porque estaba enloqueciendo y no se sabía ni tampoco la sociedad se enteró hasta que mató a una paciente.
Para cerrar el año teatral 2016 se mostró La granada, feliz producción del Grupo Actoral 80; pieza original del argentino Rodolfo Walsh, versionada y traída al actual contexto venezolano por Carlos Armas y presentada en la sala La Viga del Centro Cultural Chacao. Angélica Arteaga fue la directora y contó con respaldo actoral de Rafael Carrillo, Wadih Hadaya, Angie Prieto, Luis Ernesto Rodríguez y Madeleyn Baute, entre otros.

La temporada esperaba culminar con El pez que fuma de Román Chalbaud, en versión escénica de Ibrahim Guerra, pero su estreno fue pospuesto para el 2017, cuando otra obra de este connotado autor subirá al palco escénico: Reina pepeada.

sábado, diciembre 17, 2016

Vuelve El día que me quieras

Otra vez la maxima obra de Cabrujas en escena desde enero del 2017.
La temporada 2017 del Trasnocho Cultural comienza el 20 de enero, a las 7 PM, con la obra teatral más emblemática de José Ignacio Cabrujas, El día que me quieras, según la versión escénica de Juan Carlos Gené, estrenada en la temporada 2005 del Ateneo de Caracas (plaza Morelos). Serán inicialmente 18 funciones porque después esta producción del Grupo Actoral 80 (GA 80) se va de gira internacional.
El día que me quieras es uno de los grandes éxitos del teatro venezolano. Estrenada en 1979, en su primer montaje se mantuvo en cartelera durante casi un año alcanzando cerca de 200 funciones. La pieza ha cosechado también el éxito internacional, siendo aclamada por la crítica en Nueva York, en donde se han realizado dos montajes, uno en 1983 y otro en 1987; en Chile, donde estuvo año y medio en cartelera, así como en Brasil, España, México, Argentina, Puerto Rico, Santo Domingo y Perú. En Colombia se le llevó al cine.
Ahora vuelve El día que me quieras, una de las obras más emblemáticas de  José Ignacio Cabrujas; es la cuarta vez que la redirige Héctor Manrique, con la producción de Carolina Rincón; la puesta en escena cuenta con las actuaciones de Hector Manrique como  Pio Miranda, Martha Estrada encarna Maria Luisa Ancízar y  Maria Cristina Lozada es Elvira, Angélica Arteaga da vida a la virginal Matilde, Juan Vicente Pérez  es Placido Ancízar, Juan Carlos Ogando y Sócrates Serrano serán Alfredo Lepera y Carlos Gardel, respectivamente.
Manrique he dicho que El día que me quieras es, a su juicio, la más universal de un trilogía de piezas -completada por Acto cultural y Profundo- en “las que Cabrujas logra retratar a los venezolanos de manera cruda y dolorosa, pero, sobre todo, plenas de ese humor que tanto nos caracteriza”.
EL PRIMER MITO DE AMÉRICA
La obra recibe su título de una de las canciones más conocidas de Gardel y es justamente la visita a Venezuela del recordado cantante de tangos, antes de perder la vida en un accidente de aviación en Medellín (24 de junio de 1935), la excusa perfecta usada por Cabrujas para despertar de su letargo a una sociedad sumida en la quietud y la pasividad.
Gardel, considerado el primer y mayor mito de América, por azares del destino viene a cantar en la diminuta y cálida cotidianidad de la Caracas de 1935, para deslumbrar, además, cual relámpago las añejas rencillas familiares del hogar de los Ancízar, familia cuya única herencia es un apellido aristocrático que llena a los personajes de nostalgias que los mantienen alejados de la realidad que viven y padecen.
El mítico cantante se cruza en la ficción con Pio Miranda, uno de los personajes mejor logrado del universo cabrujiano, desbordadamente humano en sí mismo con su ansiado como postergado viaje a la hoy desaparecida y entonces floreciente Unión Soviética, con el camarada Stalin siempre a flor de labios y una década de estéril noviazgo con María Luisa Ancízar a cuestas.
Todas estas situaciones recreadas por la prolífica mente de Cabrujas nos hablan del fracaso del ser humano en su intento de mostrarse como algo que no es, además de reflejar el derrumbe de un sistema político, en este caso, el comunismo. "Pareciera una obra escrita en la mañana de hoy, por su vigencia", destaca Manrique en relación a los planteamientos de la obra que agotara entradas  y que en esta puesta en escena cuenta en su elenco con el primer actor Sócrates Serrano para interpretar al mayor mito de nuestra América, Gardel, también conocido como el “Morocho del Abasto”
El día que me quieras puede leerse como un melodrama de mujeres angustiadas en una Caracas sometida al poder tiránico del Benemérito y cuyas vidas son alteradas para siempre porque las visita de improviso de Gardel en su casa de La Pastora. Y ellas además descubren que el comunista Pío Miranda no lo es a conciencia, pero si es un chulo, quien sin piedad ha engañado y además nunca la tocado más allá de lo permitido, porque la biología no le funciona sino en esa Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
HONESTIDAD REVOLUCIONARIA
¿Qué quiso predicar Cabrujas? Que un verdadero revolucionario no es mentiroso jamás y lucha siempre por su ideología porque está plenamente convencido de ella y no porque quiere medrar, y además no abusa de la buena fe de quienes lo aman o creen en él. Hay, por supuesto, otras lecturas posibles, pero todas tienen un denominador común: la honestidad de un revolucionario nunca puede ser puesta en tela de juicio. En síntesis: Cabrujas si creía en un proceso de necesarios y profundos cambios sociales, pero los mismos tenían que contar con hombres y mujeres convencidos y no por simple moda. ¿Por qué Cabrujas metió a Gardel en esa diatriba contra los falsos revolucionarios? Algunos afirman que lo hizo para respetar el origen del cuento familiar que lo impulso a pergeñar su sainete o su melodrama, otros apuntan que es para derrumbar esos mitos de la farándula que sirven para adormecer a multitudes y hacerlas soñar en otros mundos supuestamente mejores. Sea lo que sea, la presencia de esa gran estrella latinoamericana es un viento fresco que anima a los personajes encerrados de esa casona de La Pastora, un teatro que prosigue convocando multitudes en esta Tierra de Gracia y donde se le exhiba. Por supuesto que  es posible una lectura plana, esa que ayuda a la digestión y que no exige mayores complicaciones, pero estamos seguros que ese tipo de espectadores ya no existe en este país, después de largos 400 años de sufrida y constante vida teatral.



La granada criolla

Teatro con nuevos actores.
No termina de irse el año teatral 2016 y todavía hay  en cartelera espectáculos que posiblemente sean reprogramados para la temporada 2017, como La granada, una feliz  produccion del Grupo Actoral; pieza original de Rodolfo Walsh, versionada y traída al contexto venezolano actual por Carlos Armas y presentada en la sala La Viga del Centro Cultural Chacao. Angélica Arteaga es la directora y cuenta con respaldo actoral de Rafael Carrillo, Wadih Hadaya, Angie Prieto, Luis Ernesto Rodríguez y Madeleyn Baute, entre otros.
Rodolfo Walsh, periodista argentino nacido el 9 de enero de 1927 en Rio Negro, dio a conocer La granada hacia 1965, donde critica la ineptitud de sus compatriotas militares, quienes precisamente lo hicieron desaparecer años después. Es un texto político que entre la farsa y el humor deja ver como el hombre se ha deshumanizado y convertido en un número de lista, en cifra roja, en planilla para trámites y en un puesto que ocupa en una larga fila. La vimos y nos evocó, como es natural a Un hombre es un hombre de Bertold Brecht, donde precisamente se enseña como se puede transfomar a un ser humano en una bestia para la guerra.
La versión criolla de La granada   transcurre en un pueblo olvidado del llano, donde dos milicianos se preparan para una guerra, que nunca ocurre, y esperan la llegada de un cargamento de granadas suizas, pero quien irrumpe es un joven con una granada, a la cual, por su inexperiencia, arrancó el mecanismo de seguridad y para evitar que estallara le intrujo su dedo. De ahí en adelante la situación se debate entre el humor y el terror, hasta que tiene su epílogo, pero antes el personaje reflexiona sobre lo que ha sido su vida, la crianza, asi como la manipulación y control ejercido sobre los más débiles, temas que van surgiendo a lo largo del espectáculo que dura  casi 120 minutos.
Lo notable de este trabajo es su magnífico conjunto actoral, sincronizado y perfecto, logrado por la mano férrea de la directora Arteaga, quien desde los 12 años está en los avatares teatrales. ¡Hay futuro al menos en esa pandilla teatral!