miércoles, diciembre 30, 2015

El ingenio Vidal artífice de teatros

Hijo, madre y padre, no es difícil identificarlos.
Sus padres catalanes lo trajeron a Caracas a los 36 meses y 59 años después es todo un personaje con luz propia en los escenarios, sets y platos venezolanos. En ese lapso estudió  periodismo y se hizo actor. Casó con Julie Restifo y engendraron  a Jan y Josette. Y es al cerrar este gozne 2015, tras  destacar con importantes y creativas sendas puestas en escena (La punta del iceberg de Antonio Tabares y Ni un pelo de tontas  de Sonia Chocrón), que Javier Vidal Prada respondió a nuestro interrogatorio sobre su larga jornada de creación, cual humana maquina para hacer teatro.
¿Cuántas direcciones a lo largo del 2015? ¿Satisfecho?
Fueron seis. Ni un pelo de tontas, ópera prima de mi alumna Sonia Chocrón,  reconocida poeta y narradora venezolana, donde se destacó la periodista Marycarmen Sobrino, el promotor y actor Robert Chacón y la promisoria actriz Michelle Taurel, en una producción de Alejandra Nali (AENE Producciones). Con Hispanomedia dirigí la pieza más exitosa del año Venezolanos desesperados, una revista teatral, firmada por Daniel Ferrer Cubillán, la cual recorrió todo el país, hizo temporada en Caracas y se presentó en  Ciudad de Panamá y Miami. Ambas seguirán en temporada   con la misma constelación de estrellas en cartel. Un monólogo para Astrid Carolina Herrera, Corazón de seda, y  Crónicas desquiciadas, de Indira Páez, en el BOD, donde se destacó la pareja Alejandra Braun y Adrián Delgado. Con muy poca resonancia estrené la pieza de Ernesto Caballero, Te quiero muñeca, con Charyl Chacón y Leonardo Aldana en el Teatrex, en producción de Alberta Centeno. Cerré con broche de oro con la premiada pieza La punta del iceberg de Antonio Tabares, aporte de Jota Creativa Producciones, donde dirigí por primera vez a toda mi familia: Julie, Jan y Josette junto a mi otra familia, la elegida: Juan Carlos Gardié, Gonzalo Velutini y Gerardo Soto; en el Espacio Plural del Trasnocho, bajo los auspicios de la Embajada de España. 
Muchas fueron las anécdotas, pero me quedo con la reacción del público en Miami, al final de la pieza Venezolanos desesperados, donde con lágrimas reprimidas unas y otras no tanto, nos decían como un ritornello, "Venezuela vale la pena, algún día volveremos". Creo que ya deberían ir preparando las maletas. Los necesitamos a todos.
¿Cuál es su método de trabajo para las puestas en escena y con la dirección de los actores? ¿Hasta dónde respeta  a los autores?
De muy joven arrinconaba el texto frente a los demás códigos de la escena. Hoy en día y desde hace muchos años, mi partida y base es el texto. El texto marca mi metodología frente al género, estilo o estética que me dicta el texto. En el teatro el texto es el dictador. Después podemos levantar nuestra autoría escénica respetando el cuerpo y espíritu del texto y confrontándolo con nuestro contexto. Con esa caja de resonancia que es el público. A los actores lo que debo es inducirlos una vez coloco sobre la mesa la metodología de búsquedas y encuentros. Reitero que el texto es el dictador porque para algunos colegas el público se ha impuesto en esta dictadura de la comedia banal y gráfica. Detesto el teatro didáctico y obvio que no da opción al público para que en su pleno entretenimiento utilice su inteligencia e imaginación.
¿Qué le  puede  aconsejar a la actual, valiosa y valiente, generación de relevo artístico, donde incluso sus hijos ya están bregando?
En el teatro soy un corredor de fondo y no entrego aún el testigo de relevo. Corro junto a ellos aunque no tenga tanto pulmón como un joven de 25 años y muchos me pasen en velocidad quedando yo en la zaga... más no en la reserva. De consejo ninguno salvo que sea un consejo el no dejar de ver, mirar y observar; de oír y escuchar; de tocar músculos blandos y palpar duras geometrías, de meter la lengua en orificios oscuros y saborear lo desconocido, olfatear la brisa lenta; de no dejar de leer a nuestros interminables clásicos; dejar de verse sus ombligos y estar conscientes que el agua tibia, aunque sea nueva para ellos, ya fue inventada en tiempos precedentes a la era de Pericles.
El teatro comercial, vive de la taquilla, tendrá durante este 2016 un costo elevado en la boletería, ya que estará por encima de los mil bolívares la entrada. ¿Eso alejará más a los espectadores? ¿Qué hacer?
El año que viene será una catástrofe económica nacional si no toman previsiones desde los más altos poderes del Ejecutivo. Vivimos una hiperinflación y el teatro no tiene coronita. Menos el que se mantiene desde la taquilla... que es el mayoritario, si hablamos de teatro profesional. El público necesita del teatro y en esta nueva crisis económica, en el marco de una renovada fe en la democracia gracias al triunfo de los 112 diputados de la oposición, puede que se produzca una síntesis pragmática que nos libere de los reduccionismos y la básica sobrevivencia. El teatro es una necesidad de país y por ende de Estado, y el público necesita de ese espacio público de esparcimiento, de ocio. El público no va a trabajar cuando asiste al teatro. Va a confrontarse con su yo, va a verse reflejado, iluminado, deformado, duplicado como un espejo. El que trabaja es el cómico por trágico que parezca.
¿Y para el 2016 que ofrece?
Mucho movimiento y olfateo que algunos cambios, no sólo políticos. Ahora en el poder no sólo hay enemigos... también hay aliados y eso puede cambiar discursos. Jota Creativa tiene una participación en Microteatro con una versión que hizo Jan Vidal-Restifo sobre una pieza corta de Max Aub (escritor español de origen francés que se exilió en México); en el segundo semestre tenemos una pieza también traducida y versionada por Jan que dirigirá Julie Restifo de Lillian Hellman, Children's hour  (Calumnia infame) y en septiembre, conmemorando el aniversario de Isaac Chocrón, va su magna pieza  Escrito y Sellado  donde actuaré al lado de Gonzalo Velutini en el mismo papel que él interpretó en 1993 cuando la estrenó el maestro Ulive. 
Julie también dirigirá un musical para Hispanomedia,  Jóvenes estrellas  para marzo, y  Hasta el último trago  para AENE producciones en abril. Yo tengo a fuego lento la ópera prima de Valentina Párraga también para AENE Producciones... y hay una sorpresa dramática sobre la diversidad de género y la identidad familiar, de un cercano amigo con muchos años escribiendo sobre teatro que se lanza en mares profundos. Y si el Theja se anima este 2016, me montaré como actor en el drama histórico de José Simón Escalona:  Alzao,  sobre la muerte de Rafael Simón Urbina, el asesino del general Carlos Delgado Chalbaud. El primer semestre estaré en la dirección artística de la telenovela de RCTV Internacional. Mucho movimiento.


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