viernes, noviembre 06, 2015

Todo por el amor de una mujer

Núñez marcando a los actores  de su opera prima
Una saga romántica, acrecentada por serios conflictos, pero muy bien hilvanada con el sórdido escándalo laboral de un grupo de haitianos vendedores de helados, es la oferta lúdica y de reflexión del largometraje Amor cuesta arriba, opera prima del caraqueño Nelson Núñez (1975), producida por la Villa del Cine, que será estrenada   a mediados de este mes.
DOS CORTOMETRAJES
Nelson, el hijo de Julio Núñez y  Esperanza Medina, explica como  desde niño siempre le gustaron las películas. “Fue una pasión que alimenté yendo a las salas de cine comercial, la Cinemateca, la Margot Benacerraf y los clubes de video. Al salir del bachillerato, estudié un par de semestres en Cotrain y después ingresé a la Escuela de Artes de la UCV para estudiar cine, aunque el pensum estaba más orientado al análisis y la investigación y no tanto a la realización que era lo que, verdaderamente, me interesaba. La experiencia real la obtuve trabajando durante casi 10 años en el canal Vive TV, donde hice mi primer corto de ficción y luego pasé a trabajar en la Villa del Cine en el área de edición, participando en dos largometrajes. Allí realicé mi segundo corto. Finalmente tuve el privilegio de participar en una convocatoria de ideas para largos y la premisa de  Amor cuesta arriba  fue una de las seleccionadas. Básicamente lo que deseo es seguir haciendo películas, aprender y crecer como realizador”.
AMOR Y ESCLAVITUD
-En Amor cuesta arriba destacan sus temas argumentales y sus respectivos desarrollos, los cuales concluyen en una valiente  reivindicación del amor y de la libertad de los seres humanos por encima de la prostitución, bien sea el negocio carnal o la esclavitud pagada. ¿Qué lo llevó a crear y producir su opera prima con tales materiales sociales?
Para ser honesto, el tema de la prostitución lo elegimos por su potencia dramática y peculiar ironía; nos seducía mucho la idea de tener a Pablo, un personaje solitario y romántico,  enamorado de Daniela, una mujer que se gana la vida “haciendo el amor”, aunque en el fondo, como sucede en la realidad, se ha vuelto escéptica ante la posibilidad de experimentar un romance verdadero. Con respecto al tema de la prostitución intentamos no caer en la trampa de lo políticamente correcto. No queríamos retratar a Daniela como una víctima, sino como una mujer que trata de sobrevivir como puede. Mi película, creo, no la juzga porque pienso que nadie tiene el derecho de sancionar las elecciones de vida de los demás por más fuertes o comprometidas que nos parezcan.
-¿Y los helados de los haitianos?
Con respecto a los haitianos, estos llegaron al argumento cuando estábamos bosquejando al personaje de Pablo, tratando de imaginar cómo se ganaba la vida. En algún momento, pensé que podía ser interesante asociarlo a este universo de los haitianos y las fábricas de helados, porque eso nos permitía, por un lado, contrarrestar la inocencia y candidez de su personalidad y también señalar (no me gusta la palabra denunciar) una situación que siempre me ha parecido injusta, irregular y, sobre todo, muy compleja a nivel humano. Ese siempre fue un tema controversial y álgido en las mesas de discusión del guión; más de una persona me dijo que meter a un grupo de heladeros haitianos en el marco de una comedia romántica era frívolo e incorrecto; pero era justamente esa mezcla de elementos, tan disímiles en apariencia, lo que me resultaba arriesgado y atractivo al mismo tiempo. Creo que es la primera vez que esa “realidad”, que no es una invención y que sucede o sucedió,  sale retratada en el cine venezolano y espero que no sea la última.
-Si la temática es importante, la técnica narrativa visual también lo es. ¿Cómo afronta  cada uno de esos rubros?
Lo primero es tener una visión muy clara y definida del tono dramático, el ritmo narrativo y el estilo formal de la película para tener un punto de partida lo más sólido posible a la hora de intercambiar ideas con cada uno de los jefes de área. Cuando te planteas dirigir una película es importante saber distinguir la delgada línea que separa la seguridad y la convicción de la arrogancia y el capricho. Es fundamental escuchar los consejos de cada uno de los integrantes del equipo a la hora de abordar las escenas. Aunque suene a lugar común, el cine es la más colectiva de las disciplinas creativas.
IGNACIO MÁRQUEZ
-¿Cómo fue el trabajo con los actores?
En esta película, tuve la fortuna de contar con Ignacio Márquez como acting coach. Entre los dos hicimos un plan de trabajo y estuvimos ensayando con los actores principales dos meses antes del rodaje, tres veces a la semana. Eso nos permitió definir el registro actoral, descubrir aspectos nuevos de los personajes, integrar detalles y guiños al guión ya escrito y fijar las escenas principales para evitar sorpresas, en el peor sentido de la palabra, durante el rodaje. El staff principal está compuesto por caras relativamente nuevas para el cine, aunque en realidad son actores con sólida experiencia teatral: Jesús Nunes, Vera Linares, Ivonne Vela, Augusto Nitti, Gladys Prince y Gilbert Lamourd.
INSATISFECHO
¿Qué prepara para su segunda película?
Por ahora, lo que tengo son ideas incipientes, anotaciones sueltas. Sospecho, en todo caso, que va a ser una película muy distinta a esta que está por estrenarse. Me entusiasma la posibilidad de probar otros géneros cinematográficos e historias, otros modelos de producción más modestos. En cualquier caso, lo que más deseo en este punto es ver la reacción del público cuando se estrene la película. Evaluar cuáles fueron los logros y cuáles los desaciertos. Sólo de esa manera puede uno ir sumando experiencias para hacer las cosas cada vez mejor.
-¿Satisfecho?
Creo que sólo los genios del cine y la creación pueden sentirse satisfechos con lo obtenido. En mi caso, veo logros y fallas; es inevitable. Desde que la terminamos de rodar en el 2013, llevo dos años conviviendo con la película, la edité y luego he supervisado cada una de sus etapas de post-producción. Su primera proyección se llevó a cabo en el Festival de Cine de Margarita y la reacción del público fue estupenda, se divirtieron mucho. En ese aspecto, creo que la película cumple cabalmente su cometido.
FICHA TECNICA
El guión fue escrito por el director Nelson Núñez, conjuntamente con José Luis Varela y José Antonio Varela. La ficha técnica estuvo conformada por la dirección de fotografía de Tonny Valera; dirección de arte, León Padilla; sonido directo, Frank “Frosty” González; diseño de sonido, Carlos Carvallo;  música de Yoncarlos Medina; producción general, Xiané Pacheco; asistencia de dirección, Mariyam Seguías; y acting coach de Ignacio Márquez.  Amor cuesta arriba  cuenta además con la participación especial de  los actores Alberto Alcalá, Luis Rivas, Martha Track, Ramón Hinojosa y Toco Gómez.

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