sábado, mayo 30, 2015

El body paint venezolano

Iván Hernández-Rojas en su performarce de body paint
Iván Hernández-Rojas es un artista venezolano del body paint, quien  ha ido desarrollándose hasta tener sus propias teorías y sus muestras excepcionales de lo que hace, tal como lo demuestran sus más recientes exposiciones y performances en el Museo de Arte Afroamericano de Caracas, que dirige Nelson Sánchez Chapellín y el cual funciona en San Bernardino.
¿Qué antecedentes conoce  del  body painting?
Este  arte es milenario y  se remonta  a los primeros trazos del ser humano, para  crear  y recrearse,  para luchar, gritar  o simbolizar.
¿Qué historia tiene en el mundo?
 En nuestro joven país se puede apreciar entre los pueblos originarios indígenas, entre ellos destacan los yanomamis y wayuu entre otros, muy poco se ha investigado o publicado al respecto, casi siempre en escasos tratados antropológicos. Es una  necesidad  hacerlo visible y masivo  en su potencial artístico, comunicacional y como identidad y raíz cultural. En el mundo  es vasta su presencia en casi  toda la geografía del planeta y a lo largo de la historia de la humanidad como mencionamos por lo cual aporto  los siguientes datos complementarios  que puedan ampliar su visión y  comprensión.  
¿Cómo llega al arte del  body paint  performance?
Siempre sentí  fascinación por  el arte pintura corporal, siendo titiritero y actor de alguna  forma  interpreté en este arte como un  hecho plástico y dramático en acción con alto poder comunicacional, ideal para mis necesidades expresivas. Fue una  oportunidad y camino sin duda alguno, tras acercarme a los diversos festivales internacionales de arte corporal realizados durante diez años en Caracas.
¿Cómo trabaja  y que técnicas usa?
Mi trabajo es totalmente orgánico, apasionado y dramático, involucro  inusitados pigmentos, pinturas, accesorios, muñecos, elementos naturales  y rituales,  hilos, redes , objetos de  arte creados  por mí, luces  y soportes  corporales  múltiples. Mis técnicas  pueden parecer primitivas y arbitrarias, plenas de espontaneidad  en las  cuales  empleo, espátulas, esponjas, pinceles y  gran variedad de otros recursos. Asocio y rindo permanente tributo al teatro de muñecos y actoral, a nuestras profundas raíces étnicas y culturales.
¿Esta  consiente de su temporalidad o dificultad para permanecer por el soporte que usa?
Sí, completamente, la misma  condición  que  determinan  a las artes escénicas  como el teatro y la danza.  Nuestra pasión y necesidad de realización y comunicación nos  vincula con la fotografía comprometida con el arte más allá del mero registro, la  que  potencia, transmite y amplia  el significado y significado, en este caso, de mis propuestas, y las hace aún más plurales y  las inmortaliza, al igual que el video, son artes y artistas aliados-imprescindibles . Para mí, el arte del  body paint  es como el espíritu Dada; está, desaparece, no está y siempre está.
¿Hasta dónde puede llegar o que limitaciones tiene?
El arte  de la pintura corporal es un arte  infinito. Puede llegar donde quiera incluso a incomodar no tiene  límites ya que  no depende  de materiales  especifico puede hacerse corpóreo o extra corporal, con modificaciones, implantes o prótesis, pintado, en códigos de  tatuajes piercing o arquitecturas corpóreas; puede  protagonizarla   el proceso y concepto en sí, más allá  del resultado. Al igual que  las demás artes visuales, teatro o la danza, nunca desaparecerá.
¿El tatuaje es una manifestación del  body paint?
El tatuaje permanente o efímero es un importante variante de técnica y estilo del amplio abanico que conforman  el arte corporal  en este caso  que utiliza la pintura como medio expresivo.
¿Qué piensa hacer con este arte?
Continuaré creando y ampliando mis investigaciones y conocimientos sobre la pintura corporal  compartiendo y difundiéndoles a través de talleres prácticos que vengo  realizando en museos nacionales, en la sede de Jueghoy Teatro Dinámico Caracas, al cual dirijo, y en todo el país  con las instituciones y grupos culturales que así soliciten a través del correo electrónico:  hernándezrojasivan@gmail.com .
 Incansable investigador
 Iván Hernández-Rojas se considera un artista visual integral. “La única diferencia entre mi trabajo y el de otros artistas consiste en que lo realizo sobre soportes vivos, tanto como el actor que se desdobla para ser efímeramente “otro”. A mí me apasiona proyectar en la piel de los modelos mis propuestas plásticas; son los cuerpos-vehículos los que me permiten decir, ofrecer posibilidades y lecturas múltiples con mis performances, que prefiero llamar integrales, ya que, como creador, no siento límite alguno para emplear y valerme de toda tipo de recursos, materiales, elementos preexistentes o técnicas a la hora de crear: muñecos, máscaras, maniquíes, entre otros ,siempre signado por un carácter espontáneo, lúdico, dramático, simbólico y  comunicacional. Mi investigación incesante se enfoca hacia el encuentro con nuestras raíces, identidad y potencial creador, tejiendo conexiones con el espíritu del teatro, la danza, los títeres, la plástica, la escultura y artes populares en procura de un arte visual integral y en sintonía con la vida misma”.
Trances creativos
 Admite el artista que cuando “entro, constantemente, en procesos creativos que me absorben con  vehemencia durante semanas, en las que colecciono, asocio y me rodeo con diversidad de objetos, antigüedades, pinturas, pigmentos, arcillas y accesorios, los cuales me inspiran y empleo en mis creaciones de arte pintura corporal múltiple. Cuando interactuó con mis modelos o con mis modelos/ soportes corporales, y entro en contacto con sus pieles, surge en mí, como suerte de trance, la certidumbre que emana intuición espontánea y -sabiamente- me dicta mucho de mí que hacer plástico en  tales momentos. Hilos, tramas, redes, máscaras, maniquíes, elementos teatrales, ancestrales o aborígenes están siempre presentes en mis propuestas de pintura corporal, fortaleciendo estas, al discurso visual, simbólico y de cultura plural que sugiero a los espectadores de mis performances”.


viernes, mayo 29, 2015

"Bajo tierra" para no olvidar nunca a César Rengifo

Un comprimido sobre el teatro rengifiano  ha subido a la escena.
Conocí de trato y palabra a César Rengifo (Caracas 1915/1980) y su radicalismo me conquistó. Lo recuerdo al degustar el excelente espectáculo Bajo tierra, que ha repuesto la agrupación Rio Teatro Caribe en su sala de San Bernardino, y que ahora se muestra en el teatro Bolívar, bajo la creativa dirección de Francisco Denis  y con el convincente apoyo actoral de Verónica Arellano, Valentina Garrido, Zair Mora, Luis Domingo González, Jesús Carreño y Anthony Castillo, dentro del dispositivo creado por Rafael Sequera.
Es  un inteligente y amoroso ensamblaje, logrado por Karin Valecillos, con cuatro piezas de César sobre la explotación petrolera: Las mariposas de la oscuridad (1951-1956), El vendaval amarillo (1952), El raudal de los muertos cansados (1969) y Las torres y el viento (1969). Ahí plasmó inenarrables avatares de los campesinos desplazados por tan dañina industria. Escribió para advertir sobre las frustraciones de la sociedad venezolana ante el sinuoso destino de la renta petrolera, además de la muerte lenta de la agricultura y el éxodo de los agricultores  para buscar un destino incierto o esquivo en las grandes ciudades, al tiempo que señaló la sustitución de la cultura nacional por una foránea, “bien servida” por todos los medios de comunicación, cultura del petróleo.
Denis quería montar cada una de esas obras y optó por el comprimido que le hizo Valecillos. Plasmó la parodia de un programa de televisión que es visto por una abuela y su hija, mientras al nieto lo devora la Internet, como en cualquier hogar venezolano. Trabajó con esa fusión y los mínimos actores, reelaborando lenguajes y puntualizando acciones escénicas. El espectáculo se centra en el relato de la desgracia humana como consecuencia de la miserable explotación del recurso natural y el engaño a que se sometió al campesino principalmente. El humor es otro personaje balsámico para digerir las desgracias de esos seres arruinados sin saber porque.
Se llama Bajo tierra  por referencia a los hombres que trabajan bajo tierra, a una cultura que quedó bajo tierra y a un país que todavía  depende del  “oro negro”  y eso  decide todos los ámbitos sociales y culturales.
¿Sería chavista el dramaturgo César Rengifo hubiese sobrevivido a sus dolencias?  No sé, lo que denunció con su teatro no era exclusivo, porque el resto de la inteligencia venezolana, especialmente la izquierdista, también luchó para detener ese proceso desgastador que durante el siglo XX significó la explotación de los hidrocarburos. No hay que ser chavista para execrar los abusos cometidos no sólo por las empresas sino por los gobiernos títeres. Todo lo que advirtió se cumplió y aunque al final el petróleo fue controlado por el Estado venezolano, las secuelas de aquellos nefastos años no han podido curarse, ni los muertos inocentes resucitarán jamás.
Él hizo lo suyo al escribir su teatro, pero pocos le hicieron caso y las consecuencias están a la vista, porque “ya no somos un país independiente económicamente. Junto con el alud del capital extranjero, explotador, nos llega también una pseudo civilización estandarizada. Y junto a los ranchos, habitados por gente depauperada y sin ninguna cultura, aparece la pseudocultura del petróleo”.

lunes, mayo 25, 2015

Los críticos de teatro premian a los artistas

"Ha llegado un inspector" recordó a la justicia tarifada
La Asociación Venezolana de Crítica Teatral (Avencrit) reunida, el jueves 21 de mayo, en asamblea general selecciónó los nominados para aspirar a los diversos rubros de  su tercer Premio de la Crítica, correspondiente a la  temporada 2014 -realizada con dineros del Estado o del sector privado, además de asombrosas pasiones de sus creadores, a lo largo y ancho de la Gran Caracas- el cual será entregado el próximo 28 de junio, a las11AM, en la sala Rajatabla, precisamente en el Dia del Teatro, según el decreto del primer gobierno de  Carlos Andrés Pérez, redactado a instancias de una investigación de arquelogía teatral adelantada por MaríaTeresa Castillo y Luis Pardi.
Los nominados son:
 Mejor Director: Javier Moreno, Luigi Sciamanna, Rossana Hernández y Orlando Arocha  por sus trabajos con las piezas Otelo, 400 sacos de arena, La cocinera y Pterodáctilos.
Mejor Producción: La Caja de fósforos, Juan Souki  y Cocó Seijas por los espectaculos Pterodáctilos, La cocinera, Crimen y castigo  y 400 sacos de arena.
Mejor Actriz: Carolina Leandro, Francis Rueda, Layla Vargas y Fedora Freites por sus trabajos en las obras Buena gente, Bingo, La cocinera y Madame de Sade.
Mejor Actor Principal: Luis Vicente González, Jorge Palacios, William Cuao, Héctor Manrique y  Juan Carlos Gardié  por sus desempeños con los textos Callejera, Ha llegado un inspector, Otelo,Sangre en el diván y Compadres.
Mejor Actriz de Reparto: Eulalia Siso, Nattalie Cortéz y Haydée Favelora, Nyrma Prieto y Diana Peñalver por sus caracterizaciones  en los montajes  Buen gente,  Eva Perón, La casa de Bernarda Alba  y  La casa limpia.
Mejor Actor de Reparto: Jan Vidal-Restifo, Antonio Delli, Ernesto Campos y Jesús Hernández por sus caracterizaciones en Compadres, Otelo, La cocinera y Postales de Bohemia.
Mejor Dramaturgia Venezolana: Gennys Pérez, Javier Vidal, Luis Vicente González y Tomás Jurado Zabala por sus textos  Tequila o ron (el texto largo), Compadres, Callejera y Robinson en la casa de Asterion.
Mejor Maquilaje: Skena, José Antonio Freitas y La Caja de Fosforos por sus trabajos en El sereno secreto, Sangre en el diván y Eva Perón.
Mejor Vestuario: Freddy Mendoza, Joaquin Nandez, Silvia Inés Vallejo y Raquel Rios por los vestidos y los trajes en Eva Perón, Pterodáctilos, Bingo y La cocinera.
Mejor Iluminación: Luigi Sciamanna, José Jimenez y Gerónimo Reyes por su creaciones para 400 sacos de arena, Sangre en el diván y Diptico Maeterlinck.
Mejor Escenografia: Armando Zullo, Ricardo Morales, Hector Manrique, Rafael Sequera y Jiang Jung por sus creaciones para El único en mi camerino, Pterodáctilos, Sangre en el diván y La cocinera.
TEATRO PARA NIÑ@S
Mejor Actriz: Raquel Romero, Beatriz Mays, Yuvanoska Rodriguez y María Ramos  por sus creaciones para La princesa Panchita, El sereno secreto, No es un juego y Cachorros.
Mejor Actor: Jonathan Sierralta y Luis Ernesto Rodriguez por sus participaciones en Cachorros y El sereno secreto.
Mejor Director: Lissy García, Oscar Figueroa y Eliécer Paredes por sus trabajos con El sereno secreto, La princesa Panchita y No es un juego.
Mejor Dramaturgia Venezolana: Carmen Oseches, Lissy García y Yovanny Durán por sus piezas No es un juego, El sereno secreto y Las aventuras de los piratas.
Mejor Productor: El chichón/Cacique Producciones, Grupo Sekena y Septimo Piso por No es un juego, El sereno secreto y Las aventuras de los piratas.
El Premio Especial de Avencrit es para el investigador y crítico teatral Leonardo Azparren Giménez,quien tiene no menos de medio siglo luchando por la difusión del teatro de autores criollos,desde la cátedra universitaria.




sábado, mayo 23, 2015

Ti@s o un tio gay en la familia

John Petrizzelli cuenta siete historias en un documental
El pasado domingo, 17 de mayo, se conmemoró otro Día Mundial de la Lucha contra la Homofobia y todos los tipos de discriminaciones por identidades de géneros y preferencias sexuales. Fue durante esa misma fecha, pero en 1990, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) retiró a la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales. Y, por si fuera poco, desde el 15 de diciembre de 1999 quedó proscrita todo tipo de discriminación por razones de política, edad, raza, sexo o credo o por cualquier otra condición, al aprobarse popularmente la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Recordamos todas esas fechas, preñadas de significantes y bonísimas intenciones, que costaron sangre, sudor y lágrimas a sus activistas y/o propulsores, porque desde la semana pasada en 11 salas de cine Caracas, Maracay, Valencia, Barquisimeto y Maracaibo y  Puerto Ordaz, se libran así otras sensibles batallas contra la discriminación sexual por intermedio de la positiva y bien realizada película Tí@s del director John Petrizzelli, un  estremecedor documental, de 80 minutos, donde se aborda la variopinta temática de la  homosexualidad precisamente en los adultos mayores venezolanos.
SIETE HISTORIAS DESCARNADAS
Se trata, pues, de un desopilante espectáculo audiovisual, de características corales,   donde es posible conocer a siete tíos con sus sobrinos y amigos, quienes relatan escogidas situaciones que van desde lo anecdótico hasta lo trascendental, permitiendo disfrutar, cual voyeur, esos universos íntimos sin perder de vista las características existenciales de cada uno de los personajes, cómo fueron sus periplos, sus satisfacciones y cómo han asumido la vejez y la soledad y se preparan para esa raya final, o sea la muerte.
 Tí@s -cuyo subtítulo es  Yo tengo un tío así - cuenta con las sagas de Alfredo Giuliani, Armando Rojas Guardia, Edgar Carrasco, Félix Blanco, Orlando Daza (Madame Margara), Oswaldo García (Celia) y Ramón Font-Carrera Felizola. Todos  ellos llevan a la pantalla a un neurótico y fantasioso, ya difunto, con su sobrino, Petrizzelli narrador de la historia y director del documental. Hay una travesti, antigua  imitadora de Celia Cruz  mientras su sobrino se empeña en formar jóvenes gay descarriados como bailarines. Se añaden los relatos de uno que cose en una vieja máquina y su sobrina, madre soltera,  en un hostil barrio pobre caraqueño. Un peluquero solitario  se empeña en mantenerse en el top del estilismo a pesar de su edad, mientras que un viejo actor y bailarín vive de sus recuerdos en un abandonado apartamento de la clase media. Un poeta, combate la enfermedad mental mientras escribe poemas sobre el amor prohibido. Y finalmente, un activista reflexiona sobre su vida de lucha por los derechos de las minorías. 
OPINIONES
No es fácil la digestión cultural de Tí@s. No es ficción, es realidad contada o  servida por seres de carne y hueso, por personas que uno ha conocido de palabra y trato, porque son personajes públicos de la farándula o del mundo periodístico. Ellos decidieron salir públicamente del closet, como se dice, y contar sus felicidades y penurias, a sabiendas de los pros  y contras de su acto volitivo. Es cine verdad. Unos hacen mejor sus actuaciones que los otros y hasta algunos se muestran tímidos o recatados. No es el caso de Orlando Daza, quien por un tris no terminó dándole su nombre (Madame Marga) a todo el filme.
Estamos seguros que  Tí@s  es un  golpe contundente contra la homofobia y en especial  atraerá la atención sobre la compleja situación de los gais ancianos, porque los que ahora son jóvenes podrán mirar los que les espera si la  sociedad no se transforma. El público, quien tiene la última palabra, posiblemente cambie su conducta hacia esas personas y ayude que sus momentos difíciles sean fáciles de superar, pero hay que luchar porque la homofobia desaparezca a todos los niveles sociales y en todas las edades. Y eso se logra por una serie de decisiones políticas desde los organismos gubernamentales, especialmente en la Asamblea Nacional, al adecuar la realidad de la comunidad a lo que propone y ordena la Constitución de la Republica. Se facilitaría con los matrimonios y toda la jurisprudencia que de ahí se derivaría, como se hace ya en otras naciones.

ORÍGENES

John Petrizzelli  contó a los periodistas que la vejez y las condiciones en las que falleció su tío, Ramón Font-Carrera Felizola, lo llevaron a plantearse una película para plasmar su historia. Durante un año llevó a cabo una intensa y emotiva  investigación, junto con Ricardo Hung y Leoncio Barrios, para cosechar testimonios importantes de homosexuales de la tercera edad. Hicieron alrededor de 100 entrevistas, pero solo 20  estuvieron dispuestos a contar sus historias. Encontraron casos muy tristes, personas en situación de pobreza extrema, abandonados con 80 o 90 años de edad por no tener descendencia directa o porque sus familias no los aceptaban. También algunos que estaban en ancianatos públicos y que habían sido expulsados por su condición, pues los otros adultos mayores los rechazaban. Y por eso narra que el hermano de su mamá murió en circunstancias lamentables, abandonado, después de haber sido una persona con un mundo social muy grande. No tener parientes directos y la homofobia de la familia marcó sus últimos días. Y emergió Tí@s y salieron las siete  sagas que integraron el guión. Siete testimonios sobre un pasado de lucha en un país homófobo  y con las huellas de su juventud y la homosexualidad como tabú.  Petrizzelli hizo una película más que digna con todas esas historias de lucha, de soluciones, de coraje  que pueden dar lecciones a otros, sean homosexuales o no, sobre cómo afrontar la vejez, la enfermedad incurable que espera a todos. Y creemos que eso se está logrando  poco a poco porque   el cine criollo ya ha entregado películas de calidad como  Azul y no tan rosa  de Miguel Ferrari,  Liz en septiembre de Fina Torres y  Sheila, una casa pa´maita  de Eduardo Barberena, como lo escribió el periodista Aquilino J. Mata.  Tí@s  hace parte de lo que Petrizzelli llama la Trilogía del @. El próximo documental será  Doméstic@s, en preproducción y se estrenará el próximo año, donde cuentan las historias de gente que trabaja en casas de familia y  explora las relaciones humanas entre patronos y empleados. A este le seguirá  Monstru@s,  que relatará varios casos de criminales de la historia nacional, indicó el realizador.
FICHA TECNICA
Director y Producción: John Petrizzelli. Investigación: Ricardo Hung, Leoncio Barrios, John Petrizzelli.  Producción Ejecutiva: John Petrizzelli y   Adriana Herrera. Director de Fotografía: Víctor Pérez.  Director de Arte: Wilfredo Torres. Jefe de Producción: Darlys Amaya. Edición: Juan Humberto Rodríguez. Supervisor de Postproducción: Fermín Branger. Música: Roberto Tarzieris. Diseño de Sonido: Gustavo González. Producido por Infinito Films, Centro Nacional Autónomo de Cinematografia, Fundación Villa del Cine y Alfarería Cinematográfica.





Lo que dejaron las guerras civiles

Los venezolanos recuerdan su amarga historia en el teatro
Ni César Rengifo ni Ezequiel Zamora pudieron materializar sus sueños: Venezuela totalmente liberada y viviendo autentica independencia política y económica. Se marcharon antes de tiempo. El intelectual falleció el 2 de noviembre de 1980, a los 65 años, dejando un inmenso legado cultural, especialmente una copiosa creación dramatúrgica. Y el militar e ideólogo de la Guerra Federal  fue traicionado, cuando victorioso avanzaba hacia la toma del poder para darles tierras a los hombres libres, aquel 10 de enero de 1860, a los 43 años
Y ahora, para festejar el centenario del escritor y exaltar al general, la primera actriz Dilia Waikkarán (Rio Caribe, 13 de diciembre de 1936), con el apoyo del director Henry Manganiello y los actores agrupados en la fundación Ayanasmsha, han representado Lo que dejó la tempestad, donde Rengifo plasma de manera poética, humana y muy apegada a la historia de la Guerra Federal, los pesares y vicisitudes de personajes populares unidos en la desolación y la miseria, una vez que Zamora es vilmente asesinado tras la batalla de  Santa Inés.
Rengifo ahí se identifica con los problemas de esa sociedad y también con las clases populares. Critica la forma de actuar de aquellos sectores y plantea alternativas en oposición a la oligarquía, la cual insiste con medidas de explotación sobre el pueblo organizado y solidario frente a los opresores. Una conflagración que no solucionó las contradicciones políticas, económicas y sociales que prevalecían en la sociedad de la época, pero sí provocó condiciones emocionales nocivas que desmejoraron la existencia de la gente que la vivió. Y de ahí surgió otra irredenta Venezuela.
La obra evalúa  la importancia que alcanzaron las contradicciones políticas y económicas en la sociedad venezolana de 1858 a 1865, aproximadamente. Ambos grupos luchan por sus intereses dejando conse­cuencias funestas en las mentes de los habitantes, ejemplo de esto lo constituye el personaje Brusca, que después de presenciar la muerte de sus hijos y esposo queda perturbada. Teresa, “El Perro” y el Comandante son otras víctimas de la guerra y en sus vidas solo existen la soledad y los constantes recuerdos que los acosan.
Brusca  es una agorera que, en su insania, pregona la presencia viva de Zamora después de su muerte, mientras "El Perro" busca desesperadamente a quienes enterraron al general en su afán de comprobar por dónde entró la bala que le mató. El constante juego con el tiempo de las acciones y un diálogo ágil dan al espectáculo una estremecedora vitalidad. El elenco destaca y en especial Larry Castellanos al asumir la Brusca por enfermedad de Dilia Waikkarán.
FICHA TECNICA
ELENCO: Dilia Waikkarán, Frank Maneiro, Mirna Bello, Weldry Meléndez, Sara Tovar, Trino Rojas, Jesús León, Jorge Dakar, Alberto “Paisa” González, Eduardo Bravo, Carlos Añez. Música original de Abiram Brizuela. Dirección general de Henry Manganiello. Escenografía: Rafael Sequera.




sábado, mayo 16, 2015

Rajatabla y su hecatombe

La generación del relevo sigue creciendo para beneficio del teatro.
Un fantasma recorre actualmente al siempre precario teatro venezolano y genera preocupación y angustia entre artistas y espectadores. Y esa quimera, la cual no deja tranquilos a los hacedores y sus audiencias, es ante la eventual desaparición física de la histórica agrupación Rajatabla, tras la muerte de su fundador y director Carlos Giménez, aquel 27 de marzo de 1993.
Se pensó que caería el telón sobre el edificio de ladrillitos rojos que cierra la parcela  del Ateneo de Caracas  (ahora es la sede  de Unearte), pero no fue así. El actor Francisco Alfaro tomó el timón y lo llevó hasta julio de 2011, para demostrar que sí se podía continuar con la creación de variopintos espectáculos y la formación espartana de más y mejores generaciones de actores y actrices. Es su legado.
El que ahora comanda a Rajatabla desde la fuga del buen Paco es el popular productor William López (José Rosario López), quien hace  magia para no enterrar definitivamente a la institución  y por eso utiliza a todos los que se le pongan a tiro, como es el caso de Vladimir Vera (Caracas,1978), quien, cual versión  de Prometeo, durante los últimos tres años ha dirigido los laboriosos y estrujantes montajes de  La piel en llamas  de Guillem Clua,  Madame de Sade  de Mishima,  La casa de Bernarda Alba  de Federico García Lorca  y ahora exhibe  El fantasma de Hiroshima  de la venezolana Gennys Pérez, estremecedora pieza sobre ese terror que desde 1945 no deja soñar a  la humanidad  entera ante los riesgos de una conflagración o un accidente atómico.
DOBLE PREMIO
Obra ganadora de la Muestra de Dramaturgia 2013 de Rajatabla,  El fantasma de Hiroshima  es además la protagonista   de la institución para festejar sus 44 años de labores; ya obtuvo en Londres (27 de abril de 2010) el premio del concurso  Actors of the World, dedicado a la promoción del teatro latinoamericano en el Reino Unido.
La pieza, cuyo tema es la exacerbada violencia cainítica del género humano, enseña como los únicos protagonistas “Eva”(Graziella Mazzone) y “David” (Jósbel Carballo Feo) fingen haber perdido la memoria porque no soportan ser quiénes son: unos solitarios indigentes en una ciudad destruida. Sus oficios de exterminio de todo lo humano los coloca en un límite existencial. Ellos, los únicos y los peores de la raza humana han quedado vivos y sobreviven en un derruido edificio, pero todavía tienen en sus manos poder continuar con la permanencia de la humanidad o definitivamente desaparecerla. En esa raya existencial descubren la ternura y la profunda necesidad de rescatar la vida y la belleza. En esencia,  El fantasma de Hiroshima  es el dilema del hombre entre la capacidad  de la destrucción y el poder de lo humano y bello, ha reiterado Gennys Pérez, quien precisamente vive ahora un “exilio dorado” en Ciudad de México, junto a su hijo Néstor Antonio Pérez.
ESPECTÁCULO
No es un montaje grato para los sentidos ni para alguna inteligencia pacifista que aún quede en esta Caracas. Es una permanente agresión visual y sonora porque materializa a dos piltrafas humanas tratando de sobrevivir en situaciones vergonzantes, pero esa teatral pareja logra generar conmiseración y atrapan por  el verismo que le ponen a sus tareas escénicas  y porque sus personajes  son las víctimas inocentes de un  fanático sistema mundial que no pretende sino la destrucción  del género humano o gobernar así con el miedo a la destrucción final.
Nada de lo que dicen ahí es mentira, como tampoco es fantasía la proyección del hongo atómico con el  cual cierra el trágico ritual que llega a los 60 minutos. Estos comediantes recién empiezan y hay que pedirle a Dios que los proteja a ellos como humanos y artistas y a nosotros también de una hecatombe como se revela en Rajatabla. El culpable es por supuesto Vladimir Vera, quien tiene ya un estilo para mostrar su rechazo a lo mal que vivimos en este planeta. Él nos advierte que la realidad es siempre superior a la ficción escénica rajatablina y por eso hay que dormir con un ojo abierto para degustar ese epílogo.
FICHA TECNICA
Graziella Mazzone y Jósbel Caraballo Lobo son aún alumnos del Taller Nacional de Teatro de Rajatabla. Completan el equipo artístico: Candice Wilcox en el diseño de vestuario, escenografía de Leonardo Sequera, musicalización de Eduardo Bolívar, diseño de iluminación de David Blanco, producción artística de Adriana Bustamante, coreografías y trabajo corporal de Natalia Serra, dirección general Vladimir Vera y producción general de William López. Las funciones serán de jueves a sábado a las 7pm, y domingos a las 6pm.
ORÍGENES
Gennys Pérez vio un programa de TV por cable sobre la guerra y la muerte en el mundo islámico, y cómo toda esa cultura de la violencia y la muerte influye en todo el planeta. Esa lucha de poder y dominio entre  la civilización del Occidente y la civilización del Oriente no tiene sentido salvo el salvajismo supuestamente religioso. Pensó en la masacre más cruel que hemos vivido, como fueron los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki, hace 70 años. “Creo que es una vergüenza en el honor de los USA, que jamás podrá quitarse esa mancha. Ese ataque nuclear, el primero que se ha hecho en la historia de las guerras de la humanidad, abrió un portal de infinitas peligros para todo el mundo. Esa fantasma siempre será una amenaza para los que habitamos en este planeta. Y comencé a escribir una pieza sobre esta reflexión, sobre esta angustia que me dio esa noche que vi aquel programa. No pude dormir, y me puse a escribir como loca”. De ahí salió  El fantasma de Hiroshima.
GALARDONES PARA GENNYS
Gennys Pérez (Barquisimeto, 1969) escribe con calidad y la premian, por eso contabiliza estos galardones: Premio Actors of the World de Dramaturgia en Londres (2010) con  El fantasma de Hiroshima. Premio Nacional de Dramaturgia Innovadora (2006) con  Yo soy Carlos Marx; Premio Monte Ávila Editores de Autores Inéditos para  El secreto de la felicidad  (2005); Premio Fundarte en poesía 2004 por el poemario  Lunas Marginales  (2004; Premio Dramaturgia La Fiesta de Caracas  con  De Libertadores a Libertados  (2000); Premio de Teatro Regional de Maracay para  La cuarta noche  (2002), basada en  El perseguidor  de Julio Cortázar, y ahora este III Premio de Dramaturgia de Rajatabla. 



Los cantos amargos de César Rengifo

Prosigue  el festival de obras de  César Rengifo.
Nunca una obra teatral de César Rengifo, como Los hombres de los cantos amargos,  ha sido tan oportuna representarla, ya   que desmonta las mentiras propaladas sobre la liberación de los esclavos en Venezuela y da además una cátedra sobre lo que son los malos gobiernos cuando se alían con el capital y subyugan al pueblo desvalido. Esta pieza, que subraya los horrores de la Guerra Federal, fue exhibida en ocasión  del centenario del artista, gracias al buen ensamblaje  artístico de del Taller de Teatro Manatí (José Gregorio Cabello) y el Grupo Folclórico Mavarí (Emma Pérez), en el teatro Nacional.
Los hombres de los cantos amargos transcurre en una hacienda cacaotera de los Valles de Tuy, entre los años 1854 y 1855 y  alude a la reacción de los negros  esclavos al momento de ser liberados, por el decreto de Monagas, para ser transformados en peones asalariados por los terratenientes. Rengifo demuestra ahí los turbios manejos de la política para obtener una mano de obra barata y explica como son o fueron  los corruptos   manejos de lo funcionarios con el  erario público para enriquecer a la clase gobernante; pero hace énfasis en la organización y en la lucha que desatan nuestros primigenios esclavos negros esclavos por su libertad, la cual no lograrían sino años después, tras culminar la Guerra Federal. 
Para el director Cabello este texto de Rengifo tiene las características de un teatro épico y  simbólico. Y es por eso que el realismo social está presente para mostrar el conflicto o las pugnas entre los poderosos y los oprimidos. Siendo así la base o los recursos de lucha de los oprimidos, sus propios valores que como pueblo posee, fuertemente arraigados en la tradición, presente en sus costumbres. Son elementos que contrapone ante el abuso y atropello como defensa a su integridad y a sus anhelos de libertad. En la escena  los personajes populares acuden a sus cantos y tradiciones para enfrentar esas amenazas. Allí la tradición y costumbres del pueblo afrovenezolano, se reinventan y salen victoriosos.
La premisa fundamental del espectáculo es evidenciar la lucha de clases, de poderes, la explotación del hombre por el hombre mismo para ejercer la hegemonía de los poderes.
El director Cabello hace un lúdico montaje en tres planos escénicos: el pueblo negro,  los gobernantes burguesas y sus aliados capitalistas  y el mágico mundo de la negritud, ese que logra atrapar al público y hacerlo participar gracias  a los ritmos autóctonos de la tradición del Estado Miranda, fulías, cantos, sonidos de quitiplás, tambor mina y expresiones bailables del lugar de referencia donde transcurren los hechos de la obra.
FICHA TECNICA
Ricardo González, Cristina Molinati, Deiby Fonseca, Yorvis de los Santos, Deivi Bracho, Samuel Medina, José Dautant, Roger Hermoso, William Blanco, Carlos Manrique, Eliesser Oropeza, Andreina Cordero, Amnery Villarroel. Percusión y Cantos: José Ángel Palacios, Ángel Villarroel y Jesús Blanco.Dirección Técnica y Producción General: Marivé Perozo. Puesta en Escena y Dirección General: José Gregorio Cabello.

lunes, mayo 11, 2015

El paladín Alexis Márquez Rodríguez

En estos tiempos de tantos retorcijones políticos e ideológicos, además de una incesante revisión de los basamentos culturales de este balcanizado continente, se acepta que Francisco de Miranda fue el que primero escribió y habló sobre la unidad o la integración de las naciones creadas por la España imperial en América, y que le correspondió a otro venezolano fuera de serie, como lo era Andrés Bello, formular el concepto de un “castellano américano” y después proponerlo como instrumento fundamental para esa ansiada integración continental. Tales ideas, que costaron sangre, sudor y lágrimas a sus propulsores y seguidores, lograron germinar y hoy existe una serie de repúblicas con sus inquietos habitantes empeñados en dejar atrás el subdesarrollo y alcanzar un nivel de calidad de vida comparable con el continente europeo, por ahora.
Recordamos aquí a Miranda y Bello con sus fantásticas dimensiones como soñadores de un continente libre y desarrollado culturalmente tras el fragor de las conflagraciones del siglo XXI, tras leer un excelente ensayo del profesor Alexis Márquez Rodríguez sobre la importancia de los medios de comunicación para la unidad de la lengua.
Y es precisamente el académico Márquez Rodríguez (Sabaneta, 12 de abril de 1931/Caracas, 10 de mayo de 2015) quien ahora, en didáctica conversación que nos concedió hace ocho años, reitera que, a más de 200 años de la Independencia del Reino de España, venezolanos y venezolanas proseguimos utilizando el castellano o el español, el lenguaje de los conquistadores y los colonizadores, pero también nos seguimos comunicando con el lenguaje de Cervantes, de Calderón, de Garcilaso y el de los grandes escritores.
“No hay mayores diferencias. Es posible que en la aplicación práctica del lenguaje haya ciertas diferencias o características típicas del contexto donde se habla. En el mundo militar se utiliza un lenguaje con implicaciones propias, como también ocurre en los ámbitos de la política, de la medicina, del derecho y en la literatura donde hay rasgos específicos, pero en los demás sectores se habla igual”.
Reitera que hay algo que no se nos podrá quitar o negar nunca, pese a que se tengan críticas posiciones frente a los hechos históricos del Descubrimiento, la Conquista y la Colonia, y es que desde el desembarco de los descubridores heredamos un instrumento importantísimo que es el lenguaje, el mismo instrumento que se ha utilizado para defender nuestros derechos ante la España imperial. “Esa es una herencia cultural que no se puede modificar jamás”.
Recuerda que el general Antonio Guzmán Blanco trató de afrancesar a los venezolanos, pero no lo consiguió y nuestra lengua siguió siendo la misma, y de aquello sólo quedaron los galicismos. También Bolívar daba mucha importancia al idioma galo. Pero con el francés han intentado penetrarnos, mucho antes de la época guzmancista, de tal manera que hasta Rafael María Baralt produjo ese diccionario de galicismos. Lo mismo ha pasado con el inglés. Pero nuestra lengua general es el español o el castellano y además esta enriquecido con nuestros venezolanismos.
Comenta que la lengua castellana en nuestro país tiene diferentes formas de manifestarse. No sólo el pueblo sino también los escritores tienen sus formas propias para expresarse, las hay coloquiales y vulgares, pero todo eso hace un todo, que es el idioma, que es la lengua. “No hay que olvidarse del contexto, eso que los psicólogos llaman ‘el contexto situacional’, ya que lo que se habla y lo que se dice depende de donde se encuentre, porque hay un factor externo que explica o afirma lo que se habla. Yo doy, como ejemplo, esa oración: ‘La operación fue todo un éxito’. Esa frase aislada dice algo, pero si se la oímos a un militar o a un jefe de policía o un médico o a un matemático cambia, porque el término ‘operación’ es el mismo para todos, pero para los respectivos profesionales tiene una connotación específica”.
LEGADO
Profesor graduado en el Instituto Pedagógico de Caracas (1950) y abogado egresado de la UCV (1961) son los títulos académicos de Alexis Márquez Rodríguez, quien con sus libros, sus investigaciones y sus trabajos periodísticos se convirtió en una especie de paladín, sin acerados yelmo, cota y escudo, de la lengua castellana en Venezuela. Y no hay otro como él. Entre sus temas favoritos está la novelística de Alejo Carpentier y por eso esperaba la aparición de un gran libro que le editan en España, la otrora imperial Iberia, donde revisa todo lo que ha escrito sobre ese cubano. "Saldrá y eso ameritará que se digan otros cosas más".


viernes, mayo 08, 2015

La edad del rock

El autor y su obra desde España y para Venezuela
A Rómulo Gallegos y Andrés Eloy Blanco los lanzaron a la fama las editoriales españolas y ya sabemos lo que pasó. Por el mismo camino trota Víctor Vegas (Barquisimeto, 1967), a quien Ediciones Carena, de  Cataluña, le ha publicado su primera novela  La edad del rock and roll.
Víctor Vegas, que está desde 2008 en España, donde ha publicado varios libros de teatro y narrativa, entre ellos,   Mensajes en la pared (2006),  editado por Monte Ávila Editores, desde Madrid explica lo que le ha pasado:
¿Por fin una novela?
Así es. Después de varios intentos fallidos, y de alrededor de seis años de trabajo, aunque no de forma continuada ni exclusiva puesto que en este lapso he escrito varias piezas de teatro y unos cuantos relatos breves, por fin he conseguido una de las metas más ambiciosas que me he trazado hasta el momento en lo que a literatura se refiere: publicar mi novela  La edad del rock and roll.
¿Cuál era la razón?
La gran mayoría de narradores aspira a escribir al menos un texto de largo aliento en su vida. Creo no exagerar un ápice con esta afirmación. Y  La edad del rock and roll  lo es; sus 408 páginas así lo corroboran. De hecho, recuerdo declaraciones de célebres autores cuyos nombres automáticamente se asocian a la narración breve y que sin embargo han soñado con escribir largas novelas. El primero que se me viene a la mente es Augusto Monterroso. Incluso he leído que, pese a su consabido desinterés por abordar la novela a la hora de sentarse a crear, Jorge Luis Borges le confesó en cierta ocasión a un allegado la frustración que sentía por no haber escrito una. Esta sería una primera motivación. La otra, y creo que la más importante: deseaba escribir una historia en la que se relatara el paso de la infancia a la adolescencia y que, como telón de fondo, se percibiera que las decisiones que vamos tomando en el trayecto de nuestras vidas tienen, querámoslo o no, sus consecuencias. Al fin y al cabo el presente que vivimos lo hemos construido gracias a las decisiones que tomamos en el pasado. Aun cuando no seamos totalmente consciente de ello. 
¿Qué viene ahora?
En lo inmediato toca avocarse a la promoción de la novela. La presentación oficial está pautada para el 22 de mayo de 2015. Lo haremos en una conocida librería del centro de Madrid. Y como para mí, música y teatro han sido fundamentales en mi vida, en mi formación, ninguna de estas dos actividades artísticas estará ausente durante la presentación del libro. Es decir, ese día, viernes 22 de mayo, tendremos teatro y rock and roll para quienes decidan acompañarnos.
¿Y qué pasó con el teatro?
Sí, mi adorado tormento,  en este 2015, después de muchísimos años sin hacerlo, he decidido volver a dirigirlo. Estoy trabajando en una pieza de una reconocida autora latinoamericana de la que haremos algunas funciones durante los meses de mayo y junio, pero cuya temporada estrenaremos seguramente en octubre de 2015. No te daré demasiados detalles sobre este proyecto, sólo estoy trabajando con una estupenda y talentosa actriz y ambos estamos disfrutando del proceso de montaje. También me encuentro en las primeras fases de construcción de lo que espero sea mi próxima novela.
¿Su novela sirve para cine  o teatro?
Varias personas que han leído mi obra narrativa, no sólo esta novela sino mi libro anterior, la colección de relatos “Mensajes en la pared”, han dicho que la mayoría de mis narraciones son cinematográficas. Y es que cuando escribo, escribo siempre pensando en imágenes. Es algo casi instintivo. Quizá se deba a la gran influencia que el cine ha ejercido sobre mí en todos estos años. Sin embargo, no me atrae la idea de adaptar  La edad del rock and roll  al cine y mucho menos al teatro. Para mí ya es un trabajo hecho, acabado.
¿Cómo se comercializa una novela en España?
Eso depende de la editorial en la que se publique la novela. El tamaño y recursos de dicha editorial son fundamentales a la hora de abordar su comercialización. Y como has de imaginar, las grandes editoriales son las que tienen la capacidad de golpear con mayor fuerza al momento de apostar por un determinado título. Desde luego en las editoriales pequeñas, como en la que acabo de publicar, la comercialización de una novela es otra cosa muy distinta y exige que el autor se involucre más allá de lo que en el fondo le corresponde.
El evangelio de Judas
Si no hay cambios y todo marcha como espero, entre septiembre y octubre de 2015, tengo planeado viajar a Argentina, a La Plata, para ser exacto. Allí mi colega y amiga, Solange Rybak, prepara en la actualidad el montaje de otra de mis piezas de teatro. Ya el año pasado estrenó con éxito  Pieza para dos actores  y este año, a raíz de la buena experiencia que tuvo con ella, ha decidido aventurarse con otra de mis obras. Se trata de  El evangelio según Judas, una comedia sobre la amistad, el ego y la traición en la que el teatro tiene gran protagonismo. Le he dado mi palabra que viajaré para estar presente durante una de las funciones de la temporada. Pero es algo que viene de mucho más atrás. Te cuento: mi mujer y yo, que sentimos un cariño especial por esta pieza (fue la primera que escribí tras mis años dedicados a la informática), nos prometimos hace tiempo que asistiríamos al primer montaje que se hiciera de ella sin importar en qué parte del mundo se estrenara. Y me alegra un montón que el de Solange sea ese primer montaje. Ella y yo hemos mantenido una frecuente, rica y amena correspondencia desde hace más de un año gracias a las nuevas tecnologías y, aún sin conocernos en persona, nos tratamos como si lleváramos años compartiendo los gustos y disgustos que nos va ofreciendo el azar. Esa es una de las cosas que amo del teatro y de la gente que hace teatro. Algo no muy común en otras áreas de la cultura donde los egos están a la orden del día.
Accidentado viaje
 La edad del rock and roll   es una novela coral que cuenta relatos dentro de una gran historia. El accidentado viaje que emprenden tres adolescentes con el fin de ver tocar en vivo a su banda favorita de rock, la británica Yes, es sólo la apertura de un profundo entramado. La novela cambia de narrador según la perspectiva del recuerdo. Es virtud de esta obra ubicar al lector en la piel de los protagonistas. De ahí que se lee como si fuera un testimonio propio. Un juego de memorias, un homenaje al niño que asumió sin vacilaciones los riesgos de hacerse adulto a su manera.   La edad del rock and roll   suma muchas historias y diversas vías de contarlas. La clave que integra la narración es el sentido de la aventura. El viaje de los tres adolescentes tiene como punto de partida a Barquisimeto, después pasa por Caracas y culmina en Rio de Janeiro, su destino final. Los protagonistas pretenden asistir al mítico concierto de Rock in Rio, que se celebró en esta ciudad brasileña, en enero de 1985.


https://ssl.gstatic.com/ui/v1/icons/mail/images/cleardot.gif


Aquel Golpe de Estado de 1973

Ha comenzado el homenaje a César Rengifo en su centenario  con representación de varias de sus piezas. Reseñamos aquí Volcanes sobre el Mapocho, la cual  hace temporada en el teatro Bolívar durante este fin de semana, gracias a la agrupación Teatro de los Invisibles, liderada por Alberto Ravara, que ha  presentado una versión muy digna.
Ahí se evoca aquel martes11 de septiembre de 1973, inolvidable en la nación chilena y en los corazones de quienes creemos y luchamos por la democracia, la libertad y los derechos humanos. Una sórdida guerra civil contra el Poder Ejecutivo, liderado por Salvador Allende, desembocó en un Golpe de Estado bajo el comando del general Augusto Pinochet. Todavía los balances de tal genocidio no están cerrados, pero es posible que algún día  se sepa todo lo que pasó, cómo reiniciaron sus vidas los sobrevivientes y cómo las nuevas generaciones avanzan para que nunca más se repita otra felonía similar.
Al año de esa masacre, aquí en Venezuela se conoció la pieza Volcanes sobre el Mapocho, donde César Rengifo (Caracas, 1915-1980) propone una esclarecedora reflexión sobre esa rebelión militar y el gobierno surgido y acrecentado, durante 18 años, al servicio de las clases dominantes chilenas, las empresas transnacionales y el gobierno de Estados Unidos de América, como lo confesó el secretario de Estado, Henry Kissinger, años después.
 ¿Por qué recordar aquello?, se pregunta algún espectador menor de 40 años o alguien que habiendo conocido aquella ordalía sureña (a la cual se sumaron las dictaduras argentinas, uruguayas y paraguayas), se  preocupe ante la resurrección del fantasma del golpismo que ronda  en este continente.  
Una vez más, Rengifo usa el teatro como catedra para denunciar las masacres  de  obreros e intelectuales por razones económicas y para impedir el desarrollo cultural de las naciones americanas, porque a este continente lo quieren o lo necesitan únicamente por sus recursos naturales y sus yacimientos de materias primas y/o estratégicas, para sostener a  otros sectores de un mundo supuestamente más civilizado.
Es  teatro político sin metáforas ambiguas, que deja contundentes enseñanzas sobre la historia americana para que los pueblos reflexionen  sobre reveses y victorias del  pasado y pueda andar en el presente y futuro cercano y hasta construir sueños. Rengifo plasma ahí el drama de dos maestras en una escuela de Santiago y como ellas se debaten entre salvar sus vidas y sus alumnos o combatir contra la poderosa rebelión militar.
El espectáculo sorprende por la presencia de nueva y vigorosa generación de comediantes al lado de artistas como  Lilybell Trejo, Frank Wiese, Bárbara Rodríguez y Jorge Dakar, entre otros. ¡Esa herida en la vida americana sigue abierta!




Premiaron investigaciones venezolanas sobre teatro estadounidense

Con  la obra www. Soluciondecuervos.com el Grupo Experimental del Teatro, perteneciente a la Universidad Nacional Experimental del Táchira (San Cristóbal),  se hizo merecedor del I Premio del  Concurso de Propuestas Escénicas de Teatro Universitario: La dramaturgia estadounidense en Venezuela, organizado por la Oficina de Asuntos Públicos de la Embajada de los Estados Unidos de América.
La agrupación, dirigida por el profesor José Ramón Castillo,  presentó una pieza de Pedro Monge Rafuls cuyo trabajo dramatúrgico se ha caracterizado por indagar en temas contemporáneos tales como la inmigración latina a los Estados Unidos entre muchos otros, desde la comedia, el humor negro y el drama. (www.cubaencuentro.com).
En palabras del jurado, compuesto por la dramaturga Xiomara Moreno, el escritor Edilio Peña y el crítico Carlos Herrera, la lectura de la obra de Rafuls “expone una propuesta con ambiciosas posibilidades escénicas, para una obra que se sitúa entre la Modernidad y la Postmodernidad”.
El premio, que consiste en 80 mil bolívares y un diploma, será destinado a la producción y montaje de dicha pieza en el transcurso del año.
El segundo premio fue adjudicado al grupo de Teatro de la Universidad Católica “Andrés Bello” (UCAB) de Caracas dirigido por Nicolás Barreto cuya propuesta escénica de Las Brujas de Salem de Arthur Miller fue reconocida “por plantear una congruente propuesta de puesta en escena capaz de entrar en concordancia con el espíritu dramático de la obra y por proponer específicos elementos de la dirección de arte que conformarán la futura representación”.
Finalmente el tercer premio – que al igual que el segundo consiste en 30 mil bolívares   como aporte a la producción, además del diploma – lo obtuvo el grupo de Teatro Universitario (TU), de la Universidad Central de Venezuela, con la obra Zoológico de Cristal del dramaturgo Tennessee Williams. Este grupo bajo la dirección de Roberto Sabelli, propuso en palabras del jurado, una obra “acorde para un elenco universitario desde una perspectiva intimista”.
El  I Concurso de propuestas escénicas de teatro universitario: La dramaturgia estadounidense en  Venezuela fue convocado por la Oficina de Asuntos Públicos de la Embajada de los Estados Unidos en noviembre del año 2014 para  promover el teatro estadounidense entre  las agrupaciones  teatrales universitarias amateur a nivel nacional y apoyar montajes que acerquen a sus integrantes, estudiantes y comunidades relacionadas con dichas casas de estudio a obras que ofrezcan una mirada crítica sobre el individuo, la familia y la sociedad.
La convocatoria, realizada a nivel nacional, logró la cita de nueve proyectos. Los grupos enviaron una propuesta conceptual a partir de la escogencia de una pieza de teatro estadounidense contemporáneo, plasmada en una elaboración teórica a partir de la autoría escénica (dirección) y los códigos que la componen como diseño de actuación, vestuario, escenografía, iluminación, grafismos y marketing.
La primera edición de este premio se constituye como un impulso a la actividad del teatro- no profesional- universitario que fuera semillero del movimiento teatral, determinante para el crecimiento de la profesionalización de la actividad escénica nacional.