jueves, abril 30, 2015

Hacia el centenario de César Rengifo

Caldera, Iturriza y Ravara en la rueda de prensa.
Con motivo de la declaratoria del 2015 como Año de César Rengifo, pintor y dramaturgo venezolano, el Ministro del Poder Popular para la Cultura, Reinaldo Iturriza, informó el inicio de las actividades enmarcadas en el centenario de César Rengifo. “El presidente Nicolás Maduro ha declarado el 2015 como el año del centenario de Cesar Rengifo, vamos a rendirle honores durante todo el año... Las actividades centrales serán en mayo, específicamente el 14 de mayo con motivo del centenario de su nacimiento”, destacó.  
También indicó que la actividad central del MPPC será la declaratoria de César Rengifo como Patrimonio Nacional, el próximo 12 de mayo en la Casa del Artista. La Galería de Arte Nacional expondrá muestras pictóricas de Rengifo, se colocarán imágenes del artista en los vagones del metro de Caracas y se proyectará un documental sobre el artista.
Teatro rengifiano para todos
 Desde el 1 al 31 de mayo inicia una programación nacional del Circuito de Teatro de Caracas donde se estarán escenificando obras de Rengifo por diferentes agrupaciones como Pathmon, IIAVE, Ayanamsha, Manati, Telba Carantoña, Entre Juegos y otras.
Alfredo Caldera, director general del Centro Nacional de Teatro, indicó que en nueve salas en todo el Distrito Capital, y en  siete parroquias, se mostraran 14 espectáculos  en 37 funciones teatrales y cinco acciones de calle en el corazón de las comunidades conformarán esta primera etapa del Circuito Nacional de Teatro conjuntamente con la programación del estado Yaracuy, cuyo objetivo es llevar la obra dramatúrgica de Rengifo a todo el territorio nacional en los próximos meses.
Al evento asistieron el Ministro del Poder Popular para para la Cultura, Alfredo Caldera, director general del Centro Nacional de Teatro; Alberto Ravara,  director teatral; Dilia Wuaikaran, actriz y directora, además de los miembros de las diferentes agrupaciones teatrales que formarán parte del Circuito Teatral de obras de César Rengifo. 
César Rengifo: imagen, pensamiento y acción
 Es el título de  una pulcra muestra antológica sobre la obra pictórica, así como elementos claves del  legado poético, ensayístico y dramatúrgico  de este artista caraqueño,  en ocasión del centenario de su nacimiento. Esta  exposición, organizada por  el Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través de la Fundación de los Museos Nacionales, permitirá ponderar, entre otras cosas, las obras que custodia el Estado, bien en la Galería de Arte Nacional y  la pinacoteca del Banco Central de Venezuela, además  de unas cuantas piezas facilitadas por los coleccionistas privados y sus familiares.
Mientras se conocen mayores detalles de la globalidad de los lienzos de Rengifo que serán expuestos y las características de las respectivas  conferencias o charlas de los especialistas, todo eso bajo la coordinación  de los curadores Félix Hernández y Carolina Balza, conviene recordar que  este venezolano siempre afirmó que el arte es una proyección  de la vida social, como lo subraya el escritor Jorge Nunes: “De allí que su obra plástica  como su dramaturgia coincidan con asombrosa exactitud sobre los mismos bordes: la problemática del país y el devenir que la dinámica social diagrama a través de su  historia”.
Hombre y artista
 La visión e interpretación que propone Rengifo en toda su obra, está apoyada en el marxismo y apuntala cualquier percepción que pretenda imponer fronteras a su alcance. Asegura Nunes que esto se detecta en toda su obra artística confiriéndole una  fisonomía muy especial; un rostro propio y ajeno a cualquier posibilidad de e confusión. Su obra, tanto la pictórica como la dramatúrgica  solo podía ser sentida y vertida en códigos estéticos por él. Nadie sino Rengifo podía firmar cuadros como “Una rosa para mi ciudad”,  “La flor del hijo” o “Su música interior”, por ejemplo. Solo él sería capaz de crear y suscribir “Lo que dejo la tempestad  o “Los hombres de los cantos amargos”. Porque en  cada una de esas obras vibra la parte más íntima del artista, aquella que le concede propiedades irrepetibles a su sensibilidad”.
En relación a este fenómeno de la coincidencia absoluta y estricta  entre el pensar  y el hacer, entre el hombre y el artista, Alexis Márquez Rodríguez señala: “En su pintura, por ejemplo, hay un estilo inconfundible, que a la visión marxista aúna elementos extraídos de sus vivencias, lo cual pone como es obvio, ese toque personalísimo a que nos hemos referido. Lo ideológico, entonces, se adminicula a una técnica y un estilo con reminiscencias expresionistas, en que la personalidad  del artista, su mundo interior, sus vivencias y experiencias personales, desempeñan también, junto con lo ideológico, una función clave para la comprensión y valoración de su obra”.
Nunes  afirma que César Rengifo se ha identificado de tal modo con su pueblo que ha hecho suyos sus conflictos y se ha dejado rasgar la imaginación y el talento por paisajes que, aunque tendidos  sobre la geografía del país parecen haberse instalados en secretos laberintos de su piel y su conciencia y lo habitan de tal manera total y definitiva. El planteamiento temático y lenguaje plástico de Rengifo, en este sentido, adquiere una unidad absoluta: los códigos, los símbolos utilizados para expresar los contenidos no son otra cosa que sus reflejos”.
Obra plástica
 César Rengifo, orientado dentro de la corriente figurativa, intenta, sin embargo, trasponer los límites impuestos por la figuración. Nunes comenta que a través  de elementos que evidencian una simbología muy  particular, el artista remueve la epidermis de las atmosferas que construye, hasta pulsar significados que propician una intimidad menos cercana. Y aunque sus cuadros surgen de una eclosión cuyo génesis  se sitúa en la realidad, es aprehender cierto encantamiento, cierto secreto fervor que trasciende las líneas y estalla con una luminosidad, que vence el equilibrio colorístico de sus pinturas. En ese sentido, la realidad desplegada en las telas del artista constituye un conjunto de cálidas proporciones poéticas que rebasa los seres, los países y los objetos que la certifican.
Rengifo manifiesta que “más que realismo social, diría que mi lenguaje plástico se ubica dentro de lo que llamaríamos realismo poético. Y es bueno insistir que el realismo poético, tal y como lo concibo, no está vinculado con el expresionismo”.
Tamanacos y Amalivaca
 La labor muralista más ambiciosa realizada hasta ahora en Venezuela la hizo César Rengifo en una superficie de 90 metros cuadrados en una de las paredes de la plaza  Diego Ibarra del Centro Simón Bolívar. Fue planificado, diseñado y ejecutado por el artista y un grupo de colaboradores en un año y seis meses. Se concluyó a finales del año 1955.Es el Mural de Amalivaca donde  vertió la historia de la creación y el esfuerzo persistente de los dioses. Inicialmente pensó que era posible usar la piedra y diseñar sobre ella  las peripecias del nacimiento del  mundo de los tamanacos Finalmente, optó por el vidrio. Trabajo seis meses en  el boceto y sus ayudantes un año  laboraron  un año en la realización definitiva. Ahí está la fina leyenda de Amalivaca con la gran aventura precolombina. El nuevo mundo brota de las semillas de la palma y ahora comienza otro amanecer, mientras Amalivaca y Vochi reposan.



miércoles, abril 29, 2015

Hiroshima estalla en Rajatabla

En la sala Rajatabla la juventud se exhibe


El fantasma de Hiroshima, de la venezolana Gennys Pérez, la obra ganadora de la Muestra de Dramaturgia 2013 de la Fundación Rajatabla, será estrenada el viernes 8 de mayo en la Sala Rajatabla.

El texto que obtuvo en Londres, el 27 de Abril de 2010, el premio del concurso  Actors of the world, dedicado a la promoción del teatro latinoamericano en el Reino Unido, es el gran protagonista del nuevo montaje de la Fundación Rajatabla en el marco de la celebración de sus 44 años, bajo la dirección de Vladimir Vera, y estará presentándose durante tres únicas semanas.

La obra, en palabras de la autora, trata acerca de “Eva y David (los protagonistas), quienes fingen haber perdido la memoria porque no soportan ser quiénes son. Sus oficios de exterminio de todo lo humano los coloca en un límite existencial. Ellos, los peores de la raza humana han quedado vivos, y en sus manos está si continuar con la permanencia de los humanos o definitivamente desaparecerla. En este límite existencial, descubren la ternura y la profunda necesidad de rescatar la vida y la belleza. En esencia El fantasma de Hiroshima es el dilema del hombre entre el poder de la destrucción y el poder de lo humano y bello”.

La pieza es protagonizada por los alumnos del Taller Nacional de Teatro, Graziella Mazzone y Jósbel Caraballo Lobo. Completan el equipo artístico: Candice Wilcox en el diseño de vestuario, escenografía de Leonardo Sequera, musicalización de Eduardo Bolívar, diseño de iluminación de David Blanco, producción artística de Adriana Bustamante, coreografías y trabajo corporal de Natalia Serra, dirección general Vladimir Vera y  producción general de William López. Las funciones serán de jueves a sábado a las 7pm, y domingos a las 6pm. Las entradas tendrán un valor de Bs.150, mientras que los jueves serán de 2x1.

UNA OBRA PARA NESTOR ANTONIO

 “A mi hijo Néstor Antonio, para recordarle de qué estamos hechos”. Es la dedicatoria que Gennys Pérez escribió para su obra El fantasma de Hiroshima, una de las cinco  mejores de la  Muestra de Dramaturgia Nacional, auspiciada por la Fundación Rajatabla.

Al preguntarle a Gennys Pérez (Barquisimeto, 1969) el por qué y el para qué de tal dedicatoria, respondió:

- Mi hijo Néstor Antonio Pérez, caraqueño desde el 7 de julio de 1993, es mi mayor angustia. En él veo mis pequeños triunfos, mi lucha diaria y mis grandes fracasos. Me aterra no haberle podido ofrecer un mundo mejor, un país mejor, una madre mejor. A mi amado hijo, como a todos nuestros jóvenes, le  tocó un mundo muy complejo, muy violento, muy negativo. Venezuela no es país para los jóvenes, quienes viven en una zozobra inhumana, la inseguridad los esclavizó al miedo y así no se puede vivir, no puedes desarrollar a plenitud tus dones. Esta obra está dedicada a él, porque le quise decir, que aunque el mundo sea un lugar muy hostil para los jóvenes y los niños, si hay amor, hay una posibilidad enorme de vivir y ser feliz; porque deseo, con todo mi corazón, que él saboree las mieles de una vida bonita, feliz, que viva con menos angustias con las que yo he vivido. Porque deseo que cuando viva una noche oscura, recuerde el poder divino de los rayos del sol, que piense más en las palabras amor, paz, felicidad, y ternura… porque de eso es que estamos hechos, lo demás es una pesadilla que algún día tiene que terminar.

-¿Cómo nació El fantasma de Hiroshima?

-Estaba viendo un programa de TV por cable sobre la guerra y la muerte en el mundo islámico, y cómo toda esa cultura de la violencia y la muerte influye en el mundo. Esa lucha de poder y dominio entre  la civilización del Occidente y la civilización del Oriente. Por alguna razón pensé en la masacre más cruel que hemos vivido, que fueron los bombardeos atómicos sobre Hiroshima. Y pensé que esa era una vergüenza en el honor de los USA, que jamás podría quitarse esa mancha. Pues ese ataque nuclear, el primero que se ha hecho en la historia de las guerras de la humanidad, abrió un portal de infinitas amenazas al mundo. Esa culpa, esa responsabilidad siempre la llevará USA en sus hombros. Esa fantasma siempre será una amenaza para todos los que habitamos en el planeta. Y comencé a escribir la pieza sobre esta reflexión, sobre esta angustia que me dio esa noche que vi ese programa. No pude dormir, y me puse a escribir como loca.

-¿Por qué?

-Escribí esta obra porque me dio un ataque de angustia, un insomnio insoportable. Vivimos en un país más violento que Siria, aunque no lo queramos reconocer. En el momento que la escribí, Venezuela estaba en pleito con Colombia y los ánimos estaban muy caldeados, de hecho se había enviado a nuestros soldados a la frontera en franca declaración de un posible enfrentamiento. Fueron los artistas vestidos de blanco con sus canciones y llamado a la paz que enfriaron el ánimo bélico, y justo en esos día vi el programa ese sobre la guerra y la muerte en el mundo islámico, así que todo explosionó en mi interior, y me dio una especie de pánico, como si esa fantasma de Hiroshima se asomara nuevamente al mundo, pensé en mi hijo y el mundo de violencia que le hemos heredado a todos nuestros niños y jóvenes.

-¿Cuál es su mensaje?

-No creo que haya un mensaje, o si lo hay no lo sé. A pesar de tocar un tema muy duro, no me lo vas a creer, pero yo escribí esta obra en una sola sentada, empecé como a las nueve de la noche y amanecí escribiendo, la terminé a las siete de la mañana, justo cuando el sol entra sin clemencia ni piedad a mi cuarto, y el sol me dio mucha paz, es decir comencé en una oscuridad total, con una angustia muy grande y terminé en un estado de quietud muy agradable. Fue una sensación, la seguí, me dejé llevar, escribí y ya… No pensé mucho, sólo me dejé arrastrar por lo que sentía… Si hay algún mensaje era que le quería decir a mi hijo, que el amor nos puede salvar de todo, incluso de la violencia y de la muerte

-¿Qué viene después?

-Estoy revisando una obra que me ha costado mucho escribir,  El fiscal, y me ha costado mucho por lo delicado del tema. Pero, esa imagen de la camioneta de Danilo Anderson hecha cenizas, es una imagen muy perturbadora que no me da descanso. La terminé hace dos años, y sigo corrigiéndola. Siempre salen informaciones nuevas sobre este acontecimiento, y escribir teatro, no es escribir noticia, ni crónica; entonces es una pieza a la que le temo, pero siento un gran compromiso con ese suceso, me marcó, me pareció increíble lo que pasó, y más increíble que nunca supimos en realidad quiénes son los verdaderos responsables. Es un tema muy poderoso, pero como Yo soy Carlos Marx es una pieza de una gran carga de energía negativa, un tema tabú, intocable en nuestra sociedad, una herida que ya nadie quiere recordar por todo los poderes que rodean el hecho. Ya estoy terminando la última corrección, y así quedará. También estoy escribiendo narrativa, muy lento, me cuesta.

PREMIOS LOGRADOS

Gennys escribe con calidad y la premian, por eso contabiliza estos galardones: Premio Actors of the World de Dramaturgia en Londres (2010) con El fantasma de Hiroshima. Premio Nacional de Dramaturgia Innovadora (2006) Yo soy Carlos Marx; Premio Monte Ávila Editores de Autores Inéditos con El secreto de la felicidad (2005); Premio Fundarte en poesía 2004, con el poemario Lunas Marginales 2004; Premio Dramaturgia La Fiesta de Caracas  con De Libertadores a Libertados (2000); Premio de Teatro Regional de Maracay, La cuarta noche (2002), basada en la obra El perseguidor de Julio Cortázar, y ahora este III Premio de Dramaturgia de Rajatabla con El fantasma de Hiroshima.

EQUIPAJE LITERARIO

 Asegura tener escritas obras teatrales como: Yo soy Carlos Marx, El secreto de la felicidad, El Fantasma de Hiroshima, Sólo para ellas, Tócame, El clan Butterfly, El Club de los Masturbadores, Mala Palabra, La cuarta noche, De Libertadores a Libertados y Adorables criaturas. Tiene dos poemarios: Lunas marginales, premiado por Fundarte, y Malas camas. Ha comenzado a crear una novela que apenas está estructurando. Escribe muchas crónicas, a veces dos y hasta tres diarias, y  pergeña un libro, titulado Reflexiones dispersas, sobre la cotidianidad del venezolano.


lunes, abril 27, 2015

El Festival de Caracas tuvo público a montones

Francis Rueda es la Bernarda Alba de Rajatabla


¿Cómo se siente después de un Festival? ¿Ha ganado o perdido vida? ¿Qué ha perdido, qué ha dejado? ¿Cuál es el significado del Festival? ¿Cree que se justifica todo ese gasto en medio de la crisis que afecta al país?

Esas preguntas se las hicieron a Carlos Giménez al concluir el IX Festival Internacional de Teatro, el 19 de abril de 1992. Él falleció  al año siguiente y los FITC (18 en total) se continuaron produciendo hasta el 2006, siempre con el apoyo financiero del Estado venezolano y la gerencia de Carmen Ramia (Ateneo de Caracas).

HACE 23 AÑOS

Giménez dijo que lo más importante del IX Festival, aparte de hecho artístico, “es que se logró formar un equipo de trabajo con una ideología que yo no sé si es esperanza, pasión, o simplemente ganas de hacer cosas distintas de las que no se dan en ninguna otra  parte del mundo. Es un evento que se hace para los demás, para que miles de personas participen. El Festival es parte de una sociedad civil que está despertando. El Festival es como una radiografía de la crisis. La gente se cansó de los privilegios. Yo creo que con este Festival se termina una etapa y el Estado venezolano no lo puede seguir haciendo solo, aun cuando lo apoyen los demás países. La empresa privada tiene que comprometerse, devolver en algo todo lo que se ha ganado. Y el público demostró que quiere al Festival, que quiere que se siga haciendo, que se mejore que se corrija.  Yo creo que este Festival ha comenzado recién su apogeo. Yo creo que cualquier inversión que se haga en el sentido de que la cultura pueda ganar un espacio para ella en el aspecto social, sociológico  y político es absolutamente  positivo. Es una inversión a largo plazo”.

El  2015

Ahora, al culminar el IV Festival de Teatro de Caracas (coordinado por la Alcaldía del municipio Libertador y Fundarte o Jorge Rodriguez y Freddy Ñañez), el primero que se realiza con presencia de grupos internacionales y dedicado a la nación Argentina (Giménez nació allá, el 13 de abril de 1946), hemos reproducido sus respuestas para que los lectores las evalúen, saquen conclusiones y después conozcan nuestros criterios sobre el evento recién realizado con la presencia de 201 grupos (nacionales y extranjeros) y escenificado en 25 salas y espacios públicos, entre el 10 y el 26 de abril.

Hay que recordar que la inversión, según datos oficiales, publicados en la prensa,  llegó a los 360 millones de bolívares y se esperaba que un millón de espectadores disfrutaran  de todos los eventos, según cálculos optimistas, mientras que otros aseguran que alcanzan solamente a 600 mil, que es también una cifra impactante.

Consideramos que es muy importante la gerencia técnica y artística que Fundarte ha estado desarrollando a través del Festival de Teatro de Caracas, desde el 2011. Los cuatro festivales realizados hasta ahora, que se han mostrado en 25 espacios teatrales recuperados, han tenido como único gran protagonista al  público, el cual se ha manifestado masivamente llenando cada uno de los espacios teatrales, para presenciar los montajes del teatro venezolano y de  la compañías del exterior, especialmente las procedentes de Argentina para la cuarta entrega del evento.

El teatro venezolano exhibido fue el de las agrupaciones caraqueñas  y el procedente de 18 regiones, o sea que  el IV Festival fue una muestra nacional, variopinta en  la calidad de sus producciones, pero pudimos ver y ponderar algunos montajes exhibidos como Mi reino por un sueño, en el teatro Municipal, y en la sala Rajatabla disfrutamos  de Piel mercurio y Trece rosas, además de La casa de Bernarda Alba, que se llevó después al teatro Bolívar, y Ubú en su teatro Río Caribe, en San Bernardino.

El teatro argentino fue el que nos atrapó, especialmente la versión de Othelo, La mujer justa y Terrenal.  Una muestra de por qué en Argentina el teatro es un  artículo de primera necesidad y por eso tiene un movimiento escénico que está entre los primeros del mundo. La inauguración a cargo de Pagagnini, por una agrupación española, prometía que el público saldría bien recompensado,  además de los espectáculos de calle, como Els Juglars.

RECOMENDACIONES

La venta de boletería difícilmente recuperará la inversión –tampoco se hizo para eso-, porque en cada sala había una cola para los que no pudieron adquirir sus boletos  y a quienes se les autorizaba su ingreso a la sala, posteriormente. Nadie se quedó sin ingresar y disfrutar de los montajes. El IV Festival tuvo, pues, público a montones.

La directiva de Fundarte sabe muy bien la importancia sociocultural  de sus festivales y es por eso que debe estudiar fórmulas que aplicaría para la selección de los espectáculos venezolanos y los montajes procedentes del exterior, aunque hasta ahora todo ha sido muy sensato.

Creemos que Fundarte debe organizar una muestra nacional de agrupaciones criollas para de ahí seleccionar a los mejores y que estos sean los participantes en el venidero V Festival, en el año 2016.

No estaría mal un programa de mano sobre los espectáculos, aunque la información básica se haya subido a la web, especialmente a la página de Fundarte.

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