viernes, febrero 13, 2015

Otra Hiroshima explota en Caracas

Bernarda Alba vuelve a  la Sala Rajatabla desde el jueves 36 de febrero
El horror de otro holocausto nuclear, como el bombardeo de Estados Unidos a las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en 1945, la ruina de una familia campesina por anticuados y sórdidos códigos sexuales y sociales, las truculencias  de una mafia de hampones y menesterosos que controlan  a una ciudad   y las vicisitudes de un reflexivo  taxista son los argumentos de los cuatro espectáculos que la Fundación Rajatabla presentará a lo largo del 2015, para festejar sus 44 años de labores continuas.
En Venezuela la permanencia de las instituciones culturales privadas  depende de la vida y la obra de sus fundadores, pero Rajatabla ha sobrevivido tras la desaparición física  de Carlos Giménez (1993) y Francisco Alfaro (2011) y es por eso que ahora, baja la égida de William Lopez, celebra su cumpleaños este jueves 26 de febrero.
Desde  la sede de Rajatabla –patio trasero de la Universidad Experimental Nacional de Artes (Unearte)- López abre el abanico noticioso de la institución para este “complejo lapso” y revela que durante el próximo jueves, pasadas las siete de la noche, será la entrega de los Premios Marco Antonio Ettedgui y la reposición del espectáculo La casa de Bernarda Alba, de Federico García  Lorca, dirigido por Vladimir Vera y con la protagonización de Francis Rueda.
Para el resto del año, Rajatabla tiene  programada la producción de  El fantasma de Hiroshima y La ópera de tres centavos y El taxista Sócrates, mientras hace temporada con el espectáculo garcialorquiano y además participa  en el Cuarto Festival de Teatro de Caracas, evento que organiza Fundarte. “Esperamos concretar las fechas para las giras nacionales, pues en Caracas estaremos en cartelera de cuatro a seis meses, ya que la sala tiene que abrirse para exhibir piezas de otras agrupaciones”, subraya López.
 SIN DESACUERDOS
 “Nunca hubo enfrentamientos o cosa parecida. Cambiaron las autoridades universitarias  y yo me reuní con el rector  Nélson Viloria, un inteligente hombre joven, todo un revolucionario conocedor de la cultura nacional. Acordamos  que para algunas producciones  rajatablinas convocaremos a  estudiantes  de Unearte y, además, resolvimos el ingreso de los espectadores a nuestra sala, desde hace casi cuatro décadas, que ahora se podrá hacer por los pasillos de la  sede de Unearte. Tambien vamos a tener una señalización adecuada para la Sala Rajatabla. No hay problema alguno”, reitera López.
 CUARTETO DE LUJO
El director Vladimir Vera explica que El fantasma de Hiroshima es un texto de Gennys Pérez, galardonado en el Festival de Dramaturgia de Rajatabla, del 2013.Tiene una fuerte influencia de Samuel Beckett. “La trama se centra en una pareja juvenil en el fin del mundo, siendo ellos la única posibilidad de salvar a la humanidad. Se escenificará con estudiantes del Taller Nacional de Teatro,  Graziella Mazzone y Josbel Caraballo. Es montaje muy onírico, austero y donde se pone en evidencia el ambiente caótico que presenta la autora en su texto. La fecha de estreno será en la segunda quincena de este abril”.
El taxista Sócrates  es una comedia de Héctor Castro sobre la singular vida de un trabajador público del transporte y  la dirección está a cargo  de  Dairo Piñeres. La ópera de tres centavos es una versión de Elio Palencia sobre el original de Bertold Brecht. Será el montaje macro de Rajatabla para estos 44 años de aciertos. Esperamos mostrarlo a mediados de octubre. Estamos negociando con actores de reconocida trayectoria. Con respecto a La casa de Bernarda Alba se trata de una reposición y hay algunas sustituciones, pero la idea central del  espectáculo se mantiene. Con este montaje haremos temporadas cortas y nos vamos de gira a varias ciudades del interior”.
VIOLENCIA Y MUERTE
Gennys Pérez escribió El fantasma de Hiroshima porque vio un programa de TV sobre la guerra y la muerte en el mundo islámico, y cómo toda esa cultura de la violencia y la muerte influye en el mundo. Esa lucha de poder y dominio entre  la civilización del Occidente y la civilización del Oriente. “Por alguna razón pensé en la masacre más cruel que hemos vivido, que fueron los bombardeos atómicos sobre Hiroshima. Y pensé que esa era una vergüenza para Estados Unidos  y  que jamás podría quitarse esa mancha. Ese ataque nuclear, el primero en la historia de las guerras de la humanidad, abrió un portal de infinitas amenazas al mundo. Esa culpa, esa responsabilidad siempre la llevará EEUU en sus hombros. Esa fantasma siempre es una amenaza para todos los que habitamos en el planeta. Y comencé a escribir la pieza sobre esta reflexión, sobre esta angustia que me dio esa noche que vi ese programa. No pude dormir, y me puse a escribir como loca”.

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