sábado, mayo 31, 2014

¡Justicia para Rafael Bolívar Coronado!

José Gregorio Martínez en el complejo rol de Rafael Bolivar Coronado
El venezolano Rafael Bolívar Coronado (1884/1924)  no ha sido reivindicado honestamente por sus coterráneos. No ha tenido suficientes amigos ni urticantes intelectuales investigadores quienes subrayen qué hizo y como lo logró, porque, además, sí encontró múltiples obstáculos y hasta tuvo unos cuantos comportamientos ilícitos. Le ha  faltado, pues, su Heródoto o su Sófocles o quizás un sagaz Pericles para que en este incierto siglo XXI disfrutáramos su saga y sacáramos conclusiones, porque es un personaje digno de estudio, no solo porque escribió la letra de la canción folclórica Alma llanera, la cual cumple 100 años de su estreno, dentro de la zarzuela homónima, con la partitura que le hizo el director Pedro Elías Gutiérrez.
No obstante, los escritores Carlos Yusti, Oldman Botello y Rafael Ramón Castellanos rompen  audaces lanzas por este personaje y echan algunas luces sobre su pasado y su obra, que sí la tiene. Todo esto incluso ha servido para que la dramaturga Lupe (Thais Guadalupe) Gehrenbeck (Caracas,1957) se atreva a escribir la pieza  Bolívar Coronado, la cual hizo breve temporada en el teatro Principal, dentro del Circuito de Fundarte; producida por el Gimnasio de Actores y la directora Matilde Corral, apuntalada en las depuradas actuaciones de José Gregorio Martínez, María Alejandra Rojas, Teo Gutiérrez, Saul Mendoza, Ana Lucia Salamanca, Saúl Mendoza, Andreína Salazar, Jorge Roig y Melba González.
La pieza de Gehrenbeck se queda corta ante el audaz periplo del aragüeño Rafael Bolívar Coronado, quien se ganó una beca de El Benemérito para estudiar  en Europa y después terminó perseguido en España por los secuaces y los cónsules del dictador, por lo cual tuvo que emplearse con otros venezolanos, famosos como Rufino Blanco Fombona y hasta el mismo Andrés Eloy Blanco.
Gehrenbeck se fascinó tanto por los lances amorosos o   licenciosos del poeta truhan, como lo llama Yusti, y no lo saca de su cama o el catre del amor. No muestra sino que relata sus habilidades para plagiar  las obras de otros escritores y venderlas como suyas para sobrevivir y mantener sus damiselas. En fin un trabajador a carta cabal, quien firmaba lo que producía  el talento de otros destacados autores, algo que ahora es una pandemia entre la intelectualidad criolla contemporánea.
En síntesis, este texto Bolívar Coronado no está bien elaborado: falla su carpintería teatral y carece de poesía. Aquí  falló Gehrenbeck, cuya capacidad de trabajo e inteligencia ha demostrado en otras obras, la mayoría de las cuales han tenido largas y exitosas temporadas en distintas salas caraqueñas.  Su teatro incursiona en lo orgánico de lo aparentemente cotidiano o sin importancia; pleno de suspicacia femenina descubre profundidades insospechadas. En sus otros textos el humor siempre está presente, como ocurrencia inevitable.

¡Por ahora, el cuasi mítico Rafael Bolívar Coronado espera justicia!

Cabrujas vuelve con "El americano ilustrado"

Otra vez  Cabrujas predica en Caracas y por eso el GA80 ensaya
Tras recordar constantemente al líder romano Julio César -¡Alea jacta est!- por su capacidad de lucha contra los infortunios y porque siempre buscó la gloria para su pueblo, el artista Héctor Manrique y su agrupación GA 80 avanzan en la producción de su espectáculo  El americano ilustrado, basado en la obra homónima de José Ignacio Cabrujas, para estrenarlo el próximo 4 de julio en el teatro Trasnocho.
No es la primera vez que Manrique toma ese texto cabrujiano. Durante la temporada 2000 (noviembre en el Teatro Nacional) lo estrenó con Armando Cabrera, Leonardo Bustamante, Basilio Álvarez, Iván Tamayo, Martha Estrada, Gisela Rojas, Julio Mota, Jorge Canelón, Nereida Fronten, Francis Rueda y Alejo Felipe. Y ahora, cuando son muchos los Rubicones que ha cruzado y hasta premios cosechados, la agrupación ensaya con Daniel Rodriguez, Juan Vicente Pérez, Juvel Vielma, Samantha Castillo, Angélica Arteaga, Vicente Peña, Marxlenin Cipriani, Omar Pérez y Luis Abreu.
 Héctor Manrique (se apellida Rodríguez, pero usa el de Maura porque de ella nació en Madrid, hace ya 51 años) ha escenificado y producido, al lado de su esposa Carolina Rincón, otros textos de Cabrujas a lo largo de este siglo: El día que me quieras,   Acto cultural,  Profundo  y ahora repite con  El americano ilustrado. Es por eso que le preguntamos:
-¿Por qué tanto montajes con textos de Cabrujas?
-Tengo la necesidad de escenificarlo por sus obras. Cabrujas  retrata como somos  los venezolanos, un pueblo que no termina de nacer o de hacerse, un pueblo  guerrero y siempre luchador. Nadie, venezolano por supuesto, que vea una pieza de Cabrujas podrá negar que ahí también está él. Pero Cabrujas también es internacional, no es solo un autor de  la provincia de Venezuela.
-¿Por qué ahora remonta  El americano ilustrado ?
-Porque ahora tiene mucho más vigencia, que cuando se le estrenó, hacia 1986.
Y Manrique advierte, como una característica del teatro cabrujiano,  que  el paso de los años lo actualizan, “lo contextualizan más, digo yo, pero otros dirán lo que se les antoje y se les respeta”.
Y reitera que lo escenifica, porque sus personajes frustrados le gustan, “me conmueven sus vocaciones equivocadas, sus amores inesperados y abortados son aleccionadores…y porque ahora tiene más vigencia que nunca la precariedad  del Estado”.
Idiosincrasia criolla
Según Manrique en   El americano ilustrado  se les recuerda a los venezolanos de este sorprendente siglo XXI como es el drama de la cuasi pérdida de la Guayana. Ahí se cuenta, a partir de una ficción ambientada en la Venezuela de los últimos 40 años del siglo XIX, como puede ser la memoria e idiosincrasia de un país sumergido en las irresponsabilidades y ligerezas gubernamentales del general Antonio Guzmán Blanco (Caracas, 1829/París, 1890). La obra está contada desde la perspectiva de dos personajes: Anselmo y Arístides Lander. Son ellos quienes encaran las frustraciones de un país que ya en esa centuria se enfrentaba a una intelectualidad trastabillante. Pero es una recreación mordaz y patética de nuestra idiosincrasia, que además invita a reflexionar sobre las imposturas existenciales del venezolano a partir de la anécdota de Arístides Lander, que al cumplir 40 años se enfrenta a la idea de haber incumplido todas sus promesas y propósitos históricos; es el oscuro secretario de protocolo del gobierno de  Guzmán Blanco (1870-1884) hasta que lo nombran Ministro de Relaciones Exteriores, al tiempo que abjura de una invitación que su hermano le hace para participar en una conjura contra el Déspota Ilustrado. Inglaterra amenaza con embargar al país y Arístides es la salvación a un precio irrisorio: la renuncia y la traición a sí mismo. Que un presidente declare a todo gañote que los papeles del Estado, donde va a discutirse un protocolo, se llenaron de grasa de cochino o de compota de hicacos, dice de un país y una identidad. José Ignacio Cabrujas se valió de dos hermanos, uno acólito del Manganzón Antonio Guzmán Blanco y el otro, un cura con serios conflictos de fe, para hablar de uno de los períodos más ricos de la historia de Venezuela, cuando el país copia costumbre europeas e impone un afrancesamiento en un derroche impresionante de dinero, se abre la inversión extranjera y se entrega una considerable extensión de territorio que incluyó hasta el Esequibo.
Historia inventada
Orlando Rodriguez, crítico y estudioso del teatro venezolano, subraya que Antonio Guzmán Blanco, el  ente histórico de  El americano ilustrado, aún espera un juicio en profundidad  a su gestión y a quien la cultura le debe más de un reconocimiento por sus aportes, entre ellos al teatro. Considera que Cabrujas utiliza  a este personaje, como a los de Carlos Marx y Federico Engels, en la escena primera, como pretextos para insistir y con gran fuerza en su temática central, como en alusiones a problemas que hoy son candentes, como el caso de la deuda externa. Una vez más, la historia inventada, o sea la ficción teatral inspirada en hechos históricos, sirve de marco para el enjuiciamiento de la realidad. “La frustración de los hermanos, la renuncia a los hábitos sacerdotales y monjiles, la denuncia de los convencionalismos, son elementos que el escritor aborda para redondear su imagen, no estamos ciertos si el termino justo es desesperada, que se manifiesta en una frustración individual y colectiva, resultado de tantas generaciones ilusionadas pero igualmente desencantadas, a confrontarse con una realidad  que no podrán  transformar. Si el teatro ha sido el testigo de cada época y tiempos  transcurridos, Cabrujas lo ha sido del suyo con la agudeza que lo signa”.
Testigo agudo
José Ignacio Cabrujas  (Caracas, 17 de julio de 1937/ Porlamar, 21 de octubre de 1995) fue testigo agudo del diario acontecer venezolano, porque nunca abandonó el suelo patrio, como lo subraya Orlando  Rodriguez. Aportó su propia visión  en un intento de interpretar una realidad  tan particular como   fue  esa Venezuela del siglo XX que vivió, amó y soportó. Una realidad  que no ha sido supera en la Venezuela que transcurre. Dejó un legado no menor de dos docenas de  piezas teatrales cuyos personajes desafían a la frustración de sus existencias. Podrá estarse o no de acuerdo con el enfoque de sus textos, pero él mantuvo una visión constante  o coherente, que nadie puede ignorar a la hora de enjuiciar la conducta nacional a lo largo de varias décadas. Su teatro está ahí y espera que sus compatriotas lo vean y lo digieran.

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jueves, mayo 29, 2014

Abdón Villamizar murió en Nueva York

Deja una obra testimonial de sus 52 años en Estados Unidos
 Nuestro amigo y cómplice, actor,  dramaturgo  y  director  teatral  tachirense, murió en la mañana del pasado  martes  27,  en  Nueva York,  donde  vivió  los últimos 52  años  de  su  ruta existencial. Sus  restos  fueron cremados este  jueves.
Lo conocimos en los años 80 y desde entonces nos fue revelando todos los recovecos de su vida, especialmente  lo que le sucedió a  la una de la mañana del 25 diciembre de 1986, cuando él,  un hombre blanco y pequeño, trataba de alcanzar a su perro Teny que alegremente cruza la avenida Ámsterdam, en la esquina de la calle 72 del exclusivo West Side de Manhattan. Cuando despierta, dos días después, yace en la terapia intensiva del hospital Sant Lukas. Un camión del aseo urbano de una empresa particular lo atropelló y escapó, tras matar a su mascota y dejarle siete costillas rotas, la pelvis partida y una pierna menos (la derecha), además del hombro izquierdo dislocado. Lo único que él recuerda de aquello es a un agente de policía que le quitó su billetera, mientras estaba inmóvil y atontado en el asfalto, y además le arrancó del cuello una cadena con la imagen de la Virgen de Coromoto. “Ahí me quedé en tinieblas”.
Su lenta y riesgosa recuperación le llevó 30 meses en el hospital Gold Water en la Rooswelt Island. Ese tiempo, que no olvidará jamás, no lo perdió. Aprendió computación, pintura, dirigió un espectáculo y comenzó a escribir sus tres primeras piezas teatrales, las cuales compiló, editó y bautizó en Caracas, en el año 1992, en su primer libro Los estudiantes/El decorador/Los roommates.
INMIGRANTE
Ese es el teatrero Abdón Villamizar (San Cristóbal, 30 de julio de 1929).Vivía en Nueva York desde 1962 y venía  a Caracas por lo menos una vez al año para recargar sus baterías venezolanas. Además de director y autor de teatro, fundó hacia 1969 el Instituto de Arte Teatral Internacional (IATI), el cual actualmente destaca entre las agrupaciones alternativas neoyorquinas, pero dirigido ahora por Vivian D’ Ángelo, y funciona en el 59-61 de la calle 4.
Cuando se radicó en Estados Unidos se ganó primero la vida como mesero y cocinero, “mi sazón es famosa y me ha permitido ganarme unos cuantos dólares”, además de maquillador, peluquero y excelente mecanógrafo. “Nadie podrá negarme es que ha vivido intensamente y que puse mi montoncito de granos de arena para que el movimiento teatral de los latinos en Manhattan creciera en las difíciles décadas de los años 70 y 80”, advierte.
CARACAS
Abdón, hijo de María del Rosario Villamizar Fernández, al despuntar los 18 años se instala en Caracas y para satisfacer sus pasiones estudia actuación con Juana Sujo, Alberto de Paz Mateos y Horacio Peterson, pero es con Enrique Benshimol, en la Escuela de la Casa Sindical del Paraíso, desde 1950, donde solidifica conocimientos y comienza a trabajar en radionovelas y diversos espectáculos teatrales, al tiempo que, bajo la égida de George Stone, se adiestró para la televisión y hasta sus trabajitos hizo en RCTV.
Paralelamente, Abdón logró instalar y hacer funcionar el hotel Brisas del Torbes, en la avenida El Ejército, de San Francisquito a Puente Ayacucho. La dictadura perezjimenista lo obstinó y lo incitó a marcharse de Venezuela. “Había comenzado a odiar la mala política y además necesitaba probar suerte en otros escenarios, para así decirlo, y me marché el 28 de mayo de 1958. Económicamente no estaba mal, pero no miré para atrás y aterricé en Miami para hacer después un largo periplo por la costa oeste de Estados Unidos, hasta que fijé residencia en Nueva York, en el otoño del año 1962, cuando los árboles pierden sus hojas y Central Park se queda sin su verde vestidura. Nunca imaginé todo lo que ahí me iba a pasar, en bien y en mal, aunque sabía que el teatro iba a ser mi pan cotidiano. Y así ha sido hasta ahora, con unos cuantos tragos amargos y dolores físicos además”.
SALA TAMANACO
A principios de 1970, el pujante Abdón consiguió el basement o sótano del edificio 8 East de la calle 16, en las inmediaciones de la Union Square, y comenzó a crear su sala teatral Tamanaco, “luchando” con los vecinos y con el Departamento de Bomberos de New York, allá las normas de seguridad no son un juego. “Mi teatrico sobrevivió hasta unos cuantos meses después de mi accidente, pues la buena gente que me sustituyó mientras empezaba ese largo proceso de rehabilitación, tuvo que entregarla, ya que allá los contratos de arrendamiento tienen sus peculiaridades y yo, sin lugar a dudas, hacía falta. Recuerdo que ahí lo primero que monté fue Chuo Gil de Uslar Pietri, y numerosas obras de Sartre, Pasos y varios autores españoles y latinoamericanos”.
DRAMATURGO
Abdón cuenta que un día, mientras contemplaba las fría y desnudas paredes de su habitación en el hospital Golden Water, "siempre monótonas y atormentadoras, además de los dolores físicos, decidí luchar conmigo mismo, y para tratar de sobreponerme a mi drama, tome la decisión de escribir tres comedias; pensé que distrayendo mi mente, en algo positivo y refrescante, iba ayudarme en mi terapia y podría luchar así en aquellos momentos de angustia y soledad que embargaban. Me puse a escribir, impulsado por mis sentimientos y mi urgente necesidad. Salió el borrador del primer volumen de comedias. Cuando regresé a mi apartamento, en la calle 72, continué en esa tarea y desde entonces he entregado cuatro libros más. Son algo así como una veintena de obras, además de unos cuentos y relatos”.
Precisamente, Abdón el  viernes 7 de diciembre de 2007, en la Sala Rajatabla, a las siete de la noche, gracias a su director Francisco Alfaro, presentó o bautizó su más reciente libro, Antología / Teatro, Monólogos y Cuentos. “Quiera Dios que puede ver escenificados ante mis compatriotas algunos de los textos que ahí incluí u otro de los que aún esperan en mis otros tres libros, ya que en Nueva York sí he logrado ver representadas algunas de esas comedias. Ese, es por supuesto, mi legado a esta tierra venezolana”.
Desde hace dos años estaba recuperándose de un violento ACV y la Ciudad de Nueva York, ya era desde hace muchos años ciudadano  estadounidense, lo tenia con asistencia médica en su apartamento.Quería recuperarse y regresar a pasear por "mi linda Caracas".
Queda el recuerdo de sus luchas, de sus amores estériles e inconclusos y sus obras que alguien llevará algún día a escena. De verdad que su saga es para una pieza teatral, aunque ya nosotros la hemos tocado en nuestra pieza El fantasma de Bonnie, que Dante Gil escenificó, precisamente en  la sala Rajatabla, hace tres años, y la cual se ha mostrado en varios países latinoamericanos y en España.

miércoles, mayo 28, 2014

La vigencia del teatrero Ettedgui

Otro  valioso ensayo sobre el teatro venezolano que hizo Marco Antonio Ettedgui ha presentado Carlos Dimeo. Se trata de   Marco Antonio Ettedgui: Poéticas Teatrales Pos(t)modernas (Sacralización y Carnavalización / Dialogísmo y Polifonía), cuyo texto de presentación es del critico Jorge Dubatti, de la Universidad de Buenos Aires.
Afirma Dubatti que, ante todo, hay que celebrar en este libro el tema, la focalización y la articulación teórico-metodológica, que abren un polo de estudios sobre el teatro latinoamericano de relevancia en Polonia y favorecerán con su productividad el campo futuro de las investigaciones comparatistas entre teatro venezolano/teatro polaco, teatro latinoamericano/teatro de la Europa del Este (que sin duda poseen conexiones y semejanzas). Este libro colabora con la mayor visibilización y posicionamiento del teatro latinoamericano en la cartografía de la escena mundial.  
Carlos Dimeo estudia la dramaturgia, las puestas en escena, las performances, los textos radiales del joven Marco Antonio Ettedgui (Caracas, Venezuela, 1958-1981), artista de avanzada que fallece trágicamente, antes de haber cumplido los 23 años, a raíz de un accidente durante la representación de Eclipse en la casa grande de Javier Vidal en  la Sala Rajatabla. Hace referencia además a los textos visuales y las páginas periodísticas, poéticas y teóricas de Ettedgui.
TEATRALIDADES
A través de estas creaciones, Dimeo se introduce en el estallido de las teatralidades en el teatro venezolano del período, punta de vanguardia del teatro latinoamericano en la primera Postmodernidad, entre 1975 y 1981. Dedicar un libro a Ettedgui es un acto memorialista de justicia y una reivindicación académica, como explica Dimeo: “Ettedgui vivió en gran parte el auge y la caída de ese proceso [se refiere al imperio del petróleo en los años setenta], y cerró su ciclo de vida justo cuando empezaba a descollar tanto su obra, como la crisis propiamente dicha [la nueva situación de la Venezuela post-petrolera]. Lo que nunca supo Ettedgui fue que la crisis de la cultura se prolongaría por más de dos décadas en Venezuela, la de los 80 y la de los 90, y que ella misma junto a su inusitada muerte ocultaría de por medio su propia vanguardia”. Este libro restituye a Ettedgui su merecida memoria.  
ALGO MAS QUE UN CREADOR
Pero hay que decir también que este libro es mucho más que el estudio de la obra de un creador particular: Dimeo conecta la obra de Ettedgui con la situación del teatro y el arte en Venezuela en dichos años y multiplica sus reflexiones y objetivos en diversas direcciones que le otorgan un valor más amplio a su contribución: la teoría teatral y la ampliación de la noción de teatralidad, los vínculos entre arte y performance y entre teatro y performance, los estudios históricos en torno de las tensiones entre Modernidad y Primera Postmodernidad, las relaciones entre teatro postmoderno y postdramático, entre poética teatral y deconstrucción, la caracterización del “actor ritual” y el “actor sagrado” en su relación con las prácticas de la escena contemporánea, el teatro como comunicación o como estimulación y sus posibilidades de construcción de sentido político en cada uno de estos paradigmas. En ese sentido, resulta valioso conectar este trabajo sobre Ettedgui con otra investigación de Dimeo, la dedicada al dramaturgo y director Héctor Levy-Daniel (de próxima publicación en Losada, Buenos Aires, como estudio crítico a una selección de piezas del artista argentino). El poder político de una poética teatral va más allá del discurso partidista y puede pensarse como toda acción dentro de un campo de poder (simbólico) con la intención de incidir en dicho campo produciendo un nuevo sentido social. La acción artística posee, en consecuencia, una dimensión política específica.   
Por otra parte, son destacables sus sólidos fundamentos teóricos, basados en perspectivas de Ileana Diéguez, Victor Turner, Richard Schechner, Marvin Carlson, María Elena Ramos, Magaly Muguercia, Osvaldo Pellettieri, Hans-Thies Lehmann, Javier Vidal, Mircea Eliade, entre otros, así como en una relectura actualizadora de Mijail Bajtín.
MEMORIAS INÉDITAS DE VIDAL
En el caso de Vidal, hay que destacar además la consulta de sus memorias inéditas, a las que Dimeo accedió gracias a la colaboración de Vidal. Es importante señalar el uso que Dimeo hace de la teoría: la abstracción siempre es puesta por él al servicio de la operatividad analítica sobre la obra de Ettedgui y sobre los problemas que quiere desentrañar. La suya es una teoría-instrumento, una herramienta aplicable y aplicada, plenamente ajustada a su objeto de estudio, hecho que resulta de la preocupación epistemológica que expresa al comienzo de su libro. Dimeo maneja en profundidad y con agudeza la bibliografía pertinente, es exhaustivo respecto de la bibliografía de Ettedgui (publicada e inédita) y sobre Ettedgui, y a partir de ella despliega una contribución original y específica. Como se desprende de los agradecimientos, para delinear sus hipótesis y optimizar el acercamiento a la obra y la personalidad de Ettedgui, ha tomado contacto con aquellos que conocieron y trataron a Ettedgui y ha estado atento además a sus testimonios y observaciones.
Dimeo resume la biografía de Ettedgui en sus principales avatares, elabora la “Cronología de una acción”, sin duda breve en cuanto a cantidad de años (1975-1981), pero muy rica, atravesada por un proyecto creador, una producción tan intensa y una concepción estética de gran proyección en el teatro venezolano coetáneo y posterior a la existencia de este artista. En ese sentido, puede hacerse un paralelo con el artista argentino Walter “Batato” Barea (1961-1991), de vida también breve y de radiante creación en muy pocos años de trayectoria creadora.
LIBRO PARA PROFUNDIZAR  ESTUDIOS
Bien estructurado, tras una “Introducción” que opera como cuaderno de bitácora del contenido de las páginas que vendrán, el libro se adentra en el despliegue de las coordenadas teóricas que se pondrán en ejercicio y en la discusión epistemológica  (Capítulo I); sistematiza el corpus de la producción totalizante de Ettedgui y su trayecto biográfico (Capítulo II); analiza sus “eventos y acciones” (Capítulo III) y sus piezas teatrales (Capítulo IV, el más extenso), en los que prolifera el inteligente análisis de las poéticas y los textos y se transforman en constantes tres conceptos: sacralización, ritualización y carnavalización (dos de ellos explicitados en el subtítulo). Finalmente, unas conclusiones en la que se explica el sentido de la expresión “Nijinsky como pez en el agua”.
 Como explica Dimeo, para Ettedgui las relaciones de tiempo y espacio que se desarrollan en la escena no estaban referidas a un tiempo y un espacio “que pudiéramos llamar «concreto» o «histórico». Según su conclusión y su definición, son antes bien: un tiempo mítico y un espacio mágico (ambos tienen un carácter sagrado)”. Esto permite vincular el teatro de Ettedgui con el simbolismo, las vanguardias históricas y también con la dimensión ritual ancestral del teatro latinoamericano.
El libro de Dimeo revela y otorga mayor visibilidad a esta figura performativa y teatral tan importante de Latinoamérica y propone así un nuevo eslabón para pensar las tensiones internas del teatro latinoamericano entre unidad y diversidad, una perspectiva propia del Teatro Comparado y la Cartografía Teatral. No hay uno sino muchos “teatros latinoamericanos” y Dimeo articula tanto la diferencia del teatro venezolano en la experiencia de Ettedgui como las posibles vías de religación con los “otros” teatros latinoamericanos. Es importante destacar que Dimeo no anula esa dimensión polifónica de los teatros latinoamericanos, sino que la potencia, hace –retomando palabras de Claudio Guillén- inteligible la multiplicidad, la riqueza expresiva de Latinoamérica. Por otra parte, más allá del teatro venezolano y latinoamericano, la formación humanista de Dimeo le permite revelar las conexiones de la producción de Ettedgui con las grandes poéticas y expresiones del teatro universal. 
En síntesis: esta publicación de Carlos Dimeo es una contribución rigurosa, original y de consulta insoslayable para el conocimiento de las claves de los teatros latinoamericanos de las últimas décadas y para comprender los singulares vínculos del teatro latinoamericano (esa unidad compleja, y sin embargo sustentable en su diversidad) con el teatro del mundo. Es síntoma de la madurez alcanzada por la nueva teatrología latinoamericana.


lunes, mayo 26, 2014

"Penitentes" viaja a La Habana

Fue mucho lo que soñaron. Ahora los verán en la isla de José Martí.
Honrando los compromisos emanados por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través del Convenio Integral de Cooperación Cultural Cuba- Venezuela y el apoyo del Centro Nacional de Teatro, la agrupación caraqueña  Teatro de Repertorio Latinoamericano (Teatrela) viajará a Cuba para presentarse los días 30 y 31 de mayo y 1 de junio en el Centro Cultural Bertolt Brecht, de La Habana, con la obra Penitentes, escrita por el reconocido dramaturgo venezolano Elio Palencia y dirigida por el fundador de la agrupación, Costa Palamides.
La programación de estas funciones son resultado de los beneficios que el Convenio Integral de Cooperación Cuba-Venezuela brinda a las naciones hermanas desde el año 2000, a través del proyecto “Fortalecimiento del Intercambio Cultural y Desarrollo de la Producción Conjunta de Contenidos y Bienes Culturales” que el Ministerio del Poder Popular para la Cultura de Venezuela y el Consejo de las Artes Escénicas de Cuba mantienen para potenciar y proyectar la creación escénica desde nuestra identidad latinoamericana, estableciendo un diálogo y un intercambio entre los productos culturales de ambos países.
El director del espectáculo, Costa Palamides, calificó el convenio como una “maravillosa alternativa para relacionarnos con un país como Cuba que tiene una tradición teatral y una tradición en la investigación escénica muy importantes. Este convenio cultural garantiza una relación bilateral, de iguales en la que ambas naciones saldremos fortalecidas”.
Penitentes ha cosechado muchos reconocimientos en Venezuela siendo ganadora de cinco premios municipales a Mejor Dirección, Mejor actor (Delbis Cardona), Mejor producción, Mejor Texto dramático, Mejor producción y Mejor iluminación, así como fue ganadora en 2008 del Premio del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, Mención Teatro. La obra está inspirada en el caso de la muerte de un alto jeraca eclesiástico, vinculado a su clandestina vida homosexual y a circunstancias criminales. La pieza, inspirada en hechos reales ocurridos aqui en Caracas,  reflexiona en torno a la intolerancia pero también a la indiferencia de la sociedad, a través de la mirada de tres personajes: un cura, un estudiante y un matagais, representados por los actores Ludwing Pineda, Delbis Cardona y José Gregorio Martínez. Tres artistas y un autor que rompen lanzas contra la homofobia.
Palamides destacó que llevar Penitentes a Cuba significa llevar “una representación importantísima del teatro venezolano por sus actores, quienes vienen de agrupaciones muy importantes en el país como el TET, Escena de Caracas y Teatro San Martín, por los premios que hemos recibido y por ser un montaje con dramaturgia nuestra”, expresó
“El Gobierno Bolivariano a través del MPPC y sus entes adscritos continúa así, una vez más, dando la batalla a la guerra económica implementada por algunos sectores de la oposición, que habrían obstaculizado en temporadas anteriores la representación de delegaciones culturales venezolanas en tierras extranjeras. Con estas funciones y la reciente participación de Venezuela en el MICSUR se afianza el camino para llevar lo mejor del teatro venezolano a nivel internacional”,  indicó Alfredo Caldera, director general del Centro Nacional de Teatro. 


sábado, mayo 24, 2014

"Par de tres" contra la homofobia

Siempre la realidad será superior a la ficción
Caracas declarada territorio libre de homofobia, el 17 de mayo de 2014,  según acuerdo del Concejo del municipio Libertador que condenó la discriminación por orientación sexual, identidad o expresión de género.
Tal declaratoria busca promover -en gobiernos, medios masivos de difusión y organizaciones sociales- urgentes y contundentes acciones dirigidas a erradicar esa discriminación que menoscaba la vida de quienes defienden su orientación o identidad.  
Ese documento fortalece la lucha de la comunidad sexo-género diversa venezolana para obtener la plena ciudadanía y, por consiguiente, igualdad tal como la ejercida por los heterosexuales, como lo consagra la Constitución Nacional de 1999: un modelo de democracia participativa y protagónica conforme al Estado social de derecho y de justicia para garantizar el libre desenvolvimiento de la personalidad y la igualdad de todos frente a la ley y al Estado.
Pero si el concejo caraqueño rompe lanzas por la comunidad sexo-diversa, no ocurre lo mismo en la Asamblea Nacional donde no aún motorizan la Ley de Matrimonio Civil Igualitario que permitirá legalizar las uniones entre parejas del mismo sexo. ¿Qué esperan o para qué están ahí?, clama la sociedad entera.
Esta introducción sociopolítica pretende explicarle al público la razón o la sinrazón de algunos espectáculos teatrales centrados en conflictos cómicos o dramáticos de sus personajes gays, como ocurre con la pieza Par de tres del psicólogo Johnny Gavlovski, la cual presentan  en el Teatro Premium de Los Naranjos, con las desopilantes actuaciones de Marian Valero, Germán Anzola y Gavo Figueira, apuntalados por los precisos aportes del escenógrafo Oscar Briceño Curiel  y el coreógrafo Jacques Broquet, bajo la producción general de Alexxey Cordova.
Par de tres divierte y genera la catarsis del público al plasmar  situaciones cotidianas que pueden surgir en cualquier momento insospechado, como cuando una pareja de gays aceptan ser los padres de una criatura engendrada  en una amiga. Es historia real de un triángulo de criollos que vencieron escrúpulos, se superaron a ellos mismos y ahora tienen una niña, ya crecida además.¡Pero con leyes adecuadas, como ocurre ya en otros paises, todo sería más sólido,creemos nosotros!
Par de tres no es otra comedia de locas jugando a ser padres en vientres alquilados. Es una densa situación que el autor teje sabiamente sin demeritar a ninguno de los integrantes del transgresor triángulo integrado por Laura, Oliver y Mauricio. Desde la pieza La máxima felicidad (1975) de Isaac Chocrón, llevada al cine (1982) por Mauricio Walerstein,  no disfrutábamos de argumento tan bien escrito y excelentemente resuelto por sus actores y la trepidante puesta de escena que logra Gavloski, la cual va de la comedia tradicional hasta el vodevil y un Happy End convencional.
Con una legislación antihomofóbica, como existe en otros países, esos vericuetos de los personajes reales y teatrales serian diferentes y el teatro mostraría otras cosas, creemos nosotros. Mientras tanto hay que ver Fresa y chocolate, otro montaje del Grupo Actoral 80 sobre la homofobia y sus nefastas influencias, el cual ya pasó de 50 representaciones en la sala  Trasnocho, dirigido por Héctor Manrique.  ¡El teatro es siempre espejo para divertir y educar!


Sartre en la Caracas bolivariana

Unos venezolanos enfermados por el teatro filosófico
La juventud construye su futuro y no espera ni pretende que se lo fabriquen. Así piensan y lo demuestran los juveniles venezolanos del Grupo Teatral La Salamandra con su espectáculo  No Exit, basado en la pieza de Jean Paul Sartre, el cual presentan en la sala Rajatabla, dirigida por Loredana Volpe, quien también actúa al lado de Edmundo Bianchi, Fabiola Arace y Reinaldo Navas. La próxima semana se mudan a la Sala Cabrujas,en Chacao.
 Es la primera vez que vemos en escena a estos gratos teatreros “salamandras” y creemos que lo justo o correcto es ponderarlos con otro espectáculo para emitir un juicio sensato sobre su arte teatral, el cual, aunque recién comienza, ya exhibe aspectos positivos. ¡Bienvenidos sean, ya que la experiencia los capacitará y por ende serán felices!
FANTASMA DE BRADBURY
Mientras tanto, la directora Loredana Volpe nos cuenta que, en febrero de 2012, se reunió con otros dos actores con “el fin de fundar una compañía actoral en la que tuviésemos la oportunidad de trabajar en nuestras propuestas; teníamos la necesidad de teatralizar piezas exclusivamente literarias. El primer nombre para el grupo fue F-451, en honor de Ray Bradbury y su famosa novela  Fahrenheit 451, que hace referencia a la temperatura necesaria para que los libros ardan completamente, ya que están proscritos por los poderes públicos por ser considerados perjudiciales para la felicidad del hombre, por lo que todo aquel que posea alguno es castigado severamente. En este punto aparece nuestro símbolo, porque los bomberos del mundo de Bradbury conducen unos vehículos con apariencia de salamandras que cumplen una función distinta a la acostumbrada: se encargan de provocar incendios en las casas cuyos habitantes resguardan algún libro. Nosotros rescatamos la figura de este urodelo como símbolo de redención y de purificación de la literatura en el teatro, ya que a partir de dichas penalidades los habitantes de esta ciudad que amaban los libros se vieron en la necesidad de convertirse en obras literarias vivientes, cada uno transmutado en una pieza literaria que los demás podían consultar a escondidas”.
-¿De dónde son las salamandras de la agrupación?
-De los actores fundadores sólo quedé yo; uno de ellos es filósofo y venía de Teatro UCAB (Eduardo León) y el otro es uno de mis ex alumnos cuando dirigí el Grupo Teatral Juvenil ANTI-fases (Ezequiel Petrocelli). Empecé a reunir más actores para un primer proyecto y convoqué a un casting al cual invité a quienes habían trabajado conmigo en el Gimnasio de Actores, de Matilda Corral o en el Taller de Canto y Actuación de Mariana Cabot. Me recomendaron a otros y el grupo creció en número: La Salamandra ha contado con actores que venían de Horus Teatro, del Grupo Teatral Nueva Era, de Skena, entre otros. Actualmente sus integrantes, que ya forman parte de nuestra planta de actores fija, vienen de Rajatabla, como Fabiola Arace; de El Chichón, como Edmundo Bianchi; de Séptimo Piso, como Reinaldo Navas; del mundo del doblaje, como Víctor Simón Díaz; de UNEARTE, como Flor Veracierta; de Horus, como Mafer Esparza, de Teatro UCAB, como María Gabriela Díaz y Álvaro Campos. Otros actores, como Samuel Coelho, se han formado con nosotros.
-¿Qué teatro pretenden representar?
-Nuestra misión ha sido y es llevar al teatro obras literarias que respondan a nuestras necesidades de comunicar un mensaje, y por encima de todo, un mensaje de protesta. Esa es parte esencial del teatro que estamos interesados en representar. Las piezas de vanguardia cumplen, para nosotros, con este objetivo, precisamente porque nos permiten experimentar con las formas. Nuestro primer montaje Ubú rey, mostrado en la Sala 2 del Celarg en 2013,  estuvo protagonizado por Teo Gutiérrez. Y nuestro objetivo con esa pieza, valiéndonos del código dadá, fue señalar el abuso de poder por quienes gobiernan. La obra fue adaptada al contexto de la Constitución de la Nueva Granada (1832), y lo que en la pieza original de Alfred Jarry era Polonia en nuestra obra era “Nueva Palmada”, juego de palabras que hace referencia al falocentrismo que ha caracterizado a los gobiernos desde sus inicios. Jarry se convirtió en nuestro estandarte de protesta: “Absoluta rebelión frente a la totalidad de la simpleza”. Y es nuestro lema actual. El segundo montaje, por tanto, seguía la línea de Jarry. Hice una adaptación de todo el Ciclo Ubú (Ubú Rey, Ubú en la Colina, Ubú cornudo y Ubú encadenado) y esta vez lo llevé al contexto de la República Bolivariana de Venezuela, en nuestra obra llamada “Bubuzuela”. La recepción fue mayor porque estaba adaptada en clave de comedia negra, de modo que el público se conectó con la protesta de la pieza por intermedio de la risa. Un personaje, en particular, tocó mucho al público: el Señor País (Víctor Simón Díaz), que era empalado y desempalado en escena repetidas veces. En la pieza original es un coleccionista de poliedros y en nuestra propuesta coleccionaba figuritas presidenciales. La obra tuvo su temporada en el Teatro Santa Fe, a finales de 2013, y luego en Teatro UCAB, a principios de 2014, protagonizada por Edmundo Bianchi (Padre Ubú) y Fabiola Arace (Madre Ubú).
EXPERIMENTAR
No Exit presenta la posibilidad de experimentar como con ninguna otra pieza, precisamente porque los personajes propuestos por Sartre están muertos, conciencias macizas reunidas en una habitación que ellos relacionarán con el infierno, sin que nadie  los indique. “Como seres vivos no podemos experimentar una situación como ésta o arrojar una verdad absoluta sobre este respecto, de modo que tenemos la libertad para crear miles de hipótesis. Sartre crea una caja experimental donde prueba escénicamente una teoría antropológica sobre la conducta humana. Esto es, para nosotros, el gran atractivo de esta pieza. En el proceso han surgido muchas preguntas y sé que seguirán generándose más. Considero que todo proceso teatral debe de ser un abierto, donde estaremos cuestionándonos el verdadero sentido de cada palabra, cada sentencia, hasta la última función. Mucho más en una pieza como ésta donde Sartre presenta una idea ontológica de la muerte: los personajes no tienen futuro, su ser está coagulado y su pasado es inmodificable, por lo que no tienen defensa posible ante la mirada del otro que cosifica ese pasado. Y una de las condiciones fundamentales de esta caja es que no tiene superficies especulares, de este modo los personajes se ven obligados a buscar su imagen, su ser, en los ojos del otro. Esto es lo que representará el verdadero infierno para ellos”.
PROYECTOS

Cuenta Loredana que ya trabajan en la preproducción es Alicia en el país de los villanos, una  infantil escrita por ella  y en la cual participará todo el grupo. Estima que se estrena en agosto, en Teatrex. Su siguiente propuesta como montaje para adultos es El balcón de Jean Genet, en el cual trabajarán a finales de este año. Por ahora  apuestan  por los autores franceses.

jueves, mayo 22, 2014

30 años ayudando al teatro criollo

"Bingo" es una coproducción del CNT
Este 22 de mayo el Centro Nacional de Teatro (CNT) llega a su 30 aniversario como una institución renovada, perfilándose así como el órgano oficial rector de las políticas culturales en materia teatral en Venezuela.
 El CNT nació como Compañía Nacional de Teatro en 1984, por decreto del presidente Jaime Lusinchi y  bajo la dirección del reconocido dramaturgo Isaac Chocrón. Desde entonces, la institución funcionó como productora de espectáculos teatrales, hasta el 2005 con la llegada del maestro Eduardo Gil, cuando se impulsó una reestructuración institucional y una renovación de las directrices y ejes de acción concentrados en la democratización del hecho teatral, entendiéndose el teatro como herramienta para la transformación social. Es así como el proyecto Teatro para todas las venezolanas y venezolanos se convierte en el eje matriz del CNT.
Actualmente bajo la dirección general de Alfredo Caldera la institución impulsa sus acciones no solo en el área de la producción. La investigación, la capacitación, la documentación, la conservación, el trabajo con las comunidades y el rescate de la memoria del teatro en todas las regiones del país, se suman a la acostumbrada variedad de repertorio, caracterizada por la oferta de una programación diseñada en función de la diversidad y la inclusión.
Todas y todos
 Para dar continuidad al proceso de transformación que vive hoy en día la institución, Caldera anunció que para el próximo mes de junio se estará dando a conocer los resultados de la Convocatoria de Coproducciones Teatrales y Circenses 2014, programa de estímulo a la creación que beneficiará a agrupaciones de todo el país. Así mismo informó que más de 315 Convenios de Cooperación Cultural serán entregados para beneficiar diferentes grupos en las áreas de producción, formación, infraestructura y proyectos socio-productivos.
En el área de formación, el directivo expresó que el CNT continuará este año con la puesta en marcha de sus talleres de capacitación en las regiones, profundizando en las áreas de actuación, dramaturgia, iluminación, diseño, maquillaje, expresión corporal, dirección y producción.
Así mismo Caldera explicó que dentro de la línea de atención a niñas, niños y adolescentes en lo que va de este año a través de los Talleres Formación de Formadores de la Red de Teatro de Educación Media, se han logrado beneficiar a 480 docentes de teatro de liceos a nivel nacional.
La realización del II Congreso Nacional de Teatro y Circo como parte de las acciones del Gobierno de Calle es otro de los logros del CNT, indicó su director general, al mismo tiempo que resaltó la importancia de haber reunido a 800 artistas, creadores y trabajadores del teatro y el circo quienes juntos construyeron las diferentes políticas de apoyo a la creación que hoy en día se están implementando .
“En el área de Investigación, el I y II Encuentro de Colectivos Teatrales 2012 y 2013 respectivamente, ha permitido profundizar en los modelos y formas de aproximación al hecho artístico visto y protagonizado por las comunidades con sus potencialidades creadoras” indicó, anunciando que en octubre de este año se llevará a cabo en Carora una tercera edición.
Caldera también resaltó que el CNT cuenta con un Centro de Documentación, que hasta ahora ha recopilado alrededor de 3.322 artículos hemerográficos, 400 vídeos, casi 500 álbumes de fotografías y 447 títulos bibliográficos todos especializados en el área de las artes escénicas; así como destacó el proyecto Muestra de Valoración del Patrimonio Teatral Venezolano que consiste en recoger, rastrear y precisar a través de la investigación documental el origen y la trayectoria del patrimonio que genera la experiencia teatral a través del quehacer de las agrupaciones que con su Vasta trayectoria han coadyuvado a nutrir nuestro acervo cultural.
En el marco de este proyecto se han concretado cinco ediciones con las agrupaciones Teatro El Quijotillo, Teatro Negro de Barlovento, Teatro Estable de Villa de Cura, Teatro del Duende y Teatro Estable de Muñecos de Portuguesa, de las cuales han resultado 5 cuadernillos que recogen en su seno la trayectoria de estos grupos, así como sus postulados estéticos, políticos y sociales ante el hecho teatral, así como documentales, muestras de escenografías, vestuarios y muñequería, de vital importancia para el rescate de nuestra memoria teatral.
 “Creada como Compañía en 1984, con el perfil de una agrupación destinada a la producción teatral, el CNT es en la actualidad una institución innovada, comprometida con la defensa de los procesos de cambio que vive nuestra sociedad, con la reivindicación de los trabajadores del sector, y con el gobierno de eficiencia en la calle” concluyó Caldera. 






lunes, mayo 19, 2014

Caracas libre de homofobia

Caracas fue declarada territorio libre de homofobia el pasado sábado, 17 de mayo,  mediante un acuerdo aprobado por 12 votos a favor y una abstención del Concejo del municipio Libertador de la ciudad capital de Venezuela, el cual “condena la discriminación por orientación sexual, identidad o expresión de género”.Así lo informó la vicepresidenta de dicha instancia, Carmen Zerpa, durante la conmemoración del Día Mundial contra la Homofobia, desde Sabana Grande, en compañía de siete de los ocho concejales del municipio Bolivariano Libertador.
La intención de esta declaratoria es promover en gobiernos, medios masivos de difusión y organizaciones sociales, toda una serie de  acciones dirigidas a erradicar esta forma de discriminación que menoscaba la vida de quienes defienden su orientación sexual o identidad de género.
Por orientación sexual se entiende el término que describe si una persona siente deseo sexual por personas del género opuesto (heterosexual), del mismo género (homosexual) o por ambos géneros (bisexual); mientras que la identidad de género está referida a cómo se identifica la persona, si como hombre o mujer, la forma en que se reconoce a sí misma, basada en su conducta, forma de ser y pensar, indistintamente de su sexo u orientación sexual.
El documento mencionado viene a fortalecer la lucha de la comunidad sexo-género diversa venezolana por obtener la plena ciudadanía y, por consiguiente, igualdad tal como la ejercida por las personas heterosexuales.
Al respecto, la Constitución nacional consagra en sus artículos 2, 3, 19, 20, 21 y 62, un modelo de democracia participativa y protagónica conforme al Estado social de derecho y de justicia para garantizar el libre desenvolvimiento de la personalidad y la igualdad frente a la ley y al Estado.
En espera: Matrimonio igualitario
El pasado 31 de enero, 47 colectivos de la comunidad GLBTI de Venezuela (gays, lesbianas, bisexuales, trans e intersexuales) consignaron formalmente ante la Asamblea Nacional el Proyecto de Ley de Matrimonio Civil Igualitario, que permitiría legalizar las uniones entre parejas del mismo sexo.
El documento, nacido de la iniciativa popular, contó con la venia de más de 20.000 personas que se manifestaron a favor de esta ley fundamental para que las parejas homosexuales cuenten con las protecciones básicas que obtienen parejas heterosexuales relacionadas a custodia infantil, derechos de herencia y propiedad y visitas hospitalarias, entre otras.
Puntualmente, lo que plantea el referido proyecto de ley es una modificación parcial del Código Civil, específicamente el artículo 44 que establece que en Venezuela solo podrán contraer matrimonio parejas conformadas por un hombre y una mujer.
En esa oportunidad, el diputado socialista Elvis Amoroso felicitó y reconoció la organización de estos colectivos sexo-género diversos, empoderados para alcanzar la plena equidad social y expresó el compromiso del Parlamento venezolano por discutir el referido documento.
“La Asamblea Nacional es un ente de la representación popular del pueblo. Está dentro de la obligación de nosotros recibir las propuestas que trae la comunidad y es obligación de nosotros entregar estas firmas a la junta directiva para que designe la comisión que le corresponde a fin de atender esta solicitud”, expresó.
Del mismo modo, explicó el parlamentario que los procedimientos para el debate del instrumento jurídico deben ser cumplidos a cabalidad, como corresponde a la normativa legislativa y al Reglamento Interior y de Debates.
“Cuando se recibe una propuesta como esta se revisa, se organiza, se designa una comisión (como Política Interior o Familia) o pudiera crearse una comisión mixta. Se hace una serie de consultas a todas las instancias, como el Tribunal Supremo de Justicia, se procede a la verificación de las firmas y la consulta pública, donde todos ustedes podrán opinar sobre este tema”, indicó Amoroso.
Al respecto, el Plan de la Patria 2013-2019, Ley de la República aprobada por el Parlamento, contempla objetivos que responden a la necesidad de generar políticas y legislaciones para la diversidad sexual.
Como una de las grandes metas el apartado 2.2 estipula “construir una sociedad igualitaria y justa”, mientras que los ítems 2.2. 4.2; 2.2.4.3 y 2.2.4.4, respectivamente, expresan que el Gobierno Nacional debe “incorporar la perspectiva de la igualdad de género en las políticas públicas, promoviendo la no discriminación y la protección a los grupos socialmente vulnerables”, “generar políticas formativas sobre la perspectiva de igualdad de género y de diversidad sexual” y “promover el debate y reflexión de los derechos de la comunidad sexo-diversa”.AVN/CIUDAD CARACAS


sábado, mayo 17, 2014

Libertadores con amantes

Periodista y dramaturgo de gran valía :Mario Diament
Al dramaturgo Mario Diament (Argentina, 1942)  se le conoce en Caracas gracias el éxito de taquilla y público que generaron los espectáculos  Cita a ciegas  (2007) y  Un informe sobre la banalidad del amor  (2011), basados en sus obras homónimas, dirigidas por  Daniel Uribe y  Luigi Sciamanna, respectivamente. Ahora, este destacado intelectual y periodista “hace cola”, algo muy de moda en todos los rubros de la cotidianidad venezolana, mientras una productora decide el estreno de  Guayaquil, una historia de amor, basada en las amantes  de  los Libertadores Simón Bolivar y José de San Martin, las populares Manuela Sáenz y  Rosa Campuzano; pieza que precisamente hace temporada en Buenos Aires.
Desde Viena, donde pasa unas gratísimas vacaciones, Diament, vía Internet, explica que la idea para crear a  Guayaquil, una historia de amor  le estuvo rondando por un largo tiempo. “Recuerdo que la discutimos con el ya legendario director Carlos Giménez (1946-1993), quien me invitó a Venezuela y me acercó una gran cantidad de material histórico. Pero el tiempo pasó y yo seguía volviendo ocasionalmente a la idea que no terminaba de cerrarme. Hasta que unos dos años atrás, durante una estadía en Venecia, la solución me cayó entera, como en un sueño. Una vez que me puse a trabajar, a pieza se fue configurando rápidamente (rápidamente, quiero decir, en relación a lo que normalmente me toma escribir una obra). Después hablé con Manolo Iedvabni, que es un director con el que ya había trabajado en otras ocasiones (fue quien dirigió Un informe sobre la banalidad del amor  en Buenos Aires) y mi  idea le encantó. Finalmente hicimos una lectura en un festival de teatro semimontado, que se denomina Teatrísimo y la respuesta del público nos convenció de que teníamos un producto muy interesante”.
-Bolívar y San Martín eran ideológicamente diferentes y como hombres tenían sus contradicciones. ¿Cómo logra  sus perfiles y los teatraliza? 
-Precisamente, esas diferencias son las que suscitan el interés de mi obra. Por lo pronto, el momento de sus vidas, Bolívar se encuentra en la cumbre de su carrera y es relativamente joven y tiene tanta ambición como energía; para San Martín, es prácticamente el final. Y, de hecho, lo será después del encuentro en Guayaquil, realizado durante  los días 26 y 27 de julio de 1822. Está terminado y lo sabe. De ahí en más, lo que un autor hace es olvidarse de los monumentos y relacionarse con los personajes, con los seres de carne y hueso.
LIBERTAD POETICA
-¿Cómo investigó los perfiles de sus amantes? 
-Hay material suficiente, si uno se propone encontrarlo. Especialmente sobre Manuela Sáenz. Rosita Campusano, que fue la amante de San Martín durante el período en que éste se desempeñó como Protector del Perú, es menos conocida. Pero el material existe. Por otra parte, yo no me proponía escribir un libro de historia sino una obra teatral, de modo que la abordé con toda la libertad poética (o dramática) que el texto precisaba. Lo más interesante es que ambas fueron amigas y vecinas cuando vivían en Lima y lo que a mí me interesó especialmente, fue el hecho de que San Martín conoció a Manuela Sáenz antes que Bolívar, lo cual me llevó a imaginar la posibilidad de que hubieran tenido una fugaz romance.
-¿Cómo une a esos personajes? ¿Qué persigue  con esa historia romántica? 
-La historia romántica es la que me permite concebir una explicación diferente al misterio del encuentro en Guayaquil.
-¿En qué etapa va su producción dramaturgia?
-Quiero pensar es el momento más interesante de toda mi carrera. Por fortuna, mis obras se están produciendo en muchos lugares del mundo (París, Londres, Montevideo, Buenos Aires, Río de Janeiro) y mi creatividad fluye gran naturalidad. En este momento, en Buenos Aires, hay cuatro obras mías en cartel y estoy trabajando sobre un nuevo proyecto. Al mismo tiempo, sigo enseñando en la universidad de modo que mi vida está llena de actividad.
-¿Qué posición tiene ante lo comercial y el arte en el teatro?
- Esa división de comercial y artístico no pertenece al teatro. No me planteo hacer teatro comercial o artístico. Lo que me propongo es hacer teatro y punto; después trato de colocarlo en algún lado, pensando en que tiene que tener algunas premisas que ayuden a quien invierte dinero en el montaje y que pueda ser disfrutado por cualquier espectador. El mal teatro puede ser un buen negocio comercial. El buen teatro naturalmente si se hace bien anda bien. 
Fuertes, rebeldes y osadas
Bolívar y San Martín tuvieron el poder y la gloria. Ellas, tan sólo algunas referencias en unos libros de historia. Sin embargo, Rosita Campusano y Manuela Sáenz fueron mucho más que las amantes de José de San Martín y Simón Bolívar. El relato oficial les dio ese lugar, pero quienes indagan un poco más allá, se encuentran con dos figuras fuertes, rebeldes y osadas que jugaron roles fundamentales en la independencia de los países latinoamericanos. Así las retrata  Guayaquil, una historia de amor, que dirige Manuel Iedvabni en el bonaerense Teatro del Pueblo. Georgina Rey y Ana Yovino son quienes le ponen el cuerpo a estas mujeres (Rosita y Manuela, respectivamente), adelantadas y relegadas por el machismo histórico. Los roles de los próceres están a cargo de Edgardo Moreira (San Martín) y Pablo Razuk (Bolívar). Ambos retratados en el momento previo al encuentro que ambos Libertadores tuvieron en Guayaquil, el 26 y 27 de julio de 1822. En la ficción, se muestra lo que pudo haber sucedido antes y el papel fundamental que tuvieron Campusano y Sáenz en el desenlace posterior. Y todo teñido, claro, de pasiones prohibidas y secretas entre los hombres detrás del bronce.
Periodismo y teatro
Según los periodistas argentinos,  Mario Diament es la primera vez que tiene cuatro  obras en cartel en una misma ciudad. "No me pasó nunca en un mismo país ni en un mismo momento”, comenta.  Tierra del fuego  se repuso el 22 de febrero,  Cita a ciegas  el 28,  Guayaquil, una historia de amor  el 1° de marzo, e  Interviú  se acaba de reestrenar en una nueva temporada, o sea que es una gran coincidencia. El  considera que su teatro “es de la palabra, y a lo mejor la gente tiene más necesidad de ideas, que en otros períodos, donde había un teatro más de acción”, y agrega que hoy en día, los argentinos necesitan "tener una mirada más profunda sobre determinadas cuestiones, de temas más importantes. Uno se emociona como los espectadores también, no directamente porque se trate de una obra mía, sino porque lo que proviene del escenario es emotivo. Cuando veo mis obras siento un pequeño desenganche de haber sido yo el autor. Para mí el periodismo es mi mujer y el teatro es mi amante”.

El tour teatral criollo

Un espectáculo para público inteligente
El Tercer Festival de Teatro de Caracas, organizado por Fundarte y con la presencia de unos 600 mil espectadores y artistas entre  el 11 y el 27 de abril en 25 salas y diversos espacios públicos, deja balances de crecimiento y clases de ciudadanía por los contenidos de las 118 obras exhibidas, procedentes de todas  las regiones venezolanas. El teatro criollo fue, pues, un territorio de paz, muestra patética de que podemos materializar los sueños.
Ahora, mientras tirios y troyanos desentierran sus hachas, conviene resaltar que,  entre los elencos que participaron en la justa, impacta positivamente el trabajo exhibido por la agrupación Art-O de Caracas, la cual hizo una temporada en la sala Rajatabla con su montaje El tour, el placer de tus ruinas, donde se propusieron demostrar que Marx y Shakespeare se dan la mano y hasta se besan gracias a la ficción escénica y para eso desnudan las bases de nuestro  sistema social, al tiempo que excitan los sentidos hacia una coherente explosión de imágenes sugerentes algunas, en medio de un fantástico baile acompañado de un singular sound track y   fragmentos de los textos dichos con los énfasis adecuados o rebuscados. Un inteligente experimento, el cual recomendamos que sea visto, siempre y cuando los histriones puedan o lo dispongan.
¿Qué fue lo que vimos en el espacio arena de Rajatabla? Disfrutamos a Ofelia sentenciando a Agamenón, Hamlet proyectando la muerte de Clitemnestra como venganza de una madre asesina,  las criadas de Genet pidiendo a gritos, en medio de los olores de los guisos provenientes de una cocinilla eléctrica, la necesidad de una revolución social y, como es lógico, a  Gregorio Sansa  ahogado por la alienación que le produce el sistema capitalista que lo ha esclavizado.
¿Cómo, eso es un panfleto?, puede rebuznar el lector-espectador-estúpido. No es así. Es una clase magistral de teoría política con una esmerada selección de algunos de los textos que escribieron los griegos, Shakespeare, Kafka y otros autores, quienes nutrieron y se infiltraron, por los simpáticos vasos comunicantes de la cultura universal en escritores criollos comprometidos, como César Rengifo, Rodolfo Santana, Román Chalbaud o hasta José Ignacio Cabrujas, porque predicaron, sin pretender jamás adoctrinar, que toda la historia de los seres humanos, hasta nuestros actuales momentos, no es otra cosa que una saga multiforme de la lucha de clases, de los poderosos contra los oprimidos  o de cuando los liberados vencen a sus opresores y después deben enfrentar o resolver como avanzar o retroceder en sus logros humanitarios.  ¡Más didáctico imposible!
El elenco está integrado por Shakti Maal, Sandra Moncada, Anthony Lo Russo, Jorge Gordillo, Patricia Ramírez y Orlando Alfonzo, todos justos y esperanzadores. La dirección de arte es de Arnoldo Maal y la iluminación de Alfredo Caldera.
Para la directora Marisol Martínez -nieta de los legendarios e inolvidables teatreros Lily Álvarez Sierra y Gabriel Martínez- este montaje es un  audaz  y lúdico periplo por las ruinas de un puente que conecta al teatro, como territorio delirante de la utopía, con una sociedad derrumbada por injusticias y desigualdades. ¡Hay teatro para ahora!