sábado, mayo 05, 2012

Melodrama gay entre 50 y 30


José Simón Escalona Acosta (Ciudad Bolívar, 1954), afamado por sus telenovelas y la férrea gerencia que impuso a lo largo de dos décadas en RCTV, es además fundador de la agrupación teatral Theja (1973) y autor de una docena de piezas controversiales, como De todas, todas, la cual culmina su primera temporada en el Teatro Escena 8, siendo actuada por Gonzalo Velutini y Nacho Huett, de acuerdo al desopilante montaje que creó Javier Vidal y con la pulcra producción de Angélica Escalona.
De todas, todas es una invitación para reflexionar sobre las vicisitudes del amor y la soledad, sentimientos claves para la vida humana, los cuales están muy presentes en su argumentación gay en clave de melodrama. No es  la primera ni la última pieza que entrega Escalona Acosta sobre tramas de conductas gais; antes hizo conocer los controversiales espectáculos creados a partir de sus textos: Cuatro esquinas (1979),Marilyn, la última pasión  (1983), Jav y Jos (1985) y A María Queras la llaman Mari (1999). Hasta ahora su producción dramatúrgica general suma 12 obras, de las cuales 11 han sido representadas por el grupo Theja
De todas, todas  se centrada en una pareja de gais que atraviesa una compleja crisis de definición de rutas: El Señor (de 50) y El Joven (sobre los 30 años) son encarnados por Gonzalo Velutini y Nacho Huett quienes logran los patéticos personajes necesitados de mucho amor  y dispuestos a todo en esa lucha contra la soledad, que logra materializar el director Javier Vidal, a partir del opus que le encomendó  Escalona, y con las indudables entregas creativas de tal pareja de comediantes.
Velutini asume al personaje de El Señor, como enamorada loca refinada y supuestamente capaz de cederlo todo para no quedarse con la soledad, lleva el creciente ritmo del  espectáculo (un acto largo con 12 escenas, para 80 minutos) hasta que Huett asume el control escénico y logra una brillante y memorable performance como masculino stripper, además de unas veristas escenas donde El Joven trata de asumirse en su nuevo derrotero como heterosexual, con novia y dispuesto a casarse y procrear; pero al final todo se le derrumba y regresa al apartamento de El Señor, tras ser calificado por su ya ex mujer como “marico”. Conmovedoras actuaciones englobadas en fina y lúdica puesta en escena, que lleva el sello de Vidal.
Ellos se jugaron finamente entre el stand up comedy, el monólogo convencional y las intimistas comedias de dos personajes quienes al final terminan conciliando sus desavenencias hasta la próxima vez que estén al borde de  otra ruptura o logren consolidar una amistad capaz de llevarlos finalmente en la barca de Caronte. Todo materializado en la terraza de un apartamento y con mínimos elementos de cocina y un gimnasio improvisado.
De todas, todas propone un análisis sobre el amor, pero que ahí habita en cuerpos masculinos. Y es la audiencia quien debe responderla o seguir interrogándola sobre la identidad y la ética de la convivencia.


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