sábado, octubre 25, 2008

Vida y amor para Theja

Las rocambolescas aventuras del patriota latinoamericano Joaquín Murrieta en los territorios californianos a mediados del siglo XIX, tal como las poetizara Pablo Neruda, lo metieron definitivamente en las actividades de un teatro comprometido, gracias al espectáculo que exhibió y con el cual hizo singulares temporadas en el viejo Ateneo de Caracas. Esa es parte de la saga de José Simon Escalona Acosta (Ciudad Bolívar, 14 de mayo de 1954), líder del grupo Theja, al cual ha conducido hasta convertirlo, con trabajo y estudio, además de la madurez de los años, en polo para desarrollo y modelo de creación de las artes escénicas. Una institución con ejemplar récord de no menos de 100 espectáculos para la cultura venezolana.
Pero “Chao”, cognomento de José Simón, debuta en Caracas a los 14 años como actor con la dramatización del poema Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejía, de Federico García Lorca, bajo la conducción de Edgar Mejías. Eso le gustó tanto que no se ha detenido desde entonces, teniendo como lema que “la vida y obra del sacrificado poeta granadino es nuestra guía e inspiración. Sin pasión por la vida o el arte no somos nada”. Y prueba de ello son sus 40 años artísticos
Nos ha correspondido reseñar todas las manifestaciones teatrales –desde actor hasta dramaturgo, pasando por director y diseñador, además de su concreta gerencia y exigente docencia- de “Chao”. Podemos afirmar que nada de su estética nos extraña, porque es de los criollos que tiene conceptos y maneras para materializar su original visión de las artes escénicas. Uno de los pocos artistas que se mantiene fiel a si mismo y que, como ave fénix, renace de policromas cenizas o de errores, que por supuesto ha cometido, porque la perfección es atributo de dioses y él es sólo artista. ¡Con dos como Chao…habríamos ganado todos para el desarrollo de la escena vernácula, lo comentaba Carlos Giménez en sus tardes de hastío!
Toda esta introducción es para recordar que durante el 2009, cuando su Theja festeja sus 35 años, los caraqueños veremos -en escenarios de varias salas- su más reciente trilogía dramática, integrada por De todas todas, “un verdadero estreno”, junto a De todo corazón y De todos modos.
Además, Theja debe desocupar su actual sede, el Teatro Alberto de Paz y Mateos, en Los Caobos, hacia el 16 de septiembre de 2009, fecha cuando la entregará al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, después de 20 años de vida útil para la comunidad y otros sectores artísticos. “No podemos administrarlo sin el apoyo oficial. No tenemos los recursos financieros para hacerlo y el tipo de teatro experimental y de investigación que mayoritariamente desarrollamos, no es rentable, no es comercial, por muchas razones que ya he explicado públicamente. Nuestras actividades artísticas, didácticas y de orientación social requieren del respaldo del Estado. Y al no tenerlo, pues debemos seguir nuestro camino, en otras salas o espacios”, ha reiterado Escalona.
Con el proyecto de exhibirla, “ a todo trapo”, a partir del 16 de enero de 2009, en el Teatro Trasnocho, Escalona ha “desempolvado” su pieza De todo corazón, protagonizada por Alfonso Medina y Nacarid Escalona, con quienes viajó para “probarla” ante el exigente público del Festival Internacional de Oriente. En Barcelona, el público, en dos funciones, los premió con centenares de aplausos, lo cual reitera que su texto, escrito en 1985 y estrenado diez años después, con Julie Restifo y Javier Vidal, está muy vivo y con tanta actualidad, porque el amor con obstáculos será siempre la materia pendiente de los venezolanos. “Sin un amor la vida no se llama vida”, como cantan Los Panchos, o refritaron los rockeros hijos del Nirvana.
De todo corazón es una deliciosa metáfora sobre las luchas que hay asumir cuando dos seres humanos –el y ella- insisten en ser felices, en volver a vivir juntos y en amarse sin preocuparse de los amaneceres, del futuro día, y vivir siempre en presente.
Vimos un emotivo ensayo general y fue un evocativo y grato viaje al pasado, porque, casi siempre, los amores idos recompensan con sabores, olores y sudores, y reiteran que hay que amar hasta el último minuto de cada día, porque nadie ha garantizado que hay más allá, o si existe otro mañana.
Sigue la historia
El estreno de Fulgor y muerte de Joaquín Murrieta fue en mayo de 1974, pero antes Theja, que emergió del Liceo José Ávalos (Coche-El Valle), había debutado en octubre de 1973, con su primera función en el Liceo Miguel Antonio Caro (Catia). Ahí participaron, además de unos 42 liceístas, Maigualida y Angélica Escalona, Juan Carlos Gardié, Pilar Romero, Marianella Yánez, Carlos Rojas y Enoc Cortez, entre otros. Luego fue al Ateneo para un Primer Festival Liceísta que organizó Edgar Mejías, del Ministerio de Educación, con el apoyo del profesor J.A. Porte Acero, y siguió en temporada apoyado por María Teresa Castillo. Carlos Giménez lo invitó al Segundo Festival Internacional de Caracas y así se mantuvo como representación oficial durante el resto de todas sus emisiones, hasta hace dos años. Está en la historia teatral venezolana y nadie lo saca de ella.

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