martes, mayo 29, 2007

Baño venezolano para mujeres en Nueva York

Las venturas y las desventuras de mujeres y hombres heterosexuales, además de lesbianas y homosexuales, en medio de una sociedad decadente en todos sus estamentos sociales y en particular el mundillo parlamentario de un poder político también corrupto, fueron tomadas en cuenta por el dramaturgo Rodolfo Santana (Caracas, 25 de octubre de 1944) quien las materializó en su comedia Baño de damas, estrenada en el Ateneo de Caracas hacia 1987. A 20 años de ese apoteósico debut y tras haber sido representada en diversas teatros americanos y europeos se le monta en Nueva York, desde el pasado 18 de mayo hasta el próximo 24 de junio, en el Thalía Spanish Theatre, en el 41-47 de Greenpoint Avenue, Sunnyside, del multirracial o multiétnico distrito Queens.
Al frente de ese montaje neoyorquino de Baño de damas está el actor y director venezolano Pedro de Llano (45 años) y es el mismo quien informa que se exhibirá, en inglés: viernes a las 8:00 pm y los sábados a las 3:00 pm; y en español: sábados a las 8:00 pm y domingos a las 4:00 pm.
DE CARACAS A NUEVA YORK
De Llano explica que “antes de venirme para acá, en 1997 inventé un taller de actuación basado en la aplicación de varios métodos, según las necesidades particulares, y en la exploración del mundo interior del actor, ejecutor e instrumento en las artes escénicas. Al llegar aquí trabajé con muchas compañías: Repertorio Español, Iati, Sea, Late y Thalía Spanish Theatre. Algunas veces como director, en otras como actor y otras dando mi taller “Ser actor/ Ser humano”. Eso me permitió establecer una relación estrecha con Ángel Gil-Orios y Soledad López, director y actriz españoles que están al frente del Thalía”.
En una conversación informal, añade De Llano, “después de una de las sesiones del taller, les conté que me gustaría dirigir Baño de damas, porque a pesar de tener 20 años de haber sido escrita tenía vigencia y podía tocar por igual a la sociedad hispana y la anglosajona. Ángel, con su característico sentido del humor, me dijo que sería difícil porque él tenía los derechos para montar la pieza y que además, él y su mujer eran amigos de Rodolfo Santana. Yo, continuando en la onda humorística le dije: bueno, si por casualidad le quieres dar la oportunidad a alguien más de dirigirla, me llamas a mí”. Olvidé completamente la conversación hasta que tiempo después Ángel Gil-Orios me ofreció la dirección de la obra. Le pregunté por qué y él se rió y me dijo que había que darle oportunidades a otros. En ese momento ya había comenzado con un doctorado en lingüística inglesa y tuve que modificar mis planes y pedir un permiso para suspender los estudios temporalmente y poder así, dirigir la obra”.
Dice que llamaron a audiciones para buscar intérpretes atrevidas que estuvieran dispuestas a participar en una puesta que siempre que se ha presentado ha resultado controversial. “Acudieron muchas actrices pero solamente se necesitaban 10, así que escogimos a las mejores. Hay varias venezolanas: María Angélica Ayala, Alma D’ Cruz, Jennifer Díaz y Angélica Guvernez. De México: Laura Patalano y Elka Rodríguez. De Colombia: Martha Osorio y Ángela Pérez. De República Dominicana: Laura Gómez y Lorena Jorge. Los actores no audicionaron, sino que fueron seleccionados por experiencias anteriores: Francisco Fuertes, personifica al transexual La Gaviota y Premier Solís, tiene una participación especial como el diputado López”.
Ángel Gil Orios se encargó de la producción, diseño de luces y escenografía, “lo cual me trajo la ventaja de tenerlo muy cerca como asesor en la dirección. La actriz Soledad López también estuvo muy involucrada en el proceso y además de ser otro par de ojos vigilantes del éxito de la pieza se encargó del vestuario. Me vi en la necesidad de hacer algunas alteraciones para actualizar la pieza y lograr un lenguaje más internacional que llega a la diversa sociedad hispana de New York. De la traducción al inglés se encargó Charles Philip Thomas”, puntualiza De Llano.
ACTUALIZACIÓN
En cuanto al montaje de Baño de damas, revela que lo primero que hizo fue adaptar el texto. “Por ejemplo, los parlamentos donde la madre le reprochaba a la hija que usara pastillas anticonceptivas había que eliminarlos porque no resultaba creíble ese reclamo a estas alturas. Tuve que modificar expresiones y modismos venezolanos para hacer la pieza más internacional; y por último, la situación de la trabajadora inmigrante, en la versión inicial colombiana, cambió a mexicana. Lo interesante es que a pesar del contexto el mensaje sigue intacto. Yo creo que Baño de damas es una visión mordaz del papel de las mujeres en la sociedad actual, donde queda en evidencia que a pesar de haber conseguido muchos logros en la lucha por la equidad; todavía sigue muy internalizada la idea de que el valor de una mujer depende de sÍ ha logrado conseguir un compañero o no. Mi mamá decía que si uno realmente quiere saber algo sobre una familia debe entrar al baño. Esto pareciera saberlo Santana, quien desnuda a la mujer universal en el baño de un night club. Sus críticas a la corrupción, a la debacle del sistema educativo, a la pérdida de valores y de apreciación del arte son fundamentales en la pieza. Todo esto se expresa en un envoltorio de comedia que hace que el público pueda ahondar en mensaje sin estar 100% consciente de esto. En cuanto a la repercusión puedo decir que en la primera semana las entradas se agotaron. Funcionó el boca a boca”.
NOSTALGIA Y ALGO MÁS
Pedro de Llano, quien además es periodista egresado de la Universidad Central de Venezuela, cuenta que se instaló en Nueva York hacia el año 97 para buscar solución a una crisis múltiple de orden personal y social, en la que cada vez resultaba más difícil desarrollarse en el mundo artístico. Además de trabajar intensamente en las artes escénicas neoyorquinas, completó una maestría en Lehman Collage y esta culminando un doctorado en Lingüística en el Graduate Center. “En este momento estoy trabajando como profesor en la Universidad de la ciudad de Nueva York (CUNY) y como maestro preparando adolescentes para pasar el examen de equivalencia del bachillerato. En el 2002 fui a una audición en Repertorio Español y desde entonces he estado trabajando continuamente con ellos como actor. Esto ha sido el inicio de una cadena muy provechosa para la institución porque yo ‘traje’ a Fernando Then, quien ahora es el gerente artístico, él a su vez ‘trajo’ a Alfonso Rey, quien está a cargo del departamento técnico. Todos nos hemos unido a otros venezolanos que ya estaban allí,como Marcelo Rodríguez, Gredivel Vásquez y Eduardo Navas. Creando un grupo de teatreros de alta calidad”.
“Claro que de vez en cuanto siento nostalgia por haber dejado atrás a algunos de mis amigos, a mi familia, a mi Venezuela… Pero sin lugar a dudas estoy muy satisfecho de la decisión que tomé. En primer lugar, sin importar el lugar donde uno está las cosas cambian, te pongo un ejemplo, mis amigos de la universidad en un momento dado fueron el centro de mi vida; hoy en día siguen siendo importantes pero es inevitable darse cuenta que todos hemos cambiado y aunque yo estuviera viviendo en Venezuela, no podría ser igual que antes. En cuanto a mi familia, especialmente con mi mamá ha ocurrido algo muy singular y es que con la distancia nuestra relación se ha hecho más estrecha, antes peleábamos con frecuencia, mientras que ahora disfrutamos el tiempo que compartimos. Venezuela también ha cambiado y no es la misma. Estados Unidos realmente es la tierra de las oportunidades, yo llegué aquí deprimido, desorientado, con muy poco dinero y con mucho miedo.Hoy en día tengo una casa espectacular cerca del mar, un carro europeo de primera línea que manejo sin el miedo de que me lo roben, dos trabajos que me aseguran un retiro sólido al momento de llegar la vejez (ojo, falta muchoooooo) y la oportunidad de desarrollarme artísticamente, tanto como actor y director en la capital del mundo. Sin lugar a dudas, estoy muy satisfecho de haber tomado esta decisión y además muy orgulloso porque se requiere valor para dar el paso. Quiero agregar que cuando visito Venezuela me doy cuenta de que allá envejecer es un pecado; mientras que aquí sólo se trata de una etapa diferente. Ayer por ejemplo, estaba en una fuente de soda y vi a una señora de unos 65 años que fue a buscar trabajo como mesonera y la pusieron a trabajar inmediatamente. Conversé con ella y me contó que ella estaba jubilada y que trabajar la hacía sentir viva y activa. Me pregunté a mis compatriotas si en Venezuela sería posible que una mujer de esa edad consiguiera un trabajo así, y la respuesta fue contundente: no”.

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